Cómo los voluntarios están impulsando la educación dirigida por jóvenes desde Jeddah hasta Zanzíbar, y más allá

Un informe reciente de la UNESCO revela una realidad sombría: actualmente, 251 millones de niños y jóvenes están fuera de la escuela en todo el mundo, mientras que el gasto público en educación cayó al 4 % del PIB entre 2015 y 2022. Estas cifras subrayan la magnitud de la crisis educativa actual, que puede generar un problema subyacente de millones de personas desconectadas de las oportunidades para ganarse la vida.

Esta brecha es particularmente pronunciada en las economías impulsadas por la tecnología y la innovación, donde el idioma puede ser la principal barrera de acceso. En este contexto, la crisis se extiende más allá del aula, limitando el acceso a las habilidades y redes esenciales requeridas para la movilidad económica y social.

Incrementar la fluidez en el idioma inglés es una forma de ayudar a cerrar esta brecha. Específicamente, la competencia en inglés puede ser una puerta de entrada a redes de conocimiento global y empleos digitales que actúan como catalizadores de movilidad ascendente en muchos países. Algunas investigaciones sugieren que las personas con alta competencia en inglés podrían ganar entre un 30 % y un 50 % más que sus pares en el mismo país.

Los esfuerzos institucionales son fundamentales para alcanzar los objetivos educativos, pero la complejidad burocrática significa que soluciones más ágiles son cruciales. Los programas educativos dirigidos por jóvenes locales pueden ofrecer un enfoque centrado en la comunidad para satisfacer necesidades educativas, como la competencia en inglés.

Las soluciones educativas lideradas por jóvenes se basan en la confianza comunitaria, utilizando voluntarios para brindar instrucción específica donde más se necesita. Si los voluntarios jóvenes también tienen un entendimiento práctico de las demandas educativas modernas, su mentoría puede ayudar a los niños a enfrentar un mundo que evoluciona rápidamente.

En Jeddah, Arabia Saudita, la iniciativa Voices Unbound equipa a los niños huérfanos con las herramientas que necesitan para su autosuficiencia futura a través de la educación en el idioma inglés. El programa enseña a estos niños más que gramática y vocabulario; también les brinda confianza, curiosidad y habilidades prácticas de comunicación.

El plan de estudios integra actividades de oratoria y ejercicios de conversación para fomentar el empoderamiento personal, desarrollar autonomía y acelerar el crecimiento personal. Las discusiones grupales regulares animan a los niños a compartir experiencias personales en inglés, mientras que los ejercicios de roles y colaborativos los desafían a resolver problemas simples en equipo. Tales actividades convierten el aprendizaje del idioma en una manera de promover el pensamiento crítico y la conciencia cívica.

Dado que la iniciativa es mantenida completamente por jóvenes de las mismas comunidades que los niños a los que apoyan, el resultado es una experiencia mutuamente transformadora. Los voluntarios comparten frecuentemente que el trabajo les ayuda a desarrollar empatía y habilidades de liderazgo, así como a destacar los desafíos de la comunidad.

Un ciclo sostenible de participación cívica también inspira a los estudiantes a convertirse en líderes comunitarios. Cuando se le preguntó qué quería ser cuando creciera, Sultan, un participante de nueve años en Voices Unbound, respondió: “Quiero ser profesor de inglés.”

Para los niños que enfrentan dificultades, la calidad del entorno de aprendizaje importa tanto como el plan de estudios. Un modelo liderado por jóvenes ayuda a crear una atmósfera de seguridad y cercanía porque los estudiantes son más receptivos a aprender de mentores que les resultan familiares.

Los voluntarios son tanto instructores como modelos a seguir para estos niños. Este enfoque puede ser más efectivo que los entornos institucionales tradicionales porque ofrece mentoría individual y aspiracional. En conjunto, un plan de estudios que fomenta la confianza y la mentoría cercana puede generar cambios profundos en cómo los niños perciben sus habilidades y perspectivas futuras.

La verdadera medida de la innovación social radica en su capacidad de ser replicada y escalar más allá de una sola comunidad. En 2025, Voices Unbound se expandió a una escuela para huérfanos en Zanzíbar, Tanzania. Esto puso a prueba si el concepto de un sistema de entrega de educación voluntaria liderado por jóvenes y un plan de estudios centrado en la expresión segura de uno mismo podía funcionar en un entorno cultural completamente diferente.

Los estudiantes en Zanzíbar mostraron el mismo entusiasmo por aprender y aumentos en la confianza que aquellos en Jeddah. De manera notable, los voluntarios locales observaron una mayor participación de los estudiantes en actividades escolares. Los niños que antes evitaban los entornos grupales comenzaron a ofrecerse para roles de liderazgo, y aquellos que previamente permanecían en silencio empezaron a hacer preguntas y participar con entusiasmo.

El éxito en Zanzíbar indica que los componentes principales del programa podrían ser más ampliamente aplicables, gracias a los ingredientes clave de agilidad, operaciones de bajo costo y autenticidad en la conexión con la comunidad. Esto posiciona a Voices Unbound como un modelo con potencial para inspirar intervenciones similares en todo el mundo.

Este modelo de educación liderado por jóvenes, hiperlocal, ha demostrado ser un método de alto impacto y eficiencia de recursos con resultados valiosos. El desarrollo global creará más oportunidades para financiar y conectar a más líderes locales en educación dirigida por jóvenes. Al invertir en estos esfuerzos, la comunidad global puede ayudar a expandir las perspectivas futuras de los jóvenes que han sido pasados por alto por los sistemas educativos tradicionales.