5 condiciones que ponen de manifiesto la brecha sanitaria entre hombres y mujeres

Este artículo se publicó originalmente en octubre de 2023 y se actualizó por última vez en febrero de 2024.

En 2019, un estudio de casi 7 millones de personas en Dinamarca descubrió que a las mujeres se les diagnosticaban cientos de afecciones de salud cuando eran, de media, cuatro años mayores que los hombres.

Los diagnósticos de diabetes se produjeron cuatro años y medio más tarde, mientras que el cáncer se diagnosticó a las mujeres cuando tenían una media de dos años y medio más.

Los investigadores conjeturaron que podría estar en juego una combinación de genética y entorno, pero que los prejuicios de género también podrían ser en parte responsables de la diferencia.

El co-autor principal del estudio, Søren Brunak, de la Universidad de Copenhague, declaró a NBC News que los resultados le sorprendieron: "En general, los hombres tienden a ir al médico más tarde... Así que es de suponer que la diferencia de aparición es aún mayor". Así que presumiblemente la diferencia en el inicio es aún mayor".

Ese mismo año, la periodista británica Caroline Criado Pérez publicó su libro "La mujer invisible: Descubre cómo los datos configuran un mundo hecho por y para los hombres", que destapó la brecha de datos sobre la salud de las mujeres. Por ejemplo, en 31 ensayos médicos sobre insuficiencia cardiaca congestiva realizados a lo largo de 15 años, los participantes eran 3 hombres para cada mujer.

"Durante milenios, la medicina se ha basado en el supuesto de que los cuerpos masculinos pueden representar a la humanidad en su conjunto", declaró Criado Pérez al Evening Standard británico. "Como resultado, tenemos un enorme vacío histórico de datos cuando se trata de cuerpos femeninos. Las mujeres están muriendo, y el mundo médico es cómplice. Tiene que despertar".

Al año siguiente, la pandemia de COVID-19 provocó una disrupción en el acceso a la atención sanitaria en todo el mundo, y las mujeres se vieron afectadas de forma desproporcionada.

En su Reunión Anual en Davos, en enero de 2024, el Foro Económico Mundial puso en marcha la Alianza Global para la Salud de la Mujer, con el fin de cambiar el modo en que se financia y se prioriza la salud de la mujer para cerrar la brecha sanitaria de género.

La brecha sanitaria de género equivale a 75 millones de años de vida de las mujeres perdidos cada año por mala salud o muerte prematura. Cerrar la brecha daría a los 3900 millones de mujeres que hay hoy en el mundo siete días sanos más al año, o una media de 500 días a lo largo de la vida.

No sólo eso, sino que también podría impulsar la economía mundial en 1 billón de dólares de aquí a 2040, gracias a un menor número de muertes prematuras y de problemas de salud, y a una mayor capacidad de las mujeres para contribuir a la economía y la sociedad, según se desprende del informe Closing the Women's Health Gap: A $1 Trillion Opportunity to Improve Lives and Economies (Cerradola brecha sanitaria de las mujeres: una oportunidad de US$ 1 billón para mejorar vidas y economías).

En 2020, solo el 1% de la investigación e innovación sanitarias se invirtió en afecciones específicas de la mujer más allá de la oncología, según McKinsey.

Por cada dólar invertido en la salud de la mujer, el informe del Foro y el McKinsey Global Health Institute prevé que se obtendrían unos 3 dólares de crecimiento económico.

Cerrar la brecha sanitaria de la mujer significa aumentar el diagnóstico de las enfermedades femeninas. He aquí cinco de ellas que están subdiagnosticadas:

En el Reino Unido, las mujeres tienen alrededor de un tercio menos de probabilidades de someterse a una angiografía coronaria (que permite a los médicos ver estrechamientos u obstrucciones en los vasos sanguíneos) tras un infarto de miocardio con elevación del segmento ST (STEMI, por sus siglas en inglés), causado principalmente por cardiopatías.

Un estudio publicado en The Lancet Regional Health - Europe descubrió que las mujeres tenían más probabilidades de morir tras ser ingresadas en un hospital con un infarto grave, y que también tenían menos probabilidades de que se les recetara medicación para prevenir futuros infartos, como las estatinas.

Según investigaciones anteriores, las mujeres tienen un 50% más de probabilidades que los hombres de recibir un diagnóstico incorrecto tras un infarto.

Sonya Babu-Narayan, cardióloga y directora médica asociada de la British Heart Foundation, dijo al diario The Times que "las desigualdades profundamente arraigadas hacen que las mujeres estén subdiagnosticadas, subtratadas e insuficientemente atendidas".

La endometriosis se conoce como "la enfermedad olvidada" porque aún se sabe muy poco de ella y está subdiagnosticada.

A escala mundial, afecta al 10% de las mujeres y niñas en edad reproductiva, pero en Estados Unidos, por ejemplo, sólo se diagnostican dos de cada 10 casos, y el diagnóstico tarda más de siete años, e incluso más en el caso de las mujeres negras.

La cineasta, abogada y activista estadounidense Shannon Cohn dirigió recientemente el documental Below the Belt para arrojar luz sobre esta enfermedad, y habló con el podcast Radio Davos del Foro sobre su propia experiencia.

Cohn tuvo sus primeros síntomas dolorosos de la enfermedad cuando sólo tenía 16 años, pero después hubo un "enorme vacío de 13 años en el que los profesionales médicos no me creían, me decían que mis síntomas estaban en mi cabeza o que formaban parte de mi condición de mujer, o que estaba exagerando".

El número de niños diagnosticados de autismo es aproximadamente el triple que el de niñas, y a éstas se les suele diagnosticar más tarde que a los niños, o no se les diagnostica en absoluto, lo que puede dar lugar a problemas de salud mental en la edad adulta, según una investigación.

Los prejuicios médicos de género contribuyen a este subdiagnóstico en las mujeres, porque las niñas no suelen presentar los mismos comportamientos y síntomas que los niños, y aprenden a "enmascarar" los que no encajan con las normas sociales.

"Dado que las mujeres a menudo enmascaran y desafían las presentaciones autistas estereotipadas, las personas y las familias se ven obligadas a educar sin cesar a los demás y a abogar por sí mismas o por sus hijas para recibir los tratamientos, apoyos y adaptaciones que merecen", afirma la psicóloga clínica Karen Saporito.

Amira Ghouaibi, jefa de proyecto de la Iniciativa de Salud de la Mujer en el Foro Económico Mundial, cree que aún hay que investigar más por qué no se atienden las necesidades médicas de las mujeres, antes de que podamos alcanzar la igualdad de género en la sanidad.

"Toda mujer debe poder recibir una atención de calidad cuando y donde la necesite. Solo podremos conseguirlo cuando examinemos el estado de la brecha sanitaria y, a continuación, identifiquemos las mayores disparidades para fundamentar estrategias y políticas encaminadas a mejorar los resultados de salud de la mujer."

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es otra afección neurobiológica que suele coincidir con el autismo y que también está mal diagnosticada o subdiagnosticada en las mujeres. En los EE. UU., menos del 1% de las mujeres tienen un diagnóstico de TDAH, aunque el número está creciendo rápidamente, según los estudios.

En 2023, el análisis de un conjunto de datos encontró que la tasa de diagnóstico entre las mujeres de 23 a 49 años casi se duplicó entre 2020 y 2022, lo que, según el estudio, respalda los hallazgos de que las mujeres tienden a ser diagnosticadas más tarde en la vida que los hombres.

Al igual que ocurre con el autismo, los síntomas del TDAH se presentan de forma diferente en las mujeres, mientras que históricamente la investigación se ha centrado en los hombres con esta afección.

Según el estudio, se está cerrando la brecha entre mujeres y hombres en cuanto al diagnóstico: "Aunque los hombres siguen teniendo más probabilidades de ser diagnosticados de TDAH que las mujeres, la disparidad ha disminuido en los últimos 12 años.

"La proporción de hombres y mujeres diagnosticados con TDAH se redujo casi cinco veces durante ese tiempo, pasando de ser los hombres un 133% más propensos a ser diagnosticados con TDAH que las mujeres en 2010 a un 28% más propensos a ser diagnosticados con TDAH en 2022."

Las enfermedades autoinmunes son aquellas que estimulan las defensas inmunitarias del organismo para que se ataque a sí mismo. Estas incluyen el lupus, la psoriasis, la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide y las enfermedades tiroideas.

Tras el cáncer y las cardiopatías, las enfermidades autoinmunes son la tercera categoría de enfermedades más prevalentes.

Las mujeres representan la mayoría de las personas (80%) con enfermedades autoinmunes, pero tardan una media de cinco años en recibir un diagnóstico, según la Asociación Autoinmune Americana.

Recientes estudios realizados en Estados Unidos ponen de relieve por qué es necesario destinar más fondos a la investigación de enfermedades que suelen afectar más a las mujeres que a los hombres.

Científicos de la Universidad de Stanford han descubierto una molécula, Xist, que sólo existe en las mujeres. Esta molécula desencadena una respuesta química característica de las enfermedades autoinmunes y podría explicar por qué estas afecciones son más frecuentes en las mujeres.

Aunque los posibles tratamientos podrían estar muy lejos, Jeffrey Sparks, médico adjunto y director de inmuno-oncología y autoinmunidad del Brigham and Women's Hospital, que no participó en el estudio, declaró al Washington Post: "El cielo es el límite aquí... Una vez comprendidos los mecanismos fundamentales, se podría pensar en desarrollar terapias, detección precoz y prevención."