Aeropuertos del Mañana: de centros de pasajeros a centros energéticos

Los aeropuertos están en el centro del reto de la descarbonización y en primera línea para aportar soluciones. Son infraestructuras complejas que dependen de interdependencias entre múltiples partes interesadas. Las actividades controladas por los aeropuertos representan ∼3% de las emisiones totales de la industria de la aviación. Por esta razón, los aeropuertos se están replanteando cómo sus infraestructuras podrían diseñarse y operarse para reducir su huella ambiental y aumentar su impacto económico positivo.

El concepto de aeropuertos como centros energéticos se refiere a la construcción de un ecosistema aeroportuario único que sitúe la producción de energía renovable en el centro de las operaciones a fin de descarbonizar todas las actividades relacionadas con los aeropuertos y en sus inmediaciones. Reconociendo que esto requerirá tiempo e inversión considerables, esbozamos cinco áreas en las que algunos aeropuertos ya pueden empezar a adoptar esta transición:

Los aeropuertos no son solo instalaciones para que aterricen y despeguen los aviones. Tienen un papel integrador clave. También son polos económicos donde se establecen empresas, donde prospera la economía y donde vive la gente. Su desarrollo como polos energéticos podría apuntalar las oportunidades de crecimiento económico y diversificación, creación de empleos verdes e industrialización y oportunidades educativas en torno a estos sectores de energía verde. Los aeropuertos también pueden ayudar a las pequeñas y medianas empresas (PYME) y a los centros industriales de su entorno a descarbonizarse, ya que estas empresas probablemente tendrían dificultades para financiar por sí solas una transición al hidrógeno o a una tecnología equivalente; pero con un aeropuerto a la cabeza, otros podrían aprovechar la oportunidad.

Los aeropuertos son ciudades de tamaño pequeño o mediano y consumen grandes cantidades de energía. Para satisfacer las necesidades energéticas de los aeropuertos de forma limpia y constante, es necesaria una electrificación holística de todo el ecosistema aeroportuario, que abarque desde la movilidad desde, hacia y en el aeropuerto, tanto en el lado aire como en el lado tierra, e incluya la producción de energía limpia. La combinación adecuada de estas soluciones podría reducir drásticamente las emisiones de los aeropuertos.

Los aeropuertos tienen el potencial de ser un vector energético para la movilidad terrestre en el lado aire, incluidos camiones, autobuses y equipos de apoyo en tierra, así como para el acceso terrestre a los aeropuertos, como autobuses públicos, lanzaderas, taxis y vehículos de transporte compartido. Para ello, los aeropuertos deben convertirse en centros energéticos capaces de producir y distribuir energía limpia, abundante y rentable. Además de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la electrificación del ecosistema aeroportuario también conlleva importantes beneficios, como el aumento de la calidad del aire local, el ahorro de costes energéticos, la mejora de la seguridad energética y un impacto positivo en la comunidad local.

Los actuales aeropuertos son, ante todo, grandes agregadores de demanda energética. Como tales, podrían generar economías de escala para la producción y licuefacción de hidrógeno in situ. Esto noo permitiría descarbonizar sus propias operaciones, sino también las posteriores, incluidas las emisiones de la industria y las empresas situadas a su alrededor. Además, una solución de este tipo eliminaría la necesidad de transportar hidrógeno desde las instalaciones de producción hasta el aeropuerto, evitando emisiones adicionales.

Los combustibles de aviación sostenibles (SAF) son la mayor parte de la solución para descarbonizar la aviación. Aunque los aeropuertos no suelen participar en la adquisición de combustible, pueden ser actores clave para facilitar su despliegue. Todas las partes implicadas en la cadena de producción, transporte y distribución de SAF pueden asociarse para compartir las mejores prácticas y realizar estudios de viabilidad y proyectos piloto.

Por último, los aeropuertos necesitan grandes cantidades de energía para calentar y refrigerar los edificios y las terminales, que suele proceder de la generación de electricidad fuera de las instalaciones. En la mayoría de los casos, los operadores aeroportuarios tienen una capacidad limitada para modificar la red eléctrica, por lo que la huella ambiental de la calefacción y la refrigeración podría mitigarse mediante el hidrógeno u otras fuentes de energía renovables.

Con el objetivo de encontrar respuestas a estas y otras preguntas, el Foro Económico Mundial, junto con el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI), lanza Aeropuertos del Mañana. Esta iniciativa movilizará a las partes interesadas del ecosistema aeroportuario, y más allá, para abordar algunas de las cuestiones clave, como por ejemplo: ¿cómo apoyar la descarbonización de la red global? ¿Cómo incentivar y facilitar el acceso de los aeropuertos a la financiación verde? ¿Cuáles son las necesidades energéticas y de infraestructuras previstas para los aeropuertos del futuro? ¿Cómo podemos apoyar eficazmente el desarrollo de casos empresariales viables y asociaciones que respalden la transición de los aeropuertos?

Los aeropuertos están adoptando la innovación y el cambio, incluidas las tecnologías emergentes y disruptivas, para promover una transformación positiva del ecosistema de la aviación y una transición hacia el neto cero. Hacerlo es la única forma de avanzar. Reforzará el papel de los aeropuertos a la hora de contribuir positivamente al desarrollo sostenible de las regiones a las que sirven, mejorando el bienestar y la salud financiera de las comunidades locales y contribuyendo a una transición energética global y justa.

Con el apoyo de los gobiernos y la colaboración de las partes interesadas a lo largo del ecosistema de la aviación, incluidos los productores de energía, los responsables políticos y la comunidad financiera en general, juntos podemos hacer de la transición a cero emisiones netas en los aeropuertos una historia de éxito, al tiempo que mejoramos un futuro sostenible y resistente para los aeropuertos del mañana.