Los mercados emergentes deben prepararse para la revolución de la IA generativa. Esta es la razón
La IA generativa tiene el poder de revolucionar las economías y la vida cotidiana de las personas. Image: Getty Images/iStockphoto
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- Las herramientas de IA generativa, como ChatGPT, ofrecen un gran potencial para los mercados emergentes, entre otras razones, para mejorar los medios de vida y acortar el camino hacia el desarrollo sostenible.
- No solo podrían estos mercados reducir las barreras de entrada y los costes de funcionamiento de la economía, sino también aumentar la transparencia gubernamental y reducir la corrupción.
- Sin embargo, los beneficios de la IA generativa no se materializarán automáticamente y necesitarán de la cooperación público-privada para aprovechar todo su potencial.
El potencial y el abanico de oportunidades que ofrecen las herramientas de inteligencia artificial generativa (IA) como ChatGPT se hacen evidentes para un usuario tras unos pocos minutos de interacción con ellas.
Para los países en desarrollo, herramientas como éstas encierran la promesa de elevar el nivel de vida y acortar el camino económico hacia la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible a través de dos vías principales:
- Potenciar las iniciativas del sector privado: Las herramientas de IA generativa pueden reducir drásticamente las barreras de entrada y los costes operativos para los emprendedores, permitiéndoles crear modelos de negocio innovadores y escalables que pueden saltar por encima de los enfoques tradicionales. Algunas aplicaciones concretas con potencial inmediato son el acceso al crédito y a los servicios financieros para una parte mucho más amplia de la población, la mejora de los resultados educativos a través del aprendizaje personalizado, la optimización de la atención médica gracias a la detección precoz de enfermedades y la atención virtual, y la mejora del rendimiento de los cultivos a través de la optimización del uso de la tierra, entre muchas otras.
- Mejorar la provisión de bienes y servicios públicos: La tecnología puede ser decisiva para aumentar la transparencia gubernamental, mejorar el control de la corrupción, superar las limitaciones de las infraestructuras, desplegar herramientas de conservación del medio ambiente, instituir sistemas de alerta temprana para gestionar las catástrofes naturales y mejorar el relacionamiento entre el poder público y los ciudadanos.
Sin embargo, estas oportunidades no se materializarán automáticamente. Aprovechar el poder de la IA generativa requiere una cooperación activa entre los sectores público y privado. Sin la participación del sector público, los países carecerán de la cantidad necesaria de inversión tanto en capital humano como físico.
Los mercados emergentes carecen a menudo de la banda ancha necesaria para la IA generativa
En este momento, por ejemplo, la mayoría de la población de muchos países en desarrollo no tiene el acceso generalizado a Internet de alta velocidad que requieren las aplicaciones avanzadas de IA generativa.
Los abonos a la banda ancha por cada 100 habitantes en países como India, Indonesia, Filipinas, Sudáfrica y Perú son solo una pequeña fracción de lo que ocurre en los países desarrollados, según el Banco Mundial. Se puede llegar a una conclusión similar al examinar los datos sobre la disponibilidad de arquitecturas de red 5G o centros de datos.
Sin embargo, en conversaciones recientes con responsables políticos de diversos mercados emergentes, no he percibido una verdadera sensación de urgencia y prioridad en estos temas.
Las preguntas sobre qué iniciativas concretas tienen previsto adoptar para aprovechar el poder de la IA generativa en beneficio de su país suelen recibir respuestas genéricas -con planes difíciles de distinguir de los aplicados para adoptar otros avances tecnológicos, por ejemplo- o sugieren la necesidad de una comprensión y apreciación más completas de las capacidades presentes y futuras de la tecnología.
Del mismo modo, sin un ecosistema dinámico del sector privado, los países carecerán de la capacidad de llevar a tiempo al mercado los beneficios de la IA generativa, es decir, al espectro de usuarios finales, incluidos particulares, empresas y organismos e instituciones gubernamentales.
En este sentido, queda mucho trabajo por hacer. En la actualidad, el sector tecnológico de muchos mercados emergentes obtiene una mala puntuación en términos de madurez y capacidad de innovación, según el último Índice de Preparación de los Gobiernos para la IA, elaborado por Oxford Insights.
La preparación ante la IA debe ser una prioridad en los países en desarrollo
Todo ello presenta amplias oportunidades de desarrollo. Pero, en primer lugar, la mejora de la preparación para la IA debe figurar entre las prioridades políticas de los mercados emergentes.
La falta de cooperación inmediata entre los sectores público y privado no solo supondría no aprovechar la promesa de la tecnología, sino que también se traduciría en una mayor exposición a múltiples riesgos relacionados, entre los que se incluyen:
- Creciente brecha tecnológica: Una mayor brecha entre quienes tienen conocimientos y acceso a herramientas avanzadas de IA generativa y quienes carecen de ellos podría provocar un aumento de la desigualdad de ingresos y riqueza no sólo entre países, sino también dentro de un mismo país, lo que a su vez podría provocar tensiones y conflictos sociales más graves.
- Alteraciones del mercado laboral: Existe la preocupación generalizada de que la IA generativa pueda reducir el valor de ciertas habilidades, incluso cuando algunas nuevas surjan como altamente valiosas. El servicio de atención al cliente -por citar un ámbito en el que muchos mercados emergentes se han beneficiado de la externalización de los países desarrollados- está en peligro.
- Disminución de la confianza pública y aumento de la inestabilidad política: La preocupación por la información falsa y las noticias falsas ha alcanzado máximos históricos en muchos mercados emergentes, según el último informe del Barómetro de Confianza de Edelman. La IA generativa puede exacerbar estas amenazas, haciendo aún más difusas las fronteras entre los contenidos reales y los generados por inteligencia artificial. Ninguna sociedad sana puede funcionar sin confianza, y los sistemas democráticos parecen ser los más expuestos al riesgo de ruptura.
Muchos mercados desarrollados ya reconocen el potencial y los riesgos de la IA generativa, y sus gobiernos exploran activamente formas de hacer que la tecnología funcione tanto para las empresas como para la sociedad. Lo que está en juego no puede ser mayor. Ha llegado el momento de que los mercados emergentes se preparen para la revolución de la IA.
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