¿Qué es el salario digno y en qué se diferencia del salario mínimo? Aquí te lo explicamos

Las iniciativas de salario digno despiertan un interés creciente en todo el mundo.

Por ello, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha acordado una definición formal de salario digno y ha respaldado las políticas de salario digno.

"Los salarios dignos son fundamentales para el desarrollo económico y social y para avanzar en la justicia social", dijo la OIT. "También desempeñan un papel esencial para reducir la pobreza y la desigualdad y garantizar una vida decente y digna".

Un salario digno es un nivel salarial que proporciona a los trabajadores y sus familias un nivel de vida decente. Esto incluye poder cubrir necesidades básicas como la alimentación, la vivienda, la atención médica, la educación, el transporte y la ropa.

Según la OIT, "el salario digno no debe ser un enfoque único y debe reflejar las diferencias locales o regionales dentro de los países".

Un salario digno también significa el pago de las horas normales de trabajo, sin incluir las horas extraordinarias.

Los salarios dignos deben fijarse utilizando "datos sólidos" y consultas con las organizaciones de trabajadores y empleadores, añade la OIT.

Los cambios en el costo de vida también deben reflejarse en los ajustes periódicos de los niveles del salario digno.

Los salarios dignos suelen ser más altos que los salarios mínimos. Además, los salarios dignos son voluntarios -los empleadores pueden elegir si los ofrecen o no-, mientras que los salarios mínimos son obligatorios por ley.

Más de 170 países tienen uno o más salarios mínimos, explica el Pacto Mundial de la ONU.

Pero los salarios mínimos no son siempre suficientes para tener una vida digna.

En algunos países, los salarios mínimos no se han ajustado durante décadas y siguen estando por debajo de la línea de pobreza, señala la OIT en su informe de referencia Políticas salariales, incluidos salarios dignos.

Alrededor del 18% de los países también excluyen a los trabajadores agrícolas, domésticos, o ambos, de la normativa sobre salario mínimo.

El apoyo a los salarios dignos está creciendo en países, regiones, industrias, empresas y organizaciones de defensa.

Por ejemplo, la Coalición Mundial por un Salario Digno, que promueve la investigación y la acción en materia de salarios dignos, trabaja en más de 50 países y en sectores como la industria manufacturera, la pesca, el textil y el té.

La Fundación WageIndicator recopila datos sobre salarios y trabajo y ha elaborado una base de datos sobre salario digno que abarca 165 países.

La OIT afirma que se ha producido un "fuerte aumento" del número de iniciativas en favor de un salario digno a medida que la reivindicación de este tipo de salarios ha ido ganando importancia.

Muchas de ellas se han creado en respuesta a los bajos salarios habituales y a la pobreza en el trabajo.

Según estimaciones de la OIT, en 2022 había en el mundo 585 millones de personas definidas como "trabajadores pobres", tanto asalariados como no asalariados.

Pagar un salario digno se está convirtiendo en una prioridad para las empresas, según un informe de PwC del año pasado.

Aproximadamente una cuarta parte de los encuestados en el informe de PwC, Salario digno: Una norma emergente, afirmaron que ya pagaban un salario digno a sus empleados en todo el mundo mientras que el 54% dijo que tenía previsto hacerlo en los próximos cinco años.

Entre los factores que impulsan esta tendencia se encuentran la necesidad de atraer y retener el talento, el aumento de la inflación y las presiones del costo de vida y las nuevas normativas.

Por ejemplo, las nuevas normas de conducta empresarial de la Unión Europea exigen a las empresas que informen sobre cómo pagarán "salarios adecuados" a sus trabajadores y se aseguren de que sus proveedores hacen lo mismo.

En un blog para el Foro Económico Mundial, la empresa de bienes de consumo Unilever afirmó que los salarios dignos dan a las empresas una ventaja competitiva. Los beneficios pueden incluir un mayor compromiso y productividad de los trabajadores y una mejora de la imagen de marca y la fidelidad de los clientes.

En la reunión anual del Foro Económico Mundial celebrada en Davos el año pasado, una de las sesiones, titulada "Un salario digno para todos", imaginó un mundo en el que todos recibieran un salario digno.

Según el Foro, un salario digno aplicado en todo el mundo podría generar 4,6 billones de dólares de PBI adicionales cada año gracias al aumento de la productividad y el gasto.

Uno de los que participaron en el acto fue Hubertus Heil, Ministro Federal de Trabajo y Asuntos Sociales de Alemania, donde el salario mínimo acaba de subir de 12,92 a 13,36 dólares la hora.

Dijo: "Si trabajas todo el día, deberías poder ganarte la vida. Difícilmente se consigue, porque muchos trabajadores de las cadenas mundiales de suministro no ganan un salario digno, aunque a menudo trabajan en un entorno difícil y tienen largas jornadas laborales". Heil añadió que "los países industrializados se benefician de las cadenas de suministro, por lo que creo firmemente que tenemos un deber. Debemos trabajar para conseguir salarios dignos en todo el mundo, no solo en nuestro país".