Dia Internacional de la Mujer 2024: Cómo avanza el mundo hacia la igualdad de género según los 17 ODS

Reducir las desigualdades de género tiene sentido para nuestro futuro y para el planeta en el que vivimos, y también para la economía mundial.

Se prevé que una cuarta parte de las mujeres y las niñas de todo el mundo sufrirán inseguridad alimentaria moderada o grave en 2030, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Es por ello que cerrar las brechas de género en los sistemas agroalimentarios podría reducir la inseguridad alimentaria e impulsar el PBI mundial en casi 1 billón de dólares.

Mientras tanto, menos de la mitad de las mujeres participan activamente en el mercado laboral mundial, frente al 72% de los hombres, según el Fondo Monetario Internacional.

La incorporación de 5,9 puntos porcentuales más de mujeres a la población laboral activa podría impulsar las economías de los mercados emergentes hasta en un 8%.

Pero no hay fondos suficientes para cerrar esa brecha de género.

De hecho, existe un déficit anual "alarmante" de 360.000 millones de dólares en el gasto destinado a medidas de igualdad de género para 2030, según el balance anual de la ONU sobre los avances hacia la igualdad de género en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El lema de la ONU para el Día Internacional de la Mujer de este año, el 8 de marzo, es "Invertir en las mujeres: Acelerar el progreso".

Cada año, ONU Mujeres y el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU publican conjuntamente una actualización anual sobre los avances hacia el ODS5, que insta al mundo a "Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas".

El informe, Progresos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible: Perspectiva de género 2023, analiza los 17 ODS, cada uno de los cuales cuenta con indicadores específicos de género que "piden explícitamente el desglose por sexo y/o hacen referencia a la igualdad de género como objetivo subyacente".

A continuación se presentan algunas de las principales conclusiones y gráficos del informe Gender Snapshot, para algunos de los 17 objetivos.

Cerca de 1 de cada 10 mujeres vive hoy en la pobreza extrema y, al ritmo actual de progreso hacia el logro del ODS 1, todavía habrá más de 340 millones de mujeres y niñas que vivirán con menos de 2,15 dólares al día en 2030. Alrededor de dos tercios de esas mujeres vivirán en el África subsahariana. Para alcanzar el objetivo de erradicar la pobreza extrema, será necesario avanzar 26 veces más rápido.

Uno de los indicadores sanitarios clave son las tasas de mortalidad materna, que miden el número de mujeres que mueren durante o después del parto.

Aunque la mortalidad se redujo en todo el mundo en un tercio en las primeras dos décadas de este siglo, los avances se han estancado desde 2015 debido al elevado número de complicaciones durante el parto y al aumento de las enfermedades infecciosas y no transmisibles. En 2020, la mayoría de las muertes maternas (9 de cada 10) se produjeron en África subsahariana y Asia central y meridional (con un 70,4% y un 16,7%, respectivamente).

El Foro Económico Mundial puso en marcha la Alianza Mundial para la Salud de la Mujer en la reunión anual de Davos en enero de 2024, con el fin de acelerar la financiación para cerrar la brecha de salud de las mujeres.

El informe Cerrar la brecha sanitaria de las mujeres: una oportunidad de 1 billón de dólares para mejorar vidas y economías concluye que la brecha sanitaria de las mujeres equivale a 75 millones de años de vida perdidos cada año por mala salud o muerte prematura. Cerrar la brecha daría a los 3.900 millones de mujeres que hay hoy en el mundo siete días más de salud al año, y también podría impulsar la economía mundial en 1 billón de dólares de aquí a 2040.

A nivel mundial, ninguno de los 17 indicadores y subindicadores del ODS 5 se encuentra en el nivel de "objetivo cumplido o casi cumplido", y sólo dos están "cerca del objetivo". Uno de los principales problemas es la falta de datos disponibles para "supervisar los avances e incentivar las acciones políticas", según el informe. Los países carecen del 44% de los datos necesarios para el seguimiento del ODS 5.

Alcanzar la igualdad de género no es posible sin leyes que pongan fin a la discriminación contra las mujeres y promuevan la igualdad. Sin embargo, de los 120 países y zonas sobre los que existen datos, el informe concluye que 67 carecen de leyes que prohíban la discriminación directa e indirecta contra la mujer, mientras que en 53 países la legislación "no establece la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor".

Además, las mujeres dedican 2,8 horas más al día que los hombres al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, y sólo ocupan el 28,2% de los puestos directivos. Al ritmo actual, esta proporción aumentará hasta el 30% en 2050.

Aproximadamente 1 de cada 10 personas (9%) en el mundo no tiene acceso a la electricidad, y tres cuartas partes de ellas viven en el África subsahariana. Más de una cuarta parte de la población depende de combustibles y tecnologías contaminantes. Según la ONU, a menos que se acelere el progreso, se calcula que 341 millones de mujeres y niñas seguirán careciendo de electricidad en 2030, el 85% de ellas en el África subsahariana.

El acceso universal a la electricidad podría poner fin a la pobreza de 185 millones de mujeres de aquí a 2050, mientras que la transición a cocinas modernas podría reducir en 6,5 millones el número de muertes por contaminación del aire en hogares.

De los 16 indicadores de este ODS, seis son específicos de género. Los últimos datos disponibles muestran que en 2019 (antes de la pandemia), las mujeres ganaban solo 51 centavos por cada dólar que ganaban los hombres. Esto significa que la participación de las mujeres en el total de los ingresos laborales era de solo el 34%. En 2022, poco más del 60% de las mujeres de entre 25 y 54 años formaban parte de la población activa, frente a más del 90% de los hombres.

La llamada "penalización de la maternidad" explica gran parte de las diferencias salariales entre hombres y mujeres: cuando las mujeres sufren discriminación y trastornos en su carrera profesional después de tener hijos.

El informe Gender Snapshot afirma: "Las medidas para acelerar el progreso deben incluir la eliminación de los desequilibrios de género en los puestos de trabajo; el fomento de la transparencia salarial, por ejemplo, mediante auditorías de igualdad salarial; y el apoyo a los padres trabajadores mediante el acceso a guarderías económicas, permisos de paternidad remunerados y permisos parentales remunerados tanto para las madres como para los padres".

Mientras la Cuarta Revolución Industrial avanza a buen ritmo y las tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, determinan cada vez más el futuro del empleo y el crecimiento, las mujeres se están quedando rezagadas en campos fundamentales como la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.

En 2020, sólo uno de cada tres puestos de investigación a nivel mundial estaba ocupado por mujeres, y sólo uno de cada cinco empleos STEM. Los autores que figuran en las solicitudes internacionales de patentes presentadas en 2022 tenían cinco veces menos probabilidades de ser mujeres que hombres.

Con menos mujeres en la industria de la IA, el sesgo de género ya se está colando en la tecnología. El informe señala que los sistemas de reconocimiento facial y de voz diseñados por hombres reconocen mejor las voces masculinas y los rostros masculinos de piel más clara, mientras que las mujeres de piel más oscura son el grupo más clasificado erróneamente.

"Desafiar los prejuicios sociales, aumentar la educación de las mujeres y ampliar su participación en STEM son vitales para transformar la información y la tecnología de modo que trabajen por la igualdad de género", dice el informe.

El informe agrupa los cuatro ODS relacionados con el cambio climático y el entorno natural: Producción y consumo responsables, Acción por el Clima, Vida submarina y Vida de ecosistemas terrestres.

En él se constata que las temperaturas mundiales sin precedentes están incrementando los fenómenos e impactos climáticos, lo que tendrá un efecto desproporcionado sobre las mujeres, "aumentando significativamente la vulnerabilidad de éstas a la pobreza y el hambre, socavando los logros en materia de desarrollo conseguidos con tanto esfuerzo".

En el peor de los escenarios climáticos, el cambio climático puede empujar a la pobreza a otras 158,3 millones de mujeres y niñas (16 millones más que los hombres y niños). Mientras tanto, se prevé que la inseguridad alimentaria aumente en 236 millones de mujeres y niñas, frente a 131 millones de hombres y niños.

"Las inversiones en un paquete integral de estímulo de los ODS ayudarían a mitigar este efecto, reduciendo el número de mujeres que caen en la pobreza extrema de 158,3 millones a 43,3 millones."