¿Qué son los minerales críticos y por qué son clave para un futuro más verde?

Los minerales críticos -elementos antaño olvidados y cruciales para la tecnología moderna- han pasado a ocupar un lugar destacado en la agenda geopolítica. La "carrera armamentística" mundial de las baterías, impulsada por la llegada de los vehículos eléctricos, ha provocado un cambio radical en la demanda de litio, níquel, cobalto, grafito, manganeso y tierras raras.

El desajuste entre la oferta y la demanda, especialmente de litio, ha creado una tremenda desconexión de materias primas entre quienes construyen gigafábricas y vehículos eléctricos, y quienes extraen estos elementos fundamentales para su funcionamiento.

Las materias primas tradicionales han pasado a un segundo plano a las materias primas del futuro. Y las baterías de iones de litio y sus principales materias primas han pasado a ocupar un lugar central en la política, por ejemplo en la Ley de Reducción de la Inflación estadounidense.

Pero otras economías importantes, como la Unión Europea, el Reino Unido y Australia, están estableciendo una financiación a gran escala y la legislación asociada. El Comunicado de los Líderes del G7 en Hiroshima menciona los minerales críticos 10 veces; las reservas de litio de la India aparecen en portada, al igual que la propuesta de nacionalización del elemento en Chile; la UE acaba de aprobar la Ley de Materias Primas Críticas; y el Asesor de Seguridad Nacional de EE. UU. mencionó los minerales varias veces en un importante discurso político.

Este nivel de atención política es nuevo, pero tales cotas de protagonismo nunca duran mucho. Se avecina un cambio tecnológico sísmico a medida que el mundo avanza agresivamente hacia los vehículos eléctricos, desencadenando los albores de la "revolución del almacenamiento de energía", una revolución liderada actualmente por China.

Al menos cinco áreas sobre minerales críticos requieren atención urgente. En primer lugar, debemos comprender mejor a los mercados. Las cadenas de suministro de este variado conjunto de minerales y productos químicos son a menudo pequeñas, carecen de liquidez, tienen escasa transparencia y aún peor descubrimiento de precios. El precio del carbonato de litio, que ha pasado de 8500 dólares por tonelada en diciembre de 2020 a 81 000 dólares por tonelada en diciembre de 2022, subraya la agresividad de estos mercados inflexibles.

Comprender estos minerales críticos y sus cadenas de suministro, a menudo complejas, es clave para tomar las decisiones más importantes de esta revolución del almacenamiento de energía.

Benchmark Mineral Intelligence ha liderado la creación de nuevas evaluaciones de precios para minerales críticos clave, estableciendo la referencia y los precios de referencia de la industria del litio. Sin embargo, el sector es aún incipiente, y son tantas las nuevas empresas entrando en el que la misión de transparencia de los datos no ha hecho más que empezar.

En segundo lugar, es necesario diversificar las cadenas de suministro, actualmente dominadas por China. Aunque China no extrae la mayoría de los minerales críticos en su territorio, posee una enorme parte de la capacidad de procesamiento intermedio que representa más del 65% de todo el refinado químico, el 80% de la fabricación de cátodos, el 93% de la fabricación de ánodos y el 79% de la fabricación de celdas para baterías.

Es esencial pensar el sector de forma conjunta, desde la mina hasta la planta química, desde la batería hasta el vehículo eléctrico. Estos oleoductos del mañana se están construyendo desde cero. Por tanto, la estrategia también necesita un nuevo enfoque.

En tercer lugar, hay que centrarse en nuevos lugares para la fabricación avanzada. La carrera por fabricar tecnología avanzada fuera de Estados Unidos, Europa y China ya ha empezado. Los beneficios que obtendrían las economías en desarrollo si se unieran a esta competición moderna podrían ser enormes. Las baterías de iones de litio y las plantas químicas que las alimentan crean puestos de trabajo en la fabricación avanzada del siglo XXI y generan billones de dólares de valor derivado.

Cuarto, es vital dedicarse a la minería sostenible y al reciclaje de baterías. Las baterías de iones de litio y la transición energética exigirán la construcción de cientos de nuevas minas en todo el mundo. Existen nuevas técnicas y procesos para extraer de forma diferente, prestar más atención a los flujos de residuos y al reciclaje, y emplear la ciencia de datos más avanzada, tecnologías autónomas y formas de minimizar los riesgos ambientales.

El reciclado de baterías resolverá alrededor del 20% de nuestro enigma de materias primas, lo que significa que la mayor parte de nuestras necesidades de materias primas seguirán proviniendo de la tierra. Combinar las mejores mentes del mundo con un enfoque láser en las minas es la única manera de resolver este reto.

En quinto lugar, cualquier transición que se aleje de los combustibles fósiles implica minería. El mundo necesita desesperadamente estos minerales y metales sostenibles, y las comunidades deben percibir un beneficio real y comprender las contrapartidas. Esto es especialmente importante en el caso de las comunidades indígenas y la creación de nuevas formas de generar empleo y riqueza para los propietarios de estos activos.

Debemos ser claros: el mundo está inmerso en una carrera armamentística global de baterías. Las decisiones que tomen hoy los gobiernos repercutirán en el orden geopolítico del próximo siglo, mientras damos nuestro primer paso en esta revolución del almacenamiento de energía.

Aquellos que den un paso audaz en los minerales críticos tendrán el poder de la industria del siglo XXI.