Día Mundial del Refugiado: 4 expertos explican cómo los líderes pueden apoyar a los grupos marginados en el lugar de trabajo

La pandemia del COVID-19 puso de manifiesto que somos una comunidad global e interconectada, y que nuestra salud y seguridad colectivas están vinculadas a la salud de los más marginados de la sociedad. Mientras la crisis sanitaria mundial hace estragos, los refugiados y los grupos desplazados siguen viéndose afectados de forma desproporcionada. Las restricciones a la circulación y el cierre de fronteras han dejado a un gran número de refugiados excluidos de los programas de apoyo de gobiernos y han agotado sus medios de vida y fuentes de ingresos.

Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), una de cada 88 personas del planeta se ha visto obligada a huir de su hogar. Más de 89 millones de personas estaban desplazadas en el mundo a finales de 2021.

Entre ellas, al menos 27 millones son refugiados, y más de la mitad son jóvenes menores de 18 años. También hay millones de apátridas, a los que se les ha negado la nacionalidad y carecen de acceso a derechos básicos como la educación, la sanidad, el empleo y la libertad de circulación.

Mientras empezamos a salir de la pandemia y buscamos "construir mejor hacia adelante", lograr una mayor cohesión social promoviendo la inclusión de los migrantes y los grupos marginados requiere que hagamos que la migración funcione para todos.

Para conmemorar el Día Mundial del Refugiado, cuatro de los Jóvenes Líderes Globales del Foro Económico Mundial reconocen el esfuerzo de millones de personas que escapan de los conflictos, la persecución, la violencia y las violaciones de los derechos humanos en busca de una vida digna, y comparten lo que creen que deberían hacer los líderes para garantizar que las personas de grupos marginados se sientan seguras en el lugar de trabajo.

Rebecca Heller, Directora Ejecutiva y Cofundadora del Proyecto Internacional de Asistencia para los Refugiados (IRAP)

El trabajo del IRAP se enfoca en capacitar a las personas desplazadas para que tengan acceso a la asistencia jurídica y a la información que necesitan para seguir el camino hacia la seguridad con dignidad y agencia. Para proporcionar los mejores servicios posibles a nuestros clientes, las personas con experiencia directa en el desplazamiento deben involucrarse en todos los niveles de nuestro trabajo.

Por ello, el IRAP ha dado prioridad a la inversión de tiempo y recursos para comprender y responder a las necesidades de los empleados con experiencia directa de desplazamiento y otras formas de marginación. Para crear realmente un entorno más solidario para todos los empleados, debemos aspirar siempre a que las acciones y los compromisos concretos sigan a nuestras palabras.

Lady Mariéme Jamme, Directora de Sostenibilidad y Fundadora de iamtheCODE

Para garantizar la seguridad en el espacio de trabajo de las comunidades marginadas, creo que es esencial movilizar a profesionales empáticos que puedan demostrar valores humanos de compasión y amabilidad para apoyarlos desde el primer día.

A menudo, este grupo se siente alienado y abandonado. Por lo tanto, el establecimiento de relaciones desempeña un papel crucial en la formación de un sistema de colaboración eficaz que fomente la inclusión en lugar de promover la competitividad.

Los líderes también deben garantizar que las personas sientan que pueden pertenecer a una comunidad o red de confianza para que, cuando se sientan vulnerables, alguien pueda prestar atención, cariño y cuidado a sus preocupaciones. La humanidad debe estar en el centro de los lugares de trabajo ahora, especialmente después deL COVID-19.

Zoya Lytvyn, Fundadora y Directora de Osvitoria

Alrededor de 6,2 millones de personas han huido de sus hogares desde la invasión de Rusia en Ucrania. La mayoría son mujeres y niños. Esperaban que la guerra terminara rápidamente. Pero aún continúa, por lo que ahora las mujeres entienden que deben seguir trabajando para mantenerse a sí mismas y a sus familias. Por ello, los dirigentes de los gobiernos de muchos países se preguntan cómo integrar a los refugiados en la vida social y económica. Veo dos áreas importantes a la hora de trabajar con los desplazados ucranianos: una, proporcionar apoyo mental a los niños y a los adultos; la segunda, facilitar el acceso a la educación y a los programas de adaptación para ambos.

En cuanto a la segunda área, la ONG Osvitoria puso en marcha la Escuela Online de toda Ucrania. Casi 500.000 niños ucranianos de más de 120 países reciben educación en la plataforma. Para los niños y sus padres, es un rincón de estabilidad en tiempos de guerra. Mientras los niños estudian, sus madres pueden dar los primeros pasos para encontrar trabajo y adaptarse a la nueva realidad.

Los refugiados y desplazados pueden ser grandes empleados, aportando diversidad y nuevas perspectivas a su nuevo lugar de trabajo, pero primero los empleadores deben apoyar su salud mental, invertir en su adaptación y facilitar el acceso a la educación y a las guarderías para los niños.

Neema Kaseje, Cirujano, Médicos Sin Fronteras

Las mujeres y las niñas constituyen al menos el 50% de cualquier población de refugiados, desplazados internos o apátridas. Suelen ser más vulnerables y sus necesidades sanitarias persisten y a menudo aumentan durante la violencia y los desplazamientos provocados por los conflictos. A pesar de ello, las mujeres, incluidas las refugiadas, no están representadas en el liderazgo sanitario mundial. Según la OMS y Women in Global Health, el 75% de los responsables de la toma de decisiones en materia de salud son hombres, lo que conduce a la exclusión de perspectivas clave y a la aplicación de soluciones que a menudo están mal adaptadas al contexto en cuestión y, por tanto, tienen menos probabilidades de ser impactantes y sostenibles.

Para resolver el problema de la escasa representación de las mujeres líderes, incluidas las refugiadas, en la sanidad mundial, se requiere una acción colectiva que no sólo busque y contrate activamente a mujeres líderes en puestos de liderazgo, sino que los esfuerzos deben incluir el desarrollo activo de una cantera de mujeres líderes en el ámbito de la salud procedentes de grupos marginados y vulnerables que deben sentirse seguras en sus entornos de trabajo. Para garantizar que las mujeres líderes de grupos marginados se sientan seguras en sus entornos de trabajo, las líderes actuales deben hacer lo siguiente