La energía de los centros de datos podría calentar tu casa. Así es como

El calor residual de los centros de datos puede canalizarse hacia los hogares cercanos. Image: REUTERS/Sergio Perez
- Los centros de datos, la columna vertebral de nuestro mundo cada vez más impulsado por IA generativa, consumen enormes cantidades de electricidad y producen cantidades significativas de calor.
- Algunos países, especialmente en Europa, están liderando el camino en la reutilización de este calor residual para suministrar energía a viviendas y empresas.
- Aunque desviar el calor de los centros de datos no es una solución completa, es un paso crucial para equilibrar los beneficios de la IA con su impacto climático, según destaca el Foro Económico Mundial en su informe La paradoja energética de la inteligencia artificial.
Cada vez que le haces una pregunta a ChatGPT, o a cualquier otro chatbot de IA generativa, su servidor consume 0,14 kilovatios-hora de electricidad para responder a esa consulta, lo que equivale al consumo de 14 bombillas LED durante una hora. Y esa pregunta y respuesta son datos digitales que hay que almacenar.
Hasta 2024, el mundo había creado 149 zettabytes de datos. Para 2028, se espera que la creación de datos a nivel global alcance casi los 400 zettabytes. Si tenemos en cuenta que 1 zettabyte equivale a 1 000 000 000 000 000 000 000 (o 1 sextillón) de bytes de capacidad de almacenamiento, nos hacemos una idea de la inmensidad de esta montaña de datos que no deja de crecer.
Las empresas de centros de datos se esfuerzan por hacer frente a esa demanda y mantener la temperatura de los servidores. El consumo constante de energía hace que estos se calienten cada vez más y requieran sistemas de refrigeración para evitar el sobrecalentamiento. Un estudio realizado el año pasado por el Washington Post reveló que generar un correo electrónico de 100 palabras requiere el equivalente a una botella de agua para mantener una temperatura adecuada.
Por supuesto, todo ello va en contra de la sostenibilidad. Sin embargo, algunos países y organizaciones están encontrando formas de convertir este enorme consumo energético en una actividad más respetuosa con el medio ambiente. Una forma es canalizar el calor generado por los centros de datos hacia los hogares y las empresas del entorno.
Aprovechar el calor de los centros de datos
Con este enfoque, el exceso de calor de los centros de datos se convierte en calefacción urbana, básicamente mediante un sistema de tuberías aisladas que parten del centro de datos y se distribuyen a varios edificios de las inmediaciones.
Como muestra el gráfico anterior, Estados Unidos es, con diferencia, el país con más centros de datos del mundo. De hecho, son tantos que la Administración de Información Energética de Estados Unidos ha anunciado recientemente que estas instalaciones elevarán el consumo eléctrico del país a niveles récord este año y el próximo. Sin embargo, Estados Unidos no está a la vanguardia en la adopción del calor residual. Europa, y en particular los países nórdicos, están allanando el camino.
En Suecia, se ha puesto en marcha una iniciativa denominada Stockholm Data Parks, en colaboración con líderes políticos y de la industria, para calentar los hogares utilizando el calor residual generado por los centros de datos de la capital, Estocolmo. El objetivo es gestionar los centros de datos de forma que no se desperdicie calor. En la vecina Finlandia, Nebius ha establecido un centro de datos sostenible en Mäntsälä, que recupera alrededor de 20 000 MWh de energía al año, suficiente para calentar el equivalente a 2500 hogares finlandeses.
A una hora en automóvil, cerca de Helsinki, Microsoft está construyendo toda una "región de centros de datos" que, según la empresa, "será el mayor proyecto del mundo para reciclar el calor residual de los centros de datos"; una vez finalizado, se espera que caliente la segunda ciudad más grande de Finlandia, Espoo, así como otros dos municipios vecinos.
En Irlanda, el Programa de Calefacción Urbana de Tallaght ahorró 1100 toneladas de CO2 en su primer año de funcionamiento, redirigiendo el calor residual de un centro de datos de Amazon a edificios locales. Y en el Reino Unido, la alcaldía de Londres anunció recientemente planes para una nueva red de calefacción urbana en el oeste de la ciudad, con la que se espera calentar más de 9000 hogares a través de centros de datos locales.
La paradoja de los centros de datos
Aunque redirigir el calor residual de los centros de datos no es la panacea, es un paso importante que deben dar los países ahora que la IA generativa se ha integrado en la vida cotidiana. En un escenario futuro, la Agencia Internacional de la Energía prevé que los centros de datos consumirán el 3% de la demanda mundial de electricidad en 2030, por lo que el desafío consiste en equilibrar los beneficios de la IA con sus efectos en cadena sobre el clima.
Este tema se aborda en el reciente informe técnico del Foro Económico Mundial, La paradoja energética de la inteligencia artificial, que reconoce que los sistemas de IA "ofrecen tanto desafíos como oportunidades".
¿Qué está haciendo el Foro Económico Mundial en el ámbito de la cuarta revolución industrial?
El informe destaca las alianzas, los marcos y las políticas clave para apoyar la adopción sostenible de la IA e identifica cuatro áreas que deben monitorearse:
- Despliegue de la IA para la descarbonización
- Uso transparente y eficiente de la electricidad en la IA
- Innovación en tecnología y diseño
- Colaboración eficaz entre ecosistemas.
El documento también desglosa el consumo eléctrico de los centros de datos, en los que los equipos informáticos representan entre el 40% y el 50% de las necesidades energéticas, los sistemas de refrigeración entre el 30% y el 40%, y los componentes auxiliares, como la seguridad y la iluminación, entre el 10% y el 30%. Según el informe, la creación de centros de datos energéticamente más eficientes requiere diversas estrategias, entre ellas la reutilización del calor.
Como ejemplo de colaboración exitosa, se cita el centro de datos de Google en Hamina (Finlandia), que proporciona el 80% de la demanda anual de calefacción de la red local de calefacción urbana, según la empresa.
Y aunque los centros de datos pueden estar contribuyendo a la crisis climática, también pueden ser una solución. "La IA puede jugar un papel fundamental en la transición energética optimizando los activos, impulsando la innovación y permitiendo tecnologías sostenibles", afirma el informe. "La IA ya se está utilizando para optimizar el consumo de energía, posibilitar un mantenimiento predictivo y mejorar la eficiencia en toda la cadena de valor de la energía".
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