Innovar desde adentro: Cómo Brasil impulsa nuevos modelos de emprendimiento público

El mundo está en plena transformación, pero muchas instituciones, tanto públicas como privadas, siguen ancladas en modelos operativos obsoletos. Mientras que el cambio se acelera en los ámbitos climático, tecnológico y social, los sistemas de gobernanza, prestación de servicios y representación política continúan siendo, en muchos casos, reactivos.

La brecha entre la lógica institucional y la realidad cotidiana es cada vez mayor. Una de las razones es que muchas instituciones siguen esforzándose por analizar el pasado, pero tienen dificultades para diseñar el futuro.

Abordar los complejos desafíos de la actualidad requiere estar dispuesto a asumir riesgos, invertir capital intelectual y social, y comprender que el progreso significativo surge del ensayo y error.

En muchas democracias, la confianza pública en las instituciones está disminuyendo. Según el Barómetro de Confianza Edelman 2024, la confianza en los gobiernos sigue siendo inferior al 50% en 18 de los 28 países encuestados. El estudio también destaca el creciente escepticismo hacia los líderes políticos y los medios de comunicación en todas las regiones.

En Brasil, la confianza institucional ha fluctuado significativamente en los últimos años en medio de preocupaciones sobre casos de corrupción, ineficiencia burocrática y retroceso democrático.

Aun así, están surgiendo nuevas formas de emprendimiento público, incluso desde dentro del sistema. Estos esfuerzos reconocen que la innovación en la esfera pública requiere capacidades alternativas: negociación, creación de consenso, adaptabilidad y, sobre todo, legitimidad.

Estas tres iniciativas brasileñas ofrecen ejemplos de nuevos enfoques de servicio público, liderazgo político y participación ciudadana. Operan dentro de los límites de los sistemas existentes, aspirando a ampliar su potencial.

Lanzada en 2013, Colab es una plataforma tecnológica cívica concebida para reforzar la comunicación y la colaboración entre los ciudadanos y los gobiernos. A través de canales web, móviles y WhatsApp, los ciudadanos pueden informar sobre problemas locales, participar en consultas públicas y acceder a docenas, a veces cientos, de servicios municipales en un solo lugar.

En lugar de limitarse a gestionar las quejas, el enfoque de Colab integra las demandas de los ciudadanos directamente en los flujos de trabajo del gobierno, lo que permite respuestas más rápidas y decisiones políticas mejor informadas, incorporando las mejores prácticas internacionales en tecnología cívica y gobierno abierto.

Reconocida como una destacada plataforma de gobierno digital, Colab utiliza la tecnología para conectar a los ciudadanos y los gobiernos y aumentar así la transparencia, la capacidad de respuesta y la participación pública.

Hasta la fecha, Colab ha trabajado con más de 300 gobiernos locales en Brasil. En Niterói, en el estado de Río de Janeiro, por ejemplo, su adopción contribuyó a reducir en un 25% el tiempo medio de respuesta a los problemas denunciados por los ciudadanos y amplió el uso de datos para la planificación municipal, según datos internos.

En otras ciudades, el alcance ciudadano a través de la plataforma ha superado el 40% de la población, lo que pone de manifiesto la magnitud que puede alcanzar la participación digital cuando está vinculada a una verdadera acción gubernamental.

La experiencia de Colab demuestra que el emprendimiento público es posible incluso en sistemas en los que la "propiedad" es de todos. El éxito depende de mucho más que la tecnología: requiere una construcción continua de la legitimidad, involucrando a las partes interesadas, adaptándose a las limitaciones institucionales y equilibrando la agilidad con la rendición de cuentas.

RenovaBR nació en 2017 como respuesta a la crisis de legitimidad política en Brasil. Es una iniciativa sin ánimo de lucro y no partidista que busca fortalecer la democracia formando a nuevos líderes. La iniciativa aborda desafíos estructurales como la baja participación política, la desconfianza en las instituciones y las barreras de acceso a la política.

Hasta la fecha, ha recibido más de 135 000 solicitudes y ha entrenado a más de 3500 líderes de 1100 ciudades, utilizando un modelo de selección basado en el mérito, formación utilizando la evidencia y apoyo continuo a lo largo de la vida pública de los líderes.

Para 2024, más de 440 exalumnos habían sido elegidos por 29 partidos en los 26 estados, como concejales, alcaldes, vicealcaldes y legisladores estatales y federales.

Solo en las elecciones de 2024, 1470 candidatos afiliados a Renova se presentaron en 280 municipios. Más allá de las elecciones, la iniciativa apoya a sus exalumnos en el ejercicio de sus cargos mediante formación avanzada en gobernanza digital, negociación, estrategia legislativa e innovación urbana.

Las evaluaciones independientes refuerzan su impacto: un estudio de 2022, When Democracy Refuses to Die (Cuando la democracia se niega a morir), reveló que los políticos formados por Renova superaban a sus homólogos en productividad, transparencia y capacidad de respuesta.

Estos elementos sitúan a RenovaBR como un caso de emprendimiento público estructurado – un modelo replicable para desarrollar capacidades políticas y renovar las instituciones desde adentro.

El Orçamento Participativo (OPA) es una iniciativa de presupuesto participativo implementada por el gobierno del Estado de Piauí. En 2025, más de 270 000 ciudadanos participaron en el proceso, presentando más de 8000 propuestas y votando por proyectos que se beneficiarán de 87 millones de reales (alrededor de 16 millones de dólares) en fondos públicos.

Todas las fases (propuesta, votación, seguimiento de la implementación) se gestionan digitalmente. El diseño de la iniciativa garantiza transparencia y auditabilidad, y la convierte en uno de los programas de presupuesto participativo habilitado por la tecnología a nivel estatal más grandes de América Latina. El OPA es una prueba de cómo se puede lograr la participación ciudadana a gran escala en el seno de las estructuras de gobernanza estatal.

Aunque operan en sectores y contextos diferentes, las tres iniciativas ponen de relieve una serie de lecciones comunes sobre cómo innovar desde el interior del sistema, en lugar de rodearlo.

Los tres modelos buscan una mejora sistémica desde dentro de los marcos existentes. En lugar de esquivar a los gobiernos, colaboran con ellos a nivel municipal, legislativo o estatal, demostrando que las instituciones pueden evolucionar a través del emprendimiento interno.

Ya sea en la capacitación de futuros legisladores o en la gestión de los recursos públicos, estas iniciativas sitúan a las personas en el centro del proceso. La participación no es solo un principio democrático, sino una decisión estratégica de diseño para mejorar los objetivos y la legitimidad.

La tecnología, cuando combinada con un buen diseño y una buena intención, permite tomar decisiones más inteligentes y transparentes. Las tres iniciativas utilizan herramientas digitales para generar datos procesables, monitorear los resultados e informar sobre la mejora continua.

En una cultura política que suele recompensar los enfoques simplistas, estos programas demuestran el valor a largo plazo de la transparencia, la capacidad de respuesta y el diálogo. Generar confianza es más lento que crecer rápidamente, pero es lo que sostiene la innovación democrática a lo largo del tiempo.

Quizás la idea más importante: el cambio duradero requiere capacidad de liderazgo. Ya sea a través de la educación política (RenovaBR), la participación ciudadana (OPA) o la colaboración digital (Colab), cada iniciativa reconoce que las instituciones solo cambian cuando lo hacen las personas.

Mientras las democracias se enfrentan a la polarización, la desinformación y la pérdida de confianza, los esfuerzos de Brasil ofrecen marcos tangibles para la reconstrucción desde adentro. Estos casos ponen de relieve que la renovación política no tiene por qué depender de la disrupción o la desintermediación: puede surgir a través de procesos estructurados, inclusivos y basados en datos, liderados por emprendedores cívicos.

En lugar de importar soluciones, Brasil podría estar entrando en una nueva fase: la exportación de modelos de innovación pública que combinan legitimidad, participación y audacia para actuar. La próxima gran contribución de Brasil bien podría ser un liderazgo audaz, creatividad institucional y emprendimiento democrático.