Nuestros líderes se están quedando cortos. Un modelo de liderazgo integrado puede ayudar

El mundo se enfrenta a una tormenta perfecta de retos complejos e interconectados: crisis ambiental, sanitaria, financiera, humanitaria y de refugiados, por nombrar algunas. En momentos así, se necesita más que nunca un liderazgo eficaz. Pero parece que nuestros líderes se han quedado cortos. De hecho, la escala y la intensidad de estos retos sólo han servido para poner de manifiesto los fallos de los modelos tradicionales de liderazgo.

Los rasgos y comportamientos de los líderes influyen profundamente en si las organizaciones y las sociedades se hunden o flotan en tiempos difíciles.

Pero piense en una causa que le preocupe, como la pobreza o el cambio climático: ¿Están abordando eficazmente los líderes la complejidad y las múltiples crisis a las que nos enfrentamos? ¿Podríamos estar fallando a nuestros líderes al prepararlos para el ideal equivocado de liderazgo?

Los retos polifacéticos requieren un modelo de liderazgo polifacético que vaya más allá de las cualidades tradicionales que suelen asociarse a los líderes. Cada vez hay más pruebas de que un modelo de liderazgo integrado -la idea de que la integración de las características de liderazgo masculinas y femeninas está íntima y positivamente correlacionada con los resultados empresariales- podría ayudarnos a afrontar algunos de estos retos.

Los medios de comunicación destacan con frecuencia a las mujeres que lideran países y empresas durante las crisis, especialmente en la sanidad. Sin embargo, pocos exploran los enfoques y características aplicados conscientemente que crean esta "ventaja femenina."

Tomemos, por ejemplo, el ámbito sanitario. La fundación Unlocking Eve Foundation, con el apoyo de Intent e inspirada por datos sobre cómo las mujeres líderes navegaron por la pandemia de COVID-19, ha explorado por qué los países con mujeres al timón salvaron más vidas que los dirigidos por hombres. Esta investigación exploró si estas diferencias podrían codificarse e integrarse en un paradigma de liderazgo más holístico y accesible a todos.

A través de entrevistas con más de 200 líderes y programas piloto en ocho países, esta investigación ha revelado una visión ignorada pero profunda: los líderes más eficaces equilibran e integran lo que Unlocking Eve denomina rasgos "individualistas", tradicionalmente considerados masculinos, con los llamados rasgos "relacionales", asociados al femenino.

Los datos de Leadership Circle, socio de investigación de Unlocking Eve, confirmaron los resultados. Un análisis de los perfiles de liderazgo de más de 130 000 líderes de 196 países incluidos en la base de datos mostró que los líderes con mejores resultados eran aquellos que combinaban habilidades centradas en las tareas con capacidades relacionales y orientadas a las personas.

La buena noticia es que todos los líderes pueden adoptar un estilo de liderazgo más equilibrado. Adoptando un enfoque que fomente la colaboración y la empatía, en lugar de uno centrado en el control, es posible perseguir una forma de liderazgo más integradora. Este cambio de rumbo está abriendo las más altas esferas del liderazgo a quienes en el pasado han rehuido las tácticas de liderazgo agresivo.

La máxima "nunca dejes que una buena crisis se desperdicie" es nuestra invitación a reinventar. Hoy en día, es imperativo que las instituciones sanitarias, las empresas y los gobiernos se replanteen sus prácticas de liderazgo y la forma de cultivar los líderes integrados que el mundo necesita ahora.

Basándose en su investigación, Unlocking Eve está desarrollando ahora un modelo de prácticas de liderazgo que utiliza el marco de liderazgo integrado para mejorar los resultados, así como el rendimiento de la inversión para todas las partes interesadas.

El marco gira en torno a la habilidad de un líder para armonizar y entrelazar sus puntos fuertes individuales y relacionales. Permite a los líderes percibirse a sí mismos "como uno" y "como entre", no por encima, sino como parte integrante del todo. Este cambio de perspectiva tiene el poder de provocar un cambio distintivo en su comportamiento y en los resultados que pueden conseguir.

Además de educar a los líderes sobre cómo incluir un conjunto diferente de habilidades en su repertorio de liderazgo, Unlocking Eve también pretende cambiar la forma en que se valoran y recompensan las habilidades de liderazgo para garantizar que se reconocen y miden adecuadamente las cualidades que impulsan la mejora de los resultados.

Reconocer que realizar cambios sistémicos que, en última instancia, redunden en mejores resultados en toda una serie de parámetros exigirá acciones audaces por parte de quienes ya están en el poder. Los ejecutivos actuales deben identificar, seleccionar, recompensar y nombrar líderes a quienes encarnen, abracen y practiquen los valores del liderazgo integrado.

El audaz objetivo de Unlocking Eve es desbloquear 100 millones de líderes integrados para 2030. Alcanzar este objetivo nos ayudaría a abordar una necesidad mundial urgente. La integración no es algo que esté bien tener, sino que está intrínsecamente ligada a la cuenta de resultados. Puede ser el factor decisivo para salvar vidas, mitigar los daños económicos durante una crisis y crear mejores resultados para las personas de todo el mundo.

Este compromiso exige una implicación diaria. Necesitamos a todos a bordo de esta transformación. Nuestra salud y prosperidad globales dependen de ello.