5 formas de reducir la factura energética de tu casa

Mantener el calor y el funcionamiento de nuestras casas sin arruinarse se está convirtiendo en un reto creciente para millones de personas.

El aumento del coste de la energía se suma a la inflación, mientras que la guerra en Ucrania amenaza el suministro de gas a gran parte de Europa a medida que se acerca el invierno. Todo ello se traduce en un aumento de las facturas de los hogares.

Veamos los antecedentes antes de analizar las formas de reducir los costes energéticos domésticos.

Como ilustra el gráfico de Statista anterior, (cifras de julio de 2022) el precio del gas ha subido más de un 50% en la UE desde 2018 y ha subido 10,7 puntos porcentuales este año, los costes de la electricidad han subido casi un 30% desde 2018. La inflación energética global en la UE para 2022 se sitúa en el 41%, con una subida de 14,1 puntos porcentuales en 2022.

Muchos países de Europa están estableciendo topes a los precios de la energía para proteger a los consumidores de todo el impacto de la inflación energética, como explica este informe de la BBC.

El análisis del Fondo Monetario Internacional, ilustrado en el siguiente gráfico, sugiere que esos topes de precios serán vitales para las familias con bajos ingresos, que son las más afectadas por los aumentos del precio de la energía en casi todos los países de Europa.

Hay muchas maneras de reducir el consumo de energía en nuestros hogares. El primer paso es saber qué electrodomésticos consumen más energía y, a continuación, encontrar la manera de optimizar su uso.

Según un estudio de la UE, la calefacción y la refrigeración de las habitaciones y el suministro de agua caliente en el hogar representan casi el 80% del consumo energético doméstico. El ahorro en estos ámbitos puede resultar eficaz. Hay muchas otras pequeñas acciones que podemos llevar a cabo y que pueden suponer un ahorro significativo.

Según la organización de consumidores británica Money Saving Expert, se reduce la factura energética en un 4% por cada grado que se baje el control de la temperatura de la calefacción.

Los revestimientos de los depósitos de agua y los revestimientos de las tuberías son baratos y fáciles de instalar. Según el Energy Saving Trust, se recupera rápidamente el gasto y se consigue un ahorro continuo.

Bloquea los huecos alrededor de puertas y ventanas, dice el Energy Saving Trust. Los huecos permiten que el aire frío entre en la casa y que el calor se escape. Si tu casa tiene chimeneas sin usar, bloquéalas con un globo de chimenea o con almohadas viejas.

Utilizar las lavadoras y los lavavajillas sólo con cargas completas para reducir el número de ciclos es el consejo de America Saves.

Reducir la duración de la ducha en tan sólo un minuto puede suponer un importante ahorro en la factura energética. Además, los que disponen de un contador de agua pueden ahorrar en la factura, dice Money Saving Expert.

Haciendo pequeños ajustes en el funcionamiento de nuestros hogares, todos podemos reducir nuestro consumo de energía y ahorrar dinero en las facturas. También estaremos contribuyendo en cierta medida a reducir la amenaza del cambio climático. Una investigación realizada por la London School of Economics y el Grantham Research Institute on Climate Change and the Environment ha descubierto que, "en la Unión Europea, los edificios consumen el 40% de la energía total y emiten el 36% de las emisiones totales de CO2".

Aunque sólo un cambio sistémico fundamental creará el impacto necesario para reducir la amenaza del calentamiento global, es importante reconocer las cosas que podemos hacer. Las acciones que cada uno de nosotros lleva a cabo en nuestros hogares pueden parecer insignificantes, pero juntas suman un mayor impacto global sobre el cambio climático.

Todos podemos empezar por bajar la calefacción un poco.