La diversidad generacional definirá la fuerza laboral del futuro. ¿Por qué?
Las plantillas tendrán edades cada vez más diversas debido a que las personas viven más y se jubilan más tarde. Image: Getty Images/iStockphoto
- La fuerza laboral está cambiando rápidamente: en las próximas décadas, veremos un mayor número de generaciones conviviendo en el lugar de trabajo al mismo tiempo.
- Los individuos y las organizaciones tienen la oportunidad de adaptarse a los requisitos y oportunidades cambiantes de una fuerza laboral con diversidad generacional.
- Pueden ponerse en marcha políticas que tengan en cuenta el cambio que se avecina en la fuerza laboral global en ámbitos como la salud y el bienestar, la mejora de las cualificaciones y el reciclaje.
En las últimas décadas, la expectativa predominante ha sido que las carreras profesionales duren entre 30 y 40 años, y que las personas se jubilen a los 60 años. Eso ya no es cierto. El trabajo está cambiando. No sólo cambia cuándo trabajamos, cómo, dónde o qué herramientas utilizamos, sino sobre todo quién trabaja.
En la UE, la duración prevista de la vida laboral aumentó 4,1 años entre 2002 y 2022, y es probable que esta tendencia continúe. Esto se debe a que en la mayoría de las grandes economías la población envejece y las tasas de natalidad descienden. La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que la proporción de la población mundial mayor de 60 años casi se duplicará, pasando del 12% al 22% en 2050.
Aunque no todas esas personas sigan trabajando, la situación será transformadora. En Estados Unidos, por ejemplo, se espera que una cuarta parte de los hombres y un 17% de las mujeres mayores de 65 años sigan en el mercado laboral en 2032. En las próximas décadas, veremos un mayor número de generaciones conviviendo en el lugar de trabajo al mismo tiempo. Por supuesto, estamos acostumbrados a trabajar junto a compañeros unas décadas mayores o más jóvenes. Pero si trabajar hasta los 70 se convierte en rutina, podría haber 50 años entre los empleados más jovenes y los que tienen más experiencia.
Esto implica una serie de puntos de referencia, habilidades y experiencias de vida que alteran la dinámica del lugar de trabajo. Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta la salud y el bienestar: si alguien seguirá estando físicamente capacitado para hacer el trabajo o si querrá hacer algo diferente pero seguirá siendo productivo. Lo que está claro es que estos cambios demográficos exigen una respuesta que vaya más allá de los lamentos sobre cuántos años faltan para la jubilación.
Así pues, la pregunta que debemos hacernos ahora es cómo podemos crear alianzas en toda la sociedad para que todos salgamos beneficiados en la fuerza laboral.
Prosperar en la diversidad generacional
Para profundizar en este tema, BSI emprendió una investigación sobre lo que denominamos la fuerza laboral con diversidad generacional. BSI habló con líderes empresariales de nueve países y siete sectores para conocer sus prioridades; ¿cuáles creen que serán los ingredientes de un futuro laboral de éxito a la luz de los cambios demográficos?
Esta investigación culminó en el informe Evolving Together: Flourishing in the age-diverse workforce (Evolucionando juntos: Prosperar en una fuerza laboral con diversidad generacional), que identifica áreas claras de actuación. El deseo de una mayor flexibilidad es inequívoco: que el trabajo se adapte a nuestras vidas y no al revés. El panorama que esto presenta es apasionante: una oportunidad para colaborar en toda la sociedad y dar forma a un futuro laboral que satisfaga todas nuestras necesidades, sea cual sea nuestra edad o etapa de la vida.
Hay cosas en las que los individuos podemos influir. Para mantener carreras prósperas durante cinco décadas, podemos mantener al día nuestras habilidades. Podemos dar prioridad a nuestra salud física y mental. Podemos tratar de mejorar la remuneración económica basándonos en una mayor experiencia, o buscar nuevas funciones para mantenernos motivados. Pero para tener verdadero éxito en una fuerza laboral con diversidad generacional, la colaboración será clave. No se trata sólo de lo que hace la gente, sino del apoyo que recibimos de las organizaciones para las que trabajamos. Y de las medidas que pueden permitir a las organizaciones apoyar mejor a su plantilla.
Una fuerza laboral sana y cualificada
Dos áreas clave a tener en cuenta cuando se trata de colaborar son la salud y el bienestar y el desarrollo de habilidades. En la actualidad, más de la mitad de los trabajadores británicos padecen una enfermedad de larga duración a los 60 años. Es probable que esta cifra sea similar en la mayoría de las economías avanzadas. De hecho, los líderes empresariales encuestados por BSI reconocieron que la salud es primordial para que las personas sigan siendo productivas hasta la séptima u octava década de vida, tanto la salud fisiológica como la mental.
Solucionar eso no se trata sólo de que los gobiernos inviertan en servicios sanitarios, por muy necesarios que sean. Las empresas pueden introducir programas integrales de salud y bienestar en el lugar de trabajo para mejorar la retención de los trabajadores. Pueden apoyar la salud física y mental, adaptándose a las necesidades que pueden cambiar con la edad, ya sea en términos de provisión para cuidadores o apoyo a la menopausia, o modificando el lugar de trabajo para hacerlo más accesible.
A su vez, los responsables políticos pueden facilitar esta tarea a los empresarios. Cuando se les pidió que clasificaran las prioridades políticas, los líderes empresariales apoyaron las exenciones fiscales para animar a los empresarios a invertir en la salud y el bienestar de los empleados. Hay muchas formas de hacerlo; la cuestión es que para apoyar realmente una fuerza laboral sana y feliz se necesita la aportación de toda la sociedad.
Lo mismo ocurre cuando se trata de habilidades y acceso a formación, que serán fundamentales para el éxito de la fuerza laboral del futuro, especialmente en el contexto de la transformación de la Inteligencia Artificial (IA). La formación del personal no consiste solo en garantizar que puedan realizar los trabajos actuales, sino en prepararlos para lo que necesitarán para prosperar en el futuro, y retener el talento y la experiencia construyendo sobre ellos. Puede adoptar la forma de cursos y aprendizaje formal, pero también de intervenciones como las revisiones de carrera, que brindan la oportunidad de comprender cómo encajan mejor las necesidades individuales de los trabajadores de más edad con los objetivos de la empresa. Del mismo modo, la tutoría puede ayudar a mejorar las habilidades básicas (duras), así como las interpersonales (blandas). En una plantilla con diversidad de edades, los programas de tutoría inversa, en los que los empleados más jóvenes se juntan con los más experimentados, pueden ayudar a los participantes a comprender los beneficios de que tanto los trabajadores más jóvenes como los trabajadores mayores compartan conocimientos.
¿Qué está haciendo el Foro Económico Mundial en relación con el futuro del trabajo?
El papel de empleadores y responsables políticos
Los individuos pueden presionar para conseguir más formación y buscar sus propios mentores, pero para conseguir un verdadero impacto, los empresarios y los responsables políticos tienen un papel central que desempeñar. Los líderes empresariales manifestaron a BSI su deseo de contar con el apoyo gubernamental para crear las condiciones necesarias para atraer, formar y retener talento y experiencia diversos desde el punto de vista etario, a través de beneficios fiscales u otros incentivos financieros. Dieron prioridad a los incentivos financieros para animarles a diversificar la reserva de talento mediante la contratación de personas mayores o la inversión en reciclaje, así como a las subvenciones para la contratación de trabajadores de distintas edades.
La diversidad generacional de la fuerza laboral determinará el empleo en todos los mercados y sectores. Los individuos, las organizaciones y la sociedad tienen la oportunidad de impulsar el crecimiento y la innovación reflexionando sobre los próximos 50 años del trabajo y colaborando ahora para desarrollar estrategias de respuesta. Una fuerza laboral próspera en el futuro será aquella que valore la experiencia y, como resultado, atraiga y retenga a personal de todas las edades.
Los líderes empresariales dejaron claro su deseo de actuar ahora para crear las condiciones para ese futuro. Ya se trate de la prestación de asistencia sanitaria y bienestar, de incentivar a los empresarios para que inviertan en formación o en áreas como la oferta de una verdadera flexibilidad, la formalización de políticas de licencias por compasión o la prestación de orientación financiera a quienes se acercan a la jubilación, hay muchas medidas que pueden adoptarse hoy para garantizar que todos tengamos éxito en una población activa con diversidad generacional.
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22 de octubre de 2024