Cómo desbloquear una oportunidad de inversión de medio billón de dólares en soluciones energéticas sostenibles

Desarrollar soluciones energéticas avanzadas, como el almacenamiento de carbono, los combustibles limpios, la eliminación del carbono y las soluciones nucleares avanzadas, es clave para lograr beneficios para el clima, en forma de bajas emisiones, la salud, gracias al aire limpio, y la economía, mediante la creación de empleo.

Pero aunque la mejora de la salud, la competitividad económica y el clima sigue siendo un objetivo político clave de la transición energética, estos factores no suelen reflejarse en los análisis de costes y beneficios de las soluciones energéticas avanzadas. En su lugar, los cálculos tienden a centrarse en el coste de un electrón o una molécula, y en la alternativa más barata disponible.

Sin embargo, hay algunas excepciones que demuestran que es posible contabilizar estos resultados más amplios. El plan Carbon Neutrality by 2045 de California calcula que, además de neutralizar las emisiones de CO2, su aplicación produciría un ahorro de 200 000 millones de dólares en gastos de salud gracias a la reducción de la contaminación atmosférica. Además, crearía 4 millones de nuevos puestos de trabajo para desarrollar infraestructuras y capacidades.

Pero, en la mayoría de los casos, los innovadores, las empresas de servicios públicos, los usuarios de energía y los inversores no se ven recompensados por generar estos beneficios: no se valoran ni se incluyen en el precio de las inversiones.

Al mismo tiempo, existe una diferencia de coste adicional, a menudo denominada prima verde, cuando se comparan las nuevas soluciones con las soluciones heredadas que no ofrecen las mismas ventajas. Aunque se espera que algunos costes disminuyan, muchas soluciones seguirán incurriendo en costes adicionales a largo plazo que habrá que enfrentar.

Por ejemplo, el coste del hidrógeno limpio podría alcanzar tan sólo 0,12 dólares por kilovatio hora (kWh) en 2035, pero seguiría sin estar a la altura del gas natural, cuyo coste se espera que sea de 0,09 dólares por kWh en ese mismo año. El combustible de aviación sostenible (SAF) seguirá siendo hasta dos veces más caro que el queroseno en 2050. Y la captura de carbono siempre será un puro coste adicional para el productor de emisiones, que realmente no tiene alternativa.

Cuando se combinan, la prima verde y la falta de contabilización de los beneficios de las nuevas tecnologías plantean retos significativos a la hora de hacer casos empresariales viables para que el sector privado invierta en soluciones energéticas avanzadas. De hecho, falta inversión a pesar de que hay considerable capital disponible.

En 2023, se destinaron aproximadamente 60 000 millones de dólares a soluciones energéticas avanzadas, pero esta cifra debe multiplicarse casi por diez en los próximos años. La inversión en almacenamiento, combustibles limpios, captura de carbono, SAF y energía nuclear avanzada debe superar los 500 000 millones de dólares anuales de aquí a 2030 para ajustarse a las trayectorias globales de cero emisiones netas.

Mientras tanto, los beneficios económicos, sanitarios y climáticos cuelgan en la balanza. Para desbloquearlos, debemos comprender mejor su valor e incorporarlos al precio de las inversiones para compensar la disparidad de costes. Al mismo tiempo, el consiguiente aumento del coste de la transición energética -el precio a pagar por beneficios más amplios- tendrá que ser asumido por gobiernos y, en última instancia, los consumidores, mientras que las empresas también deberán aceptar cierta compresión de márgenes.

Cerrar la brecha de costes directos sigue siendo un reto crítico que requerirá un enfoque multifacético. Una de las palancas consiste en buscar economías de escala y mejoras de eficiencia en toda la cadena de valor, incluso en los ámbitos de concesión de permisos para soluciones energéticas avanzadas e innovación normativa.

Una segunda palanca es la financiación pública. Esto existe en diversas formas, como subvenciones, incentivos y garantías para ayudar a minimizar el riesgo y el coste, permitiendo más inversiones. California ha sido capaz de inyectar casi 50 000 millones de dólares procedentes de fondos estatales, además de la Ley de Reducción de la Inflación a nivel federal, para hacer su plan Carbon Neutrality by 2045 más atractivo para los inversores.

Otra forma de cubrir el coste de la prima verde es repasarlo directamente a los usuarios finales y los consumidores. Por ejemplo, descarbonizar la aviación en un 50% mediante la adopción de SAF supondría triplicar los costes de combustible de las aerolíneas. Si las aerolíneas conservaran el margen y repasaran todo el coste a los pasajeros, se produciría un aumento de la prima del billete de alrededor del 18%. Del mismo modo, un estudio del sector sugiere que descarbonizar la red eléctrica europea hasta en un 95% utilizando soluciones energéticas avanzadas y energías renovables aumentaría las facturas en aproximadamente 14 euros al mes para un hogar típico de la UE.

Por supuesto, este coste adicional también podría abordarse mediante la compresión de márgenes por parte de las empresas. Se trataría de una decisión voluntaria adoptada por una empresa a lo largo de la cadena de valor de las soluciones energéticas avanzadas para reducir la diferencia entre el coste del producto o servicio y su precio de venta. Aunque esto reduciría los márgenes de beneficio, podría estar justificado para desarrollar el mercado, fomentar la sostenibilidad a largo plazo y contribuir a objetivos sociales más amplios relacionados a la transición energética. Aunque la compresión de márgenes podría lograrse rápidamente, tiene un potencial limitado, puede disuadir negativamente a futuros inversores y podría desalentar la innovación, que es crítica.

China es un gran ejemplo de país que ha adoptado un enfoque holístico para desarrollar soluciones energéticas avanzadas. Su gobierno utiliza una mezcla de herramientas, abordando este reto mediante incentivos, subvenciones y obligaciones. Este planteamiento ha ayudado a China no sólo a convertirse en líder mundial del sector, sino también a reducir la prima verde de las soluciones energéticas avanzadas gracias a las economías de escala.

Hay mucho capital disponible para soluciones energéticas avanzadas, aunque el actual modelo de negocio supone un obstáculo para que la inversión fluya al ritmo necesario. Mientras la industria se desarrolla, la sociedad, los responsables políticos y las empresas deben tener en cuenta el valor "oculto" de estas soluciones -y pagar las primas- al tiempo que mejoran los costes y crean señales de mercado sólidas para estas innovaciones.

Cada región, país, industria y empresa decidirá su propio enfoque, pero estas partes interesadas deben cooperar entre sí. Plataformas como la comunidad de Soluciones Energéticas Avanzadas del Foro Económico Mundial pueden promover esa colaboración para acelerar -de décadas a años- el despliegue a escala industrial de innovaciones como los combustibles limpios y el hidrógeno, la energía nuclear avanzada, el almacenamiento y la eliminación del carbono.

Abordar la prima verde y contabilizar todos los costes y beneficios de las soluciones energéticas avanzadas ayudará a configurar y acelerar el crecimiento del sector. Es fundamental apoyar las alianzas entre innovadores, grandes empresas energéticas, usuarios de energía e inversores. Eso contribuirá a aumentar la confianza pública en las soluciones energéticas avanzadas, impulsando la preparación tecnológica y la demanda, y reforzando los argumentos comerciales a favor de soluciones de sostenibilidad tan necesarias.

Debmalya Sen, responsable para la India de Advanced Energy Solutions (AES) en el Foro Económico Mundial, también ha contribuido a este artículo. Advanced Energy Solutions es una comunidad del Foro Económico Mundial. LEK Consulting es knowledge partner de la comunidad. Para obtener más información y participar, póngase en contacto con nosotros.