4 consejos profesionales para desarrollar habilidades a partir del fracaso

Tendemos a prestar atención al éxito de nuestros esfuerzos académicos y profesionales, y dedicamos menos tiempo a aprender de los momentos más bajos de nuestras carreras.

Además, existe la idea errónea de que las personas que experimentan crisis profesionales han exagerado su capacidad de tolerar el estrés en respuesta a las influencias del entorno.

Sin embargo, la mayoría de los profesionales del mundo laboral están de acuerdo en que las experiencias introspectivas negativas son validas y escapan a nuestro control.

Podemos culpar a los problemas modernos del siglo XXI, que incluyen recesiones económicas, tensiones nacionales e internacionales, innumerables problemas sociales e interseccionales y la peor pandemia de la historia mundial.

Obviamente, no todo el mundo se ve afectado negativamente por estos predicamentos. Sin embargo, las personas que tienen experiencias negativas en sus carreras no pueden culpar a sus jefes, ni a los acontecimientos incontrolables que puedan haber ocurrido en el pasado.

La carga de la culpa recae en algunas de las respuestas condicionales que desencadenaron algunas de estas desgracias.

En lugar de investigar los factores desencadenantes, podemos explorar cuatro consejos importantes que los profesionales y académicos pueden utilizar para desarrollar habilidades a partir de experiencias adversas.

A menudo, el éxito personal puede venir precedido de repetidas experiencias adversas. Sin embargo, un estudio de investigación a gran escala sugiere que el elemento clave del éxito no es la persistencia, porque intentarlo una y otra vez sólo funciona si uno aprende de sus fracasos anteriores.

Una de las mejores actividades para adaptarse a futuros acontecimientos adversos es documentar los fracasos, rechazos e incidencias negativas. Se puede utilizar un CV o currículum de "fracasos": un documento que destaque nuestros fracasos a lo largo del tiempo.

Por ejemplo: "¿Alguna vez te han expulsado, suspendido o despedido de una institución?", "¿Cuáles son algunas de las empresas que te han rechazado?" y "¿Alguna vez te han rechazado de una conferencia?".

Esta transcripción adversa puede sentar el precedente de las lecciones que puedes aprender de estas experiencias negativas. En mi caso, cuantos más fracasos yo acumulaba, más examinaba los motivos de mis propias acciones.

Este documento me sirvió para saber cómo recuperarme de cada experiencia negativa. Incluso podemos ir un paso más allá y desarrollar diferentes estrategias para poner en práctica en el futuro.

Los estudios han demostrado que la retroalimentación negativa de las experiencias negativas tiene un mayor impacto que las experiencias positivas. La mejor práctica para superar la adversidad es estudiar el diagnóstico de los acontecimientos adversos.

En el mundo del deporte, los jugadores y directivos revisan la "cinta" del último partido para identificar lo que salió bien, evaluar las áreas de mejora y desarrollar progresivamente planes basados en la acción sobre lo que pueden hacer en el futuro para obtener mejores resultados.

No basta con documentar los fracasos y las experiencias negativas. Cultivar un informe de progreso de estos acontecimientos negativos producirá mejores resultados en el futuro. En este informe de progreso, puedes establecer puntos de referencia para seguir tu progreso a corto y largo plazo desde la adversidad hasta el éxito. También puedes desarrollar métodos cuantificables de mejora como garantía de tu progresión.

Por fin, puedes obtener recursos adicionales que pueden contribuir a ello. Estos recursos pueden incluir información práctica entre compañeros y programas educativos basados en competencias.

En un entorno dinámico de cambios tecnológicos, transiciones industriales y globalización, que se nutre de la necesidad de aptitudes tangibles avanzadas, un paso más de progresión y sostenibilidad es recalibrar nuestras habilidades y deshacernos de las competencias obsoletas.

Algunas habilidades obsoletas pueden ser digitales y técnicas, mientras que otras pueden ser mentales y emocionales. Y aunque todo el mundo tiene un conjunto de habilidades únicas que se necesitan en esta economía global interactiva, debes estar abierto a explorar nuevas destrezas que vayan más allá de las necesidades económicas de un solo país.

Tanto si se sigue una vía formal, informal o autodirigida, la educación permanente debería ser un imperativo para todos los profesionales en la fuerza laboral a fin de garantizar la mejora de conocimientos, habilidades y competencias dentro de una perspectiva personal, cívica, social y/o relacionada con el empleo. Mientras aprendes, te imploro que aproveches al máximo todos los recursos que se te ofrecen.

Las personas suelen ser reacias a volver a intentarlo después de experimentar acontecimientos negativos en su carrera profesional. La mayoría de nosotros intentamos evitar cometer errores simplemente no persiguiendo nuevos retos. Intentamos esconder nuestros fracasos bajo la alfombra y centrarnos exclusivamente en los aspectos positivos del proceso.

Al perseguir la perfección, estamos condicionados a "ir a lo seguro", a seguir este camino recto. Tenemos miedo de probar cosas nuevas, lo que mata nuestra creatividad y nos impide darnos cuenta de que la idea de perfección es un blanco móvil.

A través de este proceso, las personas no desarrollan nuevas capacidades. Te animo a que salgas de tu zona de confort y te alinees con ideas diferentes.

Los acontecimientos inciertos no nos garantizan una navegación tranquila a lo largo de nuestra carrera. Sin embargo, podemos documentarnos, recalibrar, hacer un seguimiento y anticiparnos a nuestros retos para garantizar el éxito de nuestra carrera mediante el desarrollo de nuevas competencias.