3 habilidades para inspirar a tu equipo ante líderes negativos

Muchos podrían pensar que en plena era moderna, rodeados de tecnología y con una agenda social orientada a la diversidad, los discursos y acciones discriminatorias contra la mujer no existen o se limitan a zonas remotas con poco acceso a la información. Por ello, sorprende ver que el líder de una de las naciones más importantes del mundo se ha constituido como el principal promotor de conductas poco o nada ejemplares.

Desde su campaña presidencial, más allá de la gran cantidad de escándalos que lo rodearon, llamó la atención la manera despectiva en que Donald Trump se refería a las mujeres, una forma de violencia pasiva que ocurre en el ámbito público, en los hogares y, por supuesto, en las oficinas donde las ejecutivas luchan diariamente por ascender a posiciones de liderazgo.

Eso, sumado a los comportamientos que hemos visto en las últimas semanas, provocó un hecho sin precedentes: Más de dos millones y medio de mujeres alrededor del mundo hicieron oír su voz en una marcha global para exigir desde el respeto a las minorías, hasta igualdad salarial con los hombres. Así pues, con la leyenda “los derechos de la mujer, son derechos humanos” y miles de mensajes plasmados en pancartas, la lucha diaria de las féminas se abrió al mundo.

¿El reto? Impactar y modificar la situación, sentar precedentes, marcar límites y redefinir el perfil de un buen líder en un momento marcado por la diversidad como clave para el crecimiento social y económico.

Esto nos confirma que encabezar una empresa o país en el mundo actual, va más allá de tener un título que respalde nuestra posición. Las conductas, comportamientos y valores se consolidan como las bases del éxito de un presidente o director de una institución (cualquier que esta sea), ante un país, compañía o sociedad.

Frente a esta crisis, resulta ideal conocer las habilidades y competencias que un líder debe tener y ejercer en la actualidad, con el objetivo de evaluar si contamos, o no, con ellas e identificar cuáles debemos reforzar. A continuación, recomiendo tres factores clave:

1. Liderazgo Transformacional: Un líder transformador inspira, motiva y propicia la creatividad en su equipo, a través de valores y principios que fomentan apertura a cambios y nuevas oportunidades que benefician a la organización. Su principal diferenciador es la disposición de guiar e influir positivamente en las personas.

2. Pensamiento Diverso: El respeto y la tolerancia son valores fundamentales en las relaciones humanas; por ello, un buen líder consolida un equipo de alto nivel sin tomar en cuenta género, creencias, nacionalidades, etc. Lo más importante es sumar talento y apoyarlo.

3. Comunicador asertivo: Tener habilidades para expresar de forma clara y concisa lo que se siente y piensa, genera confianza y un ambiente ideal para tomar decisiones correctas en el momento preciso. Valorar la opinión de los demás tanto como la propia y aprender a escuchar, son competencias que llevan al éxito.

La principal enseñanza del momento que estamos viviendo es que, como líderes, debemos enriquecernos tanto personal como profesionalmente, y a su vez promover en nuestros equipos la buena disposición de enfrentar cualquier clase de escenario con ímpetu positivo. De esta forma, seremos los principales agentes de cambio para erradicar la violencia hacia mujeres y hombres en todas sus formas.