65 millones de jóvenes desempleados: 3 formas de abordar la crisis de desempleo y construir una fuerza laboral resiliente

Recientemente estuve en Sudáfrica en una misión conjunta con Unicef. Conocí a un joven, Keagan, que me dijo que tenía dos opciones en la vida: "agarrar un libro o agarrar un arma". No son tiempos fáciles para los jóvenes que empiezan su carrera. En todo el mundo, casi 65 millones de jóvenes están desempleados.

La pandemia afectó sobre todo a los jóvenes, que en el mercado laboral fueron los últimos en entrar y los primeros en salir. Desde la COVID-19, las tasas de desempleo juvenil siguen siendo 3,5 veces superiores a las de los adultos y todavía estamos recuperando el déficit de empleo.

El Sur Global, especialmente el África Subsahariana, que se espera que represente el 90% del crecimiento de la población mundial en edad de trabajar, se ve particularmente afectado. Por cada 11 jóvenes africanos que ingresan a la fuerza laboral, solo se crean tres nuevos puestos de trabajo.

La inteligencia artificial (IA) no está facilitando las cosas. Aunque se prevé que la IA desplazará 83 millones de puestos de trabajo, también se espera que cree 69 millones de nuevos empleos de aquí a 2027, lo que representa una oportunidad única para que los jóvenes adopten nuevas trayectorias profesionales y desarrollen las habilidades necesarias para un mercado laboral en rápida evolución.

Entonces, ¿cómo podemos motivar a la próxima generación de talentos y crear oportunidades para quienes no las tienen? Mediante el emprendimiento, la formación de habilidades y el trabajo de impacto.

Apoyar el espíritu emprendedor tiene un efecto dominó. "Mostrando a los jóvenes que son capaces de crear empleos para sí mismos y medios de subsistencia para otras personas a través del espíritu emprendedor, puedes cambiar el mundo", afirma Asheesh Advani, CEO de la organización juvenil sin fines de lucro JA Worldwide.

"Si llegas a los jóvenes en el momento de su vida en que están decidiendo quiénes son y quiénes pueden llegar a ser, es increíblemente impactante".

En Goodwall, en colaboración con Unicef y Generation Unlimited (Gen U), pedimos a los aspirantes a emprendedores que propusieran soluciones innovadoras para limitar la contaminación por plástico en sus comunidades, como parte del Desafío Verde Nigeria.

En la zona rural de Kaduna, una emprendedora llamada Rayyanatu tomó nota de todas las bolsas de plástico que llenaban las calles de su comunidad e inició un negocio de reciclaje de nailon desechado en productos como bolsas, alfombras, zapatos y canastas.

"La contaminación ambiental es cada vez mayor en mi comunidad", afirma Rayyanatu. "Quiero marcar una diferencia enorme y real en la vida de la gente haciendo de nuestro medio ambiente un lugar mejor y especial".

Rayyanatu recibió una microbeca como parte de su premio por ganar el concurso de Goodwall y Unicef, y hoy su negocio está prosperando. Rayyanatu no solo está ganando un mejor sustento, sino que también está limpiando su comunidad. Su experiencia pone de relieve que:

De manera similar, Green Youth Force es una asociación de jóvenes voluntarios de Burundi dedicados con pasión a la protección del medio ambiente, en particular la salud del suelo y el cambio climático. Fundada por Billy Kercy Mperabahizi y apoyada por Goodwall, la organización ha desarrollado un plan de negocios y programas destinados a crear empleo sostenible para la comunidad y generar un impacto duradero.

Según la Unesco, todavía menos del 38% de los jóvenes se benefician de una educación superior. Para la mayoría de los jóvenes, especialmente en las economías en desarrollo, existen costos de oportunidad, ya que muchos tienen que priorizar poner comida sobre la mesa a expensas de la educación superior.

Esto plantea la pregunta: ¿cómo podemos crear incentivos equitativos que permitan a los jóvenes de todos los estratos sociales aprender y reforzar sus habilidades?

Las becas son la forma tradicional de incentivar la educación, ya sea como dinero que recibes para invertir en tu capacitación o como recompensa para los estudiantes al completar su capacitación (es decir, una microbeca inversa).

Como se destaca en el informe Poner las Habilidades en Primer Lugar: Un Marco para la Acción, del Foro Económico Mundial, en Singapur, donde se ofrecen becas a los ciudadanos para mejorar sus habilidades, ha habido una tasa de participación del 50% en dichos programas y un aumento en los resultados positivos de los aprendices en el lugar de trabajo.

Mientras tanto, en Suiza, el 90% de los jóvenes obtienen un certificado de educación o aprendizaje, lo que significa que hay un nivel más bajo de desempleo juvenil. Se anima a los jóvenes suizos a combinar la capacitación en una empresa de acogida con estudios en una escuela de formación profesional.

Posteriormente, mientras realizan su aprendizaje, los jóvenes reciben un modesto salario por su trabajo. Al terminar, han adquirido habilidades valiosas y acceso directo al mercado laboral, creando así una fuerza laboral altamente cualificada y con muchas posibilidades de empleo.

Inspirados por este modelo, junto con socios como Gen U, SAP y Accenture, estamos creando desafíos de aprendizaje experiencial gamificados en línea para que los jóvenes talentos aprendan haciendo y fortalezcan sus habilidades, sin dejar de ganar dinero.

"Los jóvenes están liderando el cambio en sus comunidades y en todo el mundo son nuestra mayor esperanza. Debemos asegurarnos de que tienen las habilidades que necesitan para prosperar", afirma Kevin Frey, CEO de Generation Unlimited, una asociación público-privada para capacitar a 1800 millones de jóvenes.

Estamos pasando a una economía basada en habilidades, donde el enfoque está en si una persona tiene las habilidades y las competencias adecuadas para un rol concreto, en lugar de tener el título o el historial laboral correcto.

En este nuevo mundo laboral, es fundamental que los jóvenes adquieran habilidades para el futuro, como la resolución de problemas, la creatividad y la colaboración. La iniciativa Reskilling Revolution, del Foro Económico Mundial, y la Future Skills Alliance están proporcionando una plataforma para esta transformación, empoderando a la próxima generación con las herramientas que necesitan para sobresalir en el mercado laboral del mañana.

Nuestro planeta está en crisis. Podríamos movilizar a jóvenes de todo el mundo para que tomen medidas climáticas importantes a cambio de incentivos. Piensa en ello como un ingreso básico universal a cambio de contribuciones sociales positivas.

Recientemente, en Goodwall realizamos un experimento: reciclar botellas de PET, tomar una foto para demostrarlo y recibir dinero por ello. En pocos días, la campaña batió récords de miles de kilos de basura recogidos y playas limpiadas, y lo que es más importante, los participantes perfeccionaron habilidades como el trabajo en equipo y la conciencia ambiental, al tiempo que inspiraban a sus comunidades.

Ahora estamos explorando la posibilidad de ampliar esta iniciativa junto con empresas como Circle, aprovechando sus monederos programables para automatizar micropagos por acciones de impacto incentivadas y completadas.

"Cada vez está más claro que las personas solo podrán prosperar si podemos crear un planeta más equitativo. Utilizar tecnología de código abierto para apoyar comportamientos climáticos positivos es una victoria para nuestro planeta, lo que representa un paso importante hacia una sociedad preparada para el futuro", afirma Sanja Kon, vicepresidenta para Europa de Circle.

Promover y apoyar comportamientos climáticos positivos es una victoria para nuestro planeta, una victoria para nuestras sociedades y una victoria para nuestros jóvenes.

Abordar el desempleo juvenil requiere un enfoque creativo multifacético, que vaya más allá de simplemente crear nuevos empleos e incluya la promoción del espíritu emprendedor, el incentivo a la mejora de habilidades y la recompensa de comportamientos positivos. Es una responsabilidad colectiva que involucra a gobiernos, empresas, instituciones educativas y jóvenes.

Aprovechando el potencial de la juventud y de los jóvenes, no solo podemos abordar la actual crisis de empleo, sino también allanar el camino hacia una economía global más dinámica y resiliente.

Si bien los jóvenes talentos que ingresan a la fuerza laboral no tienen las perspectivas más prometedoras, soy optimista porque esta generación tiene resiliencia y determinación. Los jóvenes tienen hambre, son creativos y resuelven problemas, y merecen algo mejor. Se lo debemos a ellos ser proactivos, innovadores e inclusivos.