6 formas en que la invasión rusa de Ucrania ha reconfigurado el mundo de la energía

La invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 ha tenido un profundo efecto en los mercados energéticos mundiales. La volatilidad de los precios, la escasez de suministro, los problemas de seguridad y la incertidumbre económica han contribuido a lo que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) denomina "la primera crisis energética verdaderamente global, con impactos que se sentirán durante años".

Como siempre, los países más pobres -muchos de los cuales aún se están recuperando de los efectos de la pandemia mundial- serán los que más sufran las consecuencias negativas de la crisis energética.

La gran cantidad de consecuencias de un reinicio energético mundial significa que también puede haber algunos avances positivos. Sin embargo, con tantas cosas en estado de flujo, es difícil predecir con mucha certeza. Como señala la AIE, "muchos de los contornos de este nuevo mundo aún no están totalmente definidos, pero ya no se volverá a lo que era antes".

He aquí seis gráficos del informe Perspectivas de la Energía en el Mundo 2022 de la AIE que explican los principales cambios en el sector energético tras la invasión.

Quizás el cambio más notable para la mayoría de la gente es que los precios de la energía están subiendo. Según la AIE, los elevados costes de los combustibles representan el 90% del aumento de los costes medios de generación de electricidad en todo el mundo.

Junto con el impacto de la pandemia mundial, la crisis energética significa que 70 millones de personas que recientemente obtuvieron acceso a la electricidad ya no pueden pagarla. Y 100 millones de personas podrían dejar de fabricar alimentos con combustibles limpios, volviendo en su lugar a la biomasa, según la AIE.

Un aspecto potencialmente positivo de la subida de los precios de los combustibles fósiles es que proporciona razones de peso para acelerar la búsqueda de alternativas sostenibles. Dicho esto, la necesidad de seguridad energética puede impulsar más inversiones en proyectos de combustibles fósiles.

Rusia redujo los flujos de gas a la UE en aproximadamente un 80% entre mayo y octubre de 2022, dejando al bloque con un importante déficit en su combinación energética, y una necesidad apremiante de encontrar alternativas energéticas de otros lugares.

Mientras que muchos de los antiguos socios internacionales de Rusia han reducido o cortado sus lazos con el país, Rusia ha mantenido en general su producción y exportaciones de petróleo cerca de los niveles anteriores a la invasión, aumentando las exportaciones a otros lugares, como China, India y Turquía.

El cambio en las rutas comerciales tradicionales de la energía significa que los países afectados han tenido que movilizarse rápidamente para crear nuevas políticas energéticas que no solo den prioridad a la seguridad energética a largo plazo, sino que también permitan satisfacer la demanda energética existente a corto plazo.

Los gobiernos también están desarrollando vías plausibles para alcanzar las emisiones netas cero en 2050, por lo que los problemas que ha provocado la actual crisis energética deben abordarse teniendo esto en cuenta. En algunos casos -sobre todo en la Ley de Reducción de la Inflación de EE. UU.- la crisis está impulsando los proyectos de energías renovables, en lugar de hacerlos retroceder, afirma la AIE.

El aumento del coste de la energía puede provocar un incremento de los precios de los bienes y servicios. Según el informe, el aumento de los tipos de interés y la disminución de los ingresos en términos reales están empujando al mundo hacia una recesión, y el número de personas que vuelven a caer en la pobreza extrema está aumentando.

Como muchos países intentan aumentar el coste de los préstamos para contrarrestar la inflación, los proyectos de energía limpia que requieren financiación podrían verse atrapados en las consecuencias económicas.

Algunos países están acelerando sus objetivos de emisiones, otros están aumentando el uso del carbón, y algunos países están haciendo ambas cosas al mismo tiempo. El impacto a largo plazo de la crisis energética en las emisiones no está claro, y a muchos les preocupa el impacto en los planes para alcanzar las emisiones netas cero en 2050.

Sin embargo, aunque las emisiones de CO2 seguirán subiendo en 2022, según las proyecciones, el crecimiento es inferior al 1% que en 2021, principalmente gracias al rápido aumento de las energías renovables y los vehículos eléctricos, según la AIE.

La ruptura de las relaciones entre Rusia y sus clientes energéticos ha llevado a centrarse rápidamente en el mantenimiento de la seguridad energética. Disponer de una combinación energética sólida y diversa es el núcleo de las políticas de seguridad energética, y la AIE afirma que es posible que la crisis acelere el paso a combustibles más sostenibles.

Pero esto aún no se sabe, y las perspectivas económicas negativas y las opciones políticas a corto plazo para garantizar la energía para las necesidades actuales podrían frenar el impulso hacia las renovables.

Los problemas energéticos del mundo no empezaron con la invasión rusa de Ucrania, sino que la posterior crisis energética creó una serie de cambios sísmicos en el sector energético. Algunos cambios serán temporales, otros serán permanentes, pero las decisiones que se están tomando hoy están remodelando el sector energético para siempre.

Y como advierte la AIE, "sabemos por las crisis energéticas del pasado que es poco probable que el proceso de ajuste sea suave".