Los países con más mujeres en el gobierno son más prósperos

Nuestros gobiernos carecen de representación de mujeres. Tenemos que dejar de solo aceptar el problema y centrarnos en resolverlo. Al ritmo actual de progreso, la plena paridad no se alcanzará hasta dentro de 130 años, según el último Informe Global sobre la Brecha de Género del Foro Económico Mundial.

Resulta que las sociedades obtienen ventajas cuando su liderazgo político incluye a más mujeres, ya que los países con mayor representación de mujeres en los niveles más altos eliminan la desigualdad jurídica entre hombres y mujeres, según un nuevo informe de Women Political Leaders y Oliver Wyman Forum.

La eliminación de la discriminación legal elimina barreras para las mujeres. Esto se traduce en un aumento de la participación de mujeres en el mercado laboral, ya que se igualan las oportunidades, lo que repercute positivamente no solo en las propias mujeres, sino también en el PIB de sus países, según muestra la investigación.

Todos los países son diferentes, y no existe un único camino para aumentar el número de mujeres en puestos de liderazgo gubernamental. Lo que funciona para unos puede no funcionar para otros. Pero los países subrepresentados seguirán desaprovechando los beneficios, y las diferencias en sus trayectorias de crecimiento no harán sino aumentar.

Cada vez hay más pruebas que demuestran el impacto que tienen las mujeres en la legislación y cuando ocupan cargos públicos. Los países con un mayor número de mujeres en el liderazgo político suelen aprobar más leyes que eliminan la desigualdad y obtienen mejores puntuaciones en el índice de Las Mujeres, La Empresa y El Derecho, del Banco Mundial, que mide la igualdad jurídica de oportunidades económicas.

Una puntuación perfecta de 100 significa que una nación tiene leyes que protegen los derechos legales de todos los ciudadanos. Según el índice, solo 14 países -Alemania, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Francia, Grecia, Irlanda, Islandia, Letonia, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal y Suecia- tienen una puntuación perfecta. Esto significa que 2400 millones de mujeres de todo el mundo carecen de estas protecciones jurídicas y oportunidades.

La puntuación del índice aumenta a medida que más mujeres son elegidas para cargos políticos. La puntuación media de los países con un 50% o más de mujeres en el parlamento es 10 puntos porcentuales superior a la de los países que aún no han alcanzado la paridad (88 frente a 78). Del mismo modo, los gobiernos en los que las mujeres ocupan al menos la mitad de los cargos ministeriales tienen puntuaciones 17 puntos porcentuales más altas de media que los que no (95 frente a 78). Y los dirigidos por mujeres son 10 puntos porcentuales más altos que los dirigidos por hombres (86 frente a 76).

Esto confirma investigaciones anteriores que hallaron una fuerte correlación positiva entre la representación política de las mujeres y la igualdad legal de oportunidades económicas. Estas leyes son importantes porque garantizan la igualdad de trato entre mujeres y hombres (incluida la protección contra la discriminación) y suelen traducirse en una mayor participación de mujeres en el mercado laboral, que actualmente es un 30% inferior a la masculina en todo el mundo. Se calcula que la plena participación de las mujeres aumentaría el PIB mundial en un 20%.

A principios de 2023, las mujeres ocupaban alrededor del 27% de los escaños parlamentarios y el 23% de los cargos ministeriales, y representaban menos del 10% de los jefes de Estado del mundo. Solo seis de los 193 países miembros de las Naciones Unidas -México, Nueva Zelanda, Nicaragua, Ruanda, Emiratos Árabes Unidos y Cuba- han logrado la igualdad de género en el parlamento, y las mujeres ocupan la mitad o más de los cargos ministeriales en solo 11 naciones (Albania, Bélgica, Chile, Colombia, Finlandia, Alemania, Mozambique, Países Bajos, Nicaragua, Noruega y España).

No podemos esperar otros 130 años o más para alcanzar la paridad, como predice el Informe Global sobre la Brecha de Género 2023, basándose en los avances actuales. El mundo no puede esperar. Conseguir que más mujeres voten, se presenten a las elecciones y permanezcan en la política debe ser una prioridad para las personas, los partidos políticos y los gobiernos. Necesitamos a las mujeres y su impacto en nuestro mundo más que nunca, dada la magnitud de los retos que tenemos por delante.