Los sectores difíciles de descarbonizar están reduciendo sus emisiones; así es como pueden acelerar el progreso

Por primera vez en los últimos años, los llamados sectores difíciles de descarbonizar han disminuido sus emisiones absolutas agregadas, logrando un descenso del 0,9% entre 2022 y 2023, según el indicador Net Zero Industry Tracker 2024. Esto contrasta con un aumento del 1,3% en las emisiones globales relacionadas con la energía durante el mismo período. Desde 2019, la intensidad de las emisiones en estos sectores ha caído un 4,1%, con un descenso del 1,2% en el último año. Cinco de ocho sectores – aluminio, cemento, productos químicos, aviación y transporte por carretera – han reducido la intensidad de las emisiones. En todos los setores, la reducción de intensidad energética ha sido de un 3,2 % en 2022 o 1,6 veces más rápido que la media mundial. Sin embargo, estos ocho sectores siguen representando casi el 40% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

Estas tendencias positivas demuestran el potencial de reducción de emisiones en estos sectores. Se consideran areas 'difíciles de descarbonizar' – término que proviene del inglés hard to abate – aquellas industrias pesadas y sectores de transporte cuya fuerte dependencia de los combustibles tradicionales, densos en energía y a menudo ricos en carbono, presentan un desafío para el objetivo de reducción de emisiones.

El ritmo actual es insuficiente para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas en 2050. Para acelerar este progreso, el indicador Net Zero Industry Tracker 2024 destaca algunas acciones clave que los agentes del ecosistema pueden llevar a cabo.

Lograr emisiones netas cero para 2050 exige un alto nivel de colaboración entre sectores, con estrategias claras para hacer frente a obstáculos críticos, como el déficit de financiación, estándares de carbono dispares y dependencia de los combustibles fósiles. Los agentes clave del ecosistema – sector financiero, responsables políticos, entidades industriales, empresas y consumidores – deben alinearse para crear soluciones accionables.

La colaboración entre todas las partes interesadas es vital para construir cadenas de valor resilientes y responsables, y garantizar que estos esfuerzos se traducen en un impacto mensurable. A continuación, examinamos cómo cada uno de estos pasos puede contribuir a impulsar la reducción de emisiones en los sectores difíciles de descarbonizar.

Según el Net Zero Industry Tracker 2024, se necesitan 30 billones de dólares en capital adicional de aquí a 2050 para alcanzar el cero neto en estos sectores. Sin embargo, el 57% depende de inversiones provenientes de fuera de estos sectores. Por lo tanto, es esencial establecer una colaboración entre la industria energética, el sector financiero y los responsables políticos para aumentar las inversiones y superar obstáculos como las primas verdes y la brecha de financiación.

Construir un ecosistema de inversión que combine apoyo financiero y políticas de incentivo claras. Esto permitiría a los inversores reducir el riesgo de sus inversiones y a los responsables políticos reducir las primas verdes y crear condiciones equitativas. Esto podría lograrse a través de mercados de carbono regulados e instrumentos como el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono, por ejemplo, que establece un precio común para el carbono.

Los responsables políticos, las industrias y el sector financiero deben colmar las lagunas de financiación a través de incentivos y alianzas público-privadas – como las iniciativas Transforming Industrial Cluster y First Movers Coalition, que impulsan la inversión en tecnologías limpias, como el acero verde y el cemento de bajas emisiones de carbono. Estos esfuerzos fomentan la transparencia y la colaboración para escalar soluciones sostenibles rápidamente.

Cada empresa tiene una definición diferente de lo que significa 'verde'. Esto crea ineficiencias en el mercado. Según la encuesta UNGC Accenture CEO Study, el 64% de los CEO del sector industrial consideran que las cadenas de suministro responsables y transparentes son una prioridad. Las empresas están aprovechando los datos para realizar un seguimiento de las métricas ESG, mapear las cadenas de suministro e integrar las energías renovables en la manufactura. Pero escalar estos procesos requiere estandarización.

Los organismos de la industria deberían trabajar para establecer estándares claros sobre el carbono con umbrales definidos para su sector, mientras que los consumidores deberían exigir y defender transparencia en las emisiones y la huella de carbono de los productos.

Los organismos industriales pueden definir, acordar y estandarizar indices de referencia específicos sobre emisiones para hacer un seguimiento en su industria y, además, promover el intercambio de datos para facilitar la trazabilidad y el aprendizaje entre empresas. Los consumidores pueden defender el etiquetado de carbono e información que les permita comprar con conocimiento de causa, creando un efecto dominó para fortalecer la sostenibilidad en todas las cadenas de valor.

Considerando la estimación de que las energías renovables proporcionarán la mayor parte de la electricidad global en 2050, aprovechar el potencial de las fuentes de electricidad bajas en carbono es fundamental para que las industrias alcancen los objetivos de emisiones netas cero. Como mayor palanca de reducción de emisiones, se espera que la electrificación aporte el 23% de las reducciones de emisiones agregadas de los ocho sectores industriales y de transporte difíciles de descarbonizar, según el Net Zero Industry Tracker 2024.

Las empresas deben dar prioridad a la electrificación de sus operaciones, especialmente en areas con fuentes de energía bajas en carbono abundantes. La transición a las energías renovables para la manufactura, el transporte y otras operaciones de alto consumo energético puede reducir drásticamente las emisiones y permitir ahorros a largo plazo a medida que las energías renovables se vuelvan más asequibles.

Las empresas pueden eliminar gradualmente los combustibles fósiles e integrar la electricidad renovable en sus operaciones, invirtiendo en tecnologías electrificadas y colaborando con las empresas de servicios públicos para garantizar el suministro de energía verde, reduciendo así las emisiones y protegiéndose contra la volatilidad de los precios de la energía. Sin embargo, la electrificación es sólo una parte de la solución. Los sectores difíciles de descarbonizar no pueden electrificar todas las partes de la cadena de valor y tendrán que adoptar también combustibles limpios, como el hidrógeno y los biocombustibles, emplear tecnologías de captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS), mejorar la eficiencia energética y utilizar otras palancas de descarbonización.

El indicador Net Zero Industry Tracker 2024 revela que, a pesar del progreso, el ritmo actual de reducción de las emisiones en los sectores difíciles de descarbonizar es insuficiente para alcanzar emisiones netas cero en 2050. El camino hacia el cero neto requiere una acción audaz de todas las partes interesadas del ecosistema, impulsadas por un compromiso compartido con la sostenibilidad y los objetivos de cero emisiones netas.

Combinando incentivos financieros y políticos, aplicando estándares transparentes sobre el carbono, maximizando la electrificación mediante energías renovables, adoptando combustibles limpios, como el hidrógeno y los biocombustibles, integrando tecnologías de captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS) y mejorando la eficiencia energética, podemos impulsar un cambio transformador en todos los sectores y cadenas de suministro.