Cómo las prácticas de equidad de datos pueden moldear el futuro de la planificación urbana
Las prácticas de datos equitativas son clave para diseñar los sistemas de IA que definirán la transformación urbana futura. Image: Getty Images/iStockphoto
Jacqueline Lu
Chief Executive Officer and Founder, Helpful Places (Digital Trust for Places & Routines)Jeff Merritt
Head of Centre for Urban Transformation; Member of the Executive Committee, World Economic Forum- Cada vez más, los sistemas de IA son parte de la nueva infraestructura urbana que se utilizan para ofrecer servicios en nuestras ciudades y definir resultados adaptados a los contextos locales.
- Las prácticas actuales de diseño e implementación de sistemas de IA no están orientadas a incorporar la equidad y la participación en el proceso de innovación.
- Promover la equidad de datos en la planificación urbana podría acelerar el futuro de ciudades justas y sostenibles.
Las tecnologías digitales se han vuelto omnipresentes en los entornos urbanos actuales. Los sistemas de reconocimiento facial se utilizan en espacios deportivos y de entretenimiento y en eventos públicos. Los sistemas de inteligencia artificial basados en cámaras instaladas en vehículos cuentan baches y detectan personas sin hogar. Los sistemas de reconocimiento de matrículas controlan que se cumplan las normas de tráfico y cobran peajes.
A medida que los sistemas de IA se vuelven parte de la nueva infraestructura urbana que las ciudades utilizan para ofrecer servicios y operar espacios compartidos, es fundamental que estas tecnologías sean incluidas en conversaciones más amplias sobre sus beneficios y daños potenciales, así como sobre la necesidad de regulación.
Estas nuevas formas de infraestructura urbana digitalizada son críticas para que las sociedades alcancen objetivos de sostenibilidad y climáticos. Por ejemplo, ayudan a gestionar la demanda de energía y así reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, o utilizan cámaras para regular y gestionar el tráfico vehicular para minimizar la congestión y mejorar la calidad del aire. Al mismo tiempo, estas tecnologías plantean desafíos urgentes para que su aplicación permita una era digital con una visión de prosperidad compartida.
Estas tecnologías han transformado lo que alguna vez fueron espacios estáticos, como calles y plazas, en sistemas dinámicos de IA que toman decisiones que nos afectan a todos. Vivimos en una era en la que los sistemas de toma de decisiones automatizados, basados en algoritmos y datos, ya no se limitan al software que se ejecuta en nuestras computadoras y pantallas, sino que se integran en el entorno y se convierten en infraestructura.
Los sistemas de IA urbana no son inherentemente equitativos
La historia ha demostrado que la forma en que se construyen los espacios tiene el potencial de dividir, marginar y explotar a las personas en sus comunidades. La permanencia de la infraestructura construida, como una carretera, un parque o una escuela, la hace tangible para las personas impactadas por ella.
Como resultado de esta historia previa, ahora las personas y las comunidades exigen y esperan participar en las decisiones que dan forma a sus entornos urbanos. Las infraestructuras masivas son visibles y, como resultado, las comunidades afectadas pueden responder, adaptarse y apropiarse de ellas para mitigar sus efectos negativos.
Por ejemplo, es posible que las personas vean y discutan los impactos de una carretera o de una vía principal que atraviesa su vecindario; pero es mucho más difícil darse cuenta de que hay un algoritmo que ajusta el tiempo de los semáforos para priorizar la velocidad de los automóviles en lugar del tiempo que necesitan los peatones para cruzar la calle.
La infraestructura digitalizada es diferente. A menudo es invisible. Las tecnologías de recolección de datos desplegadas en el ámbito público suelen instalarse para ser lo más invisibles posible. Esta invisibilidad oculta el impacto que la infraestructura digital tiene en las comunidades: las decisiones que se toman con los datos recopilados y cómo se procesan, los cambios en las políticas que resultan de modificaciones en el código y el despliegue de modelos y algoritmos de IA.
Una cámara de seguridad en una esquina de un espacio físico podría revisarse y utilizarse solo cuando se informe de un incidente; o podría estar proporcionando datos a un sistema de visión por computadora que utiliza reconocimiento facial para identificar a individuos específicos. A diferencia de la infraestructura física, los impactos de la infraestructura digital son ocultos y están en constante evolución.
En un mundo cada vez más impulsado por datos, es fundamental reconocer que las formas digitalizadas de infraestructura tienen el potencial de perpetuar dinámicas de poder existentes e inequitativas. Lo pueden hacer a través de problemas como la invasión de la privacidad, la automatización de decisiones y la perpetuación de sesgos.
Incluso si quienes diseñan una tecnología tienen en cuenta estos riesgos, las inequidades pueden persistir a través de decisiones sobre dónde y cuándo se utiliza. Cada tecnología que se usa para beneficiar a las ciudades tiene también el potencial de causar daño a las comunidades a las que queremos asistir.
Tener una perspectiva de equidad de datos es crítico para el futuro de las ciudades
El Consejo Global del Futuro sobre la Equidad de los Datos ha definido y creado un marco de consulta para fomentar las acciones que aborden los desequilibrios históricos y actuales en el uso y acceso a conjuntos de datos en diferentes ámbitos. También para la toma de decisiones en sistemas algorítmicos y de IA, y su impacto social.
La equidad de los datos se define como la responsabilidad compartida por prácticas de datos justas que respeten y promuevan los derechos humanos, la oportunidad y la dignidad. Estos conceptos son aplicables y extendibles a formas digitalizadas de infraestructura urbana.
Así como está claro que las personas tienen derecho a participar en el diseño de tecnologías urbanas, es importante involucrar activamente a las comunidades en el despliegue y la gobernanza de nuevos desarrollos para que puedan discutir sus costos y beneficios potenciales.
La mayoría de los procesos para la transparencia pública y el consentimiento para el uso de tecnología se centran en tecnologías diseñadas para consumidores individuales y utilizan procesos de “opt-in” a nivel personal. Sin embargo, este enfoque no es adecuado para tecnologías urbanas que impactan a grupos diversos en grandes geografías y a lo largo de períodos de tiempo extendidos. El marco orientado a la acción de Avanzando la Equidad de Datos ofrece una forma de comenzar a abordar estos desafíos.
Diseñado para ser flexible y un punto de partida para la indagación, el marco contiene consideraciones para la equidad de datos pensadas para que sean aplicables a una espectro amplio de problemas e industrias. Así como se pueden incorporar consideraciones de equidad en el diseño y desarrollo de espacios públicos y calles, también se puede hacer con la equidad de datos para la tecnología urbana.
¿Una nueva práctica para la planificación urbana?
En su Informe de Tendencias 2023, la Asociación Estadounidense de Planificación sugirió que, con la creciente digitalización de los espacios públicos, los planificadores deberían comenzar a incorporar y reflexionar sobre la tecnología y su uso. Usar las tecnologías de ciudades inteligentes habilitadas por IA de manera ética, democrática y efectiva requiere previsión y planificación.
Las acciones proactivas que se pueden tomar para avanzar en la equidad de datos en la tecnología urbana tienen muchos paralelismos con las prácticas de planificación urbana. Estas son algunas maneras:
- Para asegurar procesos transparentes para obtener consentimientos comunitarios en decisiones basadas en datos, pueden tomarse como inspiración las prácticas de planificación que proporcionan avisos y pasos claros de revisión de cambios que se hacen en el entorno construido. Por ejemplo, el gobierno de Nueva Gales del Sur en Australia emitió directrices para los propietarios y los ayuntamientos sobre el uso del estándar de código abierto Digital Trust for Places and Routines como una forma de ayudar a las personas a interactuar con y comprender la tecnología urbana. Se siguieron los aprendizajes de un piloto en el Parque Olímpico de Sídney.
- Para que los resultados de los datos o la tecnología puedan ser beneficiosos para las personas y comunidades afectadas, pueden tomarse como inspiración las prácticas de participación de la planificación urbana que reúnen a grupos de partes interesadas para definir cuáles son los resultados buscados. Se puede incluso ir más allá e involucrarlos en el proceso. Por ejemplo, el programa Co-Lab de la ciudad de Long Beach involucró a los miembros de la comunidad en un proceso para identificar las necesidades del vecindario e incluyó su participación en el diseño e implementación de una solución tecnológica para abordar un desafío acordado. Esto fue parte de una estrategia más amplia para garantizar que las soluciones de ciudades inteligentes se implementen con un enfoque equitativo.
Los planificadores e innovadores urbanos que cuentan con procesos y experiencia en reunir a diferentes partes interesadas para que se alineen en resultados adaptados al entorno local están en una posición privilegiada para avanzar en la equidad de datos.
Deberían colaborar con los actores que diseñan, implementan y regulan estas tecnologías para garantizar que se tengan en cuenta las consideraciones de equidad, y asegurar la inclusión de las comunidades y de los grupos clave de partes interesadas.
Existen oportunidades para que los gobiernos locales fomenten la previsión y planificación de la tecnología en nuestras ciudades y espacios públicos, a través de los procesos de planificación de uso de suelo y desarrollo, así como de herramientas como los estatutos de zonificación y los paneles de revisión de diseño.
¿Qué está haciendo el Foro Económico Mundial en el ámbito del futuro de las ciudades?
Se trata de reconocer los paralelismos en cómo se considera la equidad a lo largo de las muchas etapas de la planificación y el desarrollo urbano, con cómo se aborda la equidad de los datos en etapas similares del ciclo de vida de los datos, y usar estas consideraciones como punto de partida para la investigación, la colaboración y el aprendizaje compartido.
De esta manera, el futuro de las ciudades equitativas y sostenibles podría acelerarse si acercamos el diseño y la implementación de los sistemas digitales a la práctica de la planificación urbana.
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