Por qué los estándares serán la pieza clave de la implementación de la COP30

¿Será la COP30 en Belém la 'COP de la implementación' que Brasil busca con tanta determinación? Sin duda, muchos puntos ya se han negociado y, al menos en teoría, deberían estar listos para implementarse.

Pero, ¿qué es lo que realmente impulsa la transición de la teoría a la práctica? La voluntad política y las políticas son factores importantes, al igual que unos incentivos económicos claros. Sin embargo, otros ingredientes clave que considero cruciales son las herramientas y los marcos adecuados que facilitan la implementación y favorecen la acción.

Los estándares, ya sean acordados a nivel internacional o regional, son un buen ejemplo de este tipo de herramientas. Estos abarcan todos los aspectos de la vida moderna, desde la calidad de tu teléfono y la silla de carro para tu bebé hasta la integridad estructural del edificio en el que te encuentras, pasando por los sistemas de gestión ambiental que rigen las principales empresas y sectores.

Este año, nuestra labor en la Organización Internacional de Estándares (ISO) ha alcanzado un nuevo nivel. Nuestra organización se ha asociado con el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHGP), una iniciativa conjunta del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) y el World Resources Institute (WRI), con el fin de crear un nuevo conjunto de herramientas para medir e informar sobre las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

Esta iniciativa señala la llegada de una herramienta unificada, mundialmente reconocida y que goza de confianza universal para calcular y rendir cuentas sobre las emisiones de carbono. Básicamente, proporcionando el marco para apoyar la implementación en esta área vital.

Medir es la base para evaluar el progreso, y calcular las cifras de emisiones de carbono es uno de los pocos procesos sólidos que existen para ayudar a cuantificar, monitorear y, en consecuencia, abordar las emisiones que contribuyen al cambio climático.

El nuevo conjunto de herramientas, que servirá de base para un estándar de contabilización de GEI a nivel de producto, impulsará la capacidad de gobiernos y empresas de todo el mundo para medir e informar con precisión sobre sus emisiones de GEI.

Aunque el clima se ha vuelto una especie de saco de boxeo político, la realidad es que las empresas se enfrentan a crecientes requisitos de información —incluso sobre las emisiones de Alcance 3, que son notoriamente difíciles de evaluar— como resultado del aumento de la regulación y la presión de los inversionistas.

Lo que también llama la atención de esta alianza es que se trata de una iniciativa pionera en un proceso más amplio de consolidación en curso. A medida que nuestra comprensión colectiva del cambio climático ha ido evolucionando, se han creado conjuntos de herramientas, sistemas y directrices bienintencionados, pero a menudo contrapuestos.

Lo que estamos viendo ahora es el surgimiento natural de las más sólidas, a medida que las partes interesadas reclaman una mayor armonización y universalidad. Lógicamente, si todos intentamos evaluar el progreso hacia el objetivo de cero emisiones netas, necesitamos la misma herramienta de medición, y no variantes regionales y sectoriales.

Esta alianza es un paso adelante en este sentido, porque reúne la popular serie 1406X de la ISO, utilizada por gobiernos y organizaciones para la contabilidad y la presentación de informes sobre las emisiones de carbono, y el Estándar Corporativo de Contabilidad y Reporte del Protocolo de Gases de Efecto Invernadero, que sustenta gran parte de la contabilidad y la regulación de los gases de efecto invernadero en el mundo, con el fin de crear un único conjunto de estándares confiables para la contabilidad de los gases de efecto invernadero.

De este modo, se crea un lenguaje común y universal muy necesario, que mejora la presentación de informes, apoya la toma de decisiones estratégicas, aumenta la eficiencia y ahorra costo.

La alianza llega en un momento en el que se depositan grandes esperanzas en la COP30 para acelerar el progreso climático, concretamente en las áreas de financiación y rendición de cuentas. La alianza se encuentra en una posición ideal para apoyar este objetivo. Un sistema sólido, verificable y totalmente transparente para medir con precisión las emisiones de gases de efecto invernadero es fundamental para desbloquear más fondos para la financiación climática.

La necesidad de complementariedad y alineación en todo el panorama climático nunca ha sido tan clara. Como subraya el llamamiento de la Presidencia brasileña de la COP30, la fragmentación corre el riesgo de ralentizar el progreso en un momento en que la aceleración es esencial.

En la ISO, observamos esto en nuestros miembros y socios de todo el mundo, desde gobiernos hasta empresas y usuarios de estándares, que buscan coherencia, claridad e interoperabilidad, y no duplicación o competencia.

Por eso, nuestra alianza estratégica con el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero representa algo más que una simple colaboración técnica. Refleja el compromiso de romper los silos y reunir los marcos más sólidos existentes para servir al bien público mundial.

Estos esfuerzos se basan en el proceso consensuado y reconocido a nivel mundial de la ISO: un proceso diseñado para ofrecer herramientas eficaces, responsables y de confianza que respondan a las necesidades tanto de los usuarios como de los reguladores.

Es posible que lo que hacen la ISO y sus socios no sea muy emocionante, pero producirá un cambio tangible y positivo. Nuestro primer grupo de trabajo en el marco de la alianza ya está en marcha. En una sesión celebrada durante la jornada temática sobre transformación sistémica de la COP30, hicimos hincapié en la importancia de generar confianza en la contabilidad del carbono de cara al futuro.

Solo acelerando la acción climática apoyaremos mejor a los ciudadanos, las economías, los gobiernos y las empresas del mañana. La transición ya está en marcha; es más una cuestión de velocidad que de dirección. Esto subraya la importancia de la implementación y por eso necesitamos herramientas y marcos que faciliten la acción.

Seguimos comprometidos a trabajar abiertamente con todos los actores que comparten esta visión, garantizando que la arquitectura global para la contabilidad de GEI sea coherente y sólida. En un espacio saturado y en constante evolución, nuestro objetivo no es crear otro sistema que compita con los demás, sino ofrecer una base unificadora y confiable que permita una acción climática real y escalable.