Tecnologías emergentes

Las cinco etapas de aceptación del ingreso de los robots a la fuerza laboral

Humanoid robot Justin holds a tennis ball in a laboratory at the German Aerospace Center (DLR) in Wessling, near Munich, Germany, October 4, 2018. Picture taken October 4, 2018.

Image: REUTERS/Andreas Gebert

Melonee Wise
CEO, Fetch Robotics

Durante los últimos años, la conversación sobre los robots y los empleos se ha centrado en gran medida en cómo la automatización está preparada para alterar la fuerza laboral. Artículos especulativos llenos de estudios, informes y opiniones abstractas han llegado a la conclusión casi universal de que una fracción significativa de la fuerza laboral mundial está en riesgo. En pocos sectores específicos donde los robots están comenzando a tener un impacto, como la logística de los almacenes, estas preocupaciones son comprensibles, porque los robots están empezando a trabajar junto a los humanos por primera vez.

No es de extrañar que los trabajadores de este sector teman perder sus empleos. Una y otra vez se les ha dicho que los robots serán más rápidos y económicos, y que inevitablemente desplazarán a las personas sin las habilidades y la experiencia necesarias para competir. Este es el centro del debate sobre robots y empleos, y se supone que la introducción de robots significará el principio del fin para algunos empleos, como los relacionados con las tareas de almacenamiento.

Desde 2014, Fetch Robotics ha desplegado flotas de robots móviles autónomos en almacenes de todo el mundo. Estos robots (pequeñas plataformas con ruedas que transportan contenedores o estantes) ayudan a los humanos en las tareas de recolección y transporte de materiales, minimizan el trabajo pesado y las caminatas largas, y ayudan a trabajar de manera más eficiente. Nuestros robots están a la vanguardia de un cambio hacia la automatización colaborativa, pero no son una amenaza para los trabajadores humanos. Sabemos por experiencia que las empresas de logística adoptan nuestra tecnología con el objetivo de ayudar a sus trabajadores a ser más productivos, en lugar de reemplazarlos por completo.

Sin embargo, no siempre es fácil comunicar esto a los trabajadores que han escuchado durante años que su reemplazo por robots es inminente. Introducir robots en un lugar de trabajo puede ser una tarea compleja y dinámica. Si bien puede comenzar con los trabajadores sintiendo que sus empleos están amenazados, el resultado final es un almacén lleno de seres humanos más felices y saludables que siguen siendo la pieza central de un negocio competitivo. A continuación, describimos las cinco etapas de este proceso:

Etapa 1: Miedo

Cuando una empresa ha decidido una solución robótica e informa a los trabajadores que estarán interactuando con robots, la primera etapa suele ser el miedo.

"Obviamente, la gente estaba nerviosa porque sentía que íbamos a reemplazarla por robots, que iba a perder su empleo", dice Cindy Traver, vicepresidenta de operaciones de RK Logistics.

Esta es una reacción perfectamente comprensible teniendo en cuenta la reputación que tienen los robots. Sin embargo, la mayoría de las empresas adoptan un enfoque muy proactivo para ayudar a sus empleados a comprender exactamente por qué se están introduciendo los robots y cómo el trabajo con robots mejorará el suyo.

Denis Niezgoda, director de acelerador de robótica de DHL en los Países Bajos, explica: "La interacción entre el hombre y la máquina solo funciona si ambas partes se aceptan mutuamente. Usted puede traer la mejor tecnología a un almacén, pero nada funcionará si la fuerza laboral no la acepta".

Esta aceptación está supeditada a informar a los trabajadores con suficiente antelación y a explicar exactamente lo que harán los robots (y lo que no harán).

Nichole Iniguez, un encargado de materiales III en RK Logistics, dice: "Al principio, nos dijeron: 'Para esto se van a utilizar los robots, no se apoderarán de su trabajo. Están aquí para ayudarlos'. Y eso me tranquilizó".

Etapa 2: Aprensión

Una vez que los robots llegan, el temor a perder el trabajo es reemplazado por la etapa dos, la aprensión. Los trabajadores ven que sus trabajos están seguros, pero que habrá cambios significativos en la forma en que los ejecutan. Las preguntas comunes sobre los robots incluyen: "¿cómo trabajo con ellos?" y, "¿estoy calificado para usar esto?"

El tema fundamental es ahora la competencia. Incluso si los empleados no tienen miedo de ser reemplazados, la preocupación es que de alguna manera no estarán calificados para interactuar con una tecnología nueva y aparentemente sofisticada.

La flota de robots móviles autónomos de Fetch Robotics ayuda a mitigar esta etapa de aprensión con su simplicidad. "Cuando escuchamos 'robot', nos preocupaba que fuera realmente inteligente y que hiciera gran parte del trabajo", dice Iniguez. "Pero cuando finalmente lo vimos, nos dimos cuenta de que el robot solo lleva las cosas de un lugar a otro. Y eso es todo."

Incluso los empleados más escépticos terminan reconociendo que los robots son colaboradores. Sin gente que trabaje con ellos, los robots son inútiles, y un empleado que trabaja con robots es mucho más valioso que antes, como explica Traver: "Por ejemplo, que un empleado camine desde un extremo al otro del almacén no necesariamente le agrega valor a su trabajo. En ese tiempo, podría estar centrándose más en sus competencias básicas".

La capacitación necesaria para usar el sistema Fetch es mínima, por lo que los empleados pueden sentirse cómodos con el uso de robots casi de inmediato, dice Niezgoda de DHL. "Les mostramos a los empleados muy rápidamente lo fácil que es interactuar con el robot, lo que deben hacer para controlarlo, y eso despierta su curiosidad".

Etapa 3: Curiosidad

La tercera etapa es, por supuesto, la curiosidad. Ocurre pocas horas después de que los robots se introducen por primera vez en el almacén. Una vez que los empleados entienden para qué están diseñados y cómo operarlos, hay una fase de experimentación. Dado que los robots son completamente autónomos pero operan sin ninguna infraestructura de control físico, es tentador ver a qué tipo de cosas reaccionan.

El experimento más común es saltar delante de ellos para ver si se detienen (lo hacen). A la gente también le gusta experimentar con obstáculos, a menudo usándolos para bloquear el camino de un robot.

"Lo que más nos gusta es ver cuando dos robots se encuentran y tratan de cruzarse en el mismo pasillo", dice Iniguez. "Es muy divertido verlos".

Etapa 4: Tolerancia

Cuando la novedad desaparece (esto lleva desde algunos días hasta pocas semanas) y los empleados se acostumbran al comportamiento y la funcionalidad de los robots, la siguiente etapa es la tolerancia. La etapa de tolerancia se correlaciona con aumentos en los índices de utilización y productividad, a medida que los empleados comienzan a usar más los robots y comienzan a verlos como herramientas.

En DHL, "al principio, las personas no recordaban que los robots estaban allí para utilizarse, pero de a poco la tasa de utilización aumentó a medida que las personas se familiarizaban con el uso del robot como herramienta. En aproximadamente un mes, todos pensaban: este es solo otro tipo de equipo que podemos usar", dice Niezgoda.

Al igual que con cualquier otra herramienta versátil, a menudo los empleados que usan los robots a diario tienen sugerencias sobre formas en que se pueden utilizar de manera más efectiva o completamente diferente. "Una vez que los robots entraron y los empleados se sintieron cómodos con ellos", dice Traver de RK Logistics, "creo que explorar diferentes opciones sobre cómo usarlos y dejar que las personas dieran su opinión las hizo sentirse una parte más importante en el proceso".

Etapa 5: Satisfacción

La etapa final es la satisfacción, donde los robots se convierten no solo en herramientas, sino en compañeros de trabajo que forman parte integral del almacén. Esto hace que la experiencia laboral sea mejor para los humanos que trabajan con ellos. Es fácil darse cuenta cuándo se alcanza esta etapa, porque los humanos comienzan a antropomorfizar a los robots, atribuyéndoles personalidades o emociones similares a las de los humanos a los que parecen ser diferentes a los demás.

Cada robot Freight es el mismo hardware que ejecuta el mismo software, pero el nivel de autonomía que tienen alienta a las personas a tratarlos como humanos. En RK Logistics, todos los robots llevan el nombre de diferentes superhéroes de Marvel.

Este es el punto en que los robots comienzan a pasar de novedades a herramientas útiles, e incluso a valiosos compañeros de trabajo.

"Cuando los robots deben irse a cargar, realmente los extrañamos", dice Iniguez. "Siempre olvidamos lo mucho que hacen por nosotros".

Con el tiempo, los empleados se dan cuenta de cuánta mejora aportan los robots a sus trabajos. Además de permitir que los trabajadores se centren en tareas que son más interesantes y que representan un desafío mental, los robots también se encargan de gran parte del trabajo físico agotador, como levantar, cargar y caminar. Los trabajadores se sienten mejor al final del día y se mantienen más saludables a largo plazo.

El objetivo para Fetch Robotics, y para las empresas que trabajan con nosotros, es: robots como compañeros, no como competidores, y robots que trabajan con personas, no en lugar de ellas. Hay razones económicas para que esto a menudo se pase por alto en las conversaciones sobre robots y empleos: a saber, los robots son cada vez más necesarios para ayudar a compensar la escasez de mano de obra que se está agravando, tanto en los Estados Unidos como en Europa.

"Desde nuestra perspectiva", dice Traver de RK Logistics, "creo que el futuro para los robots es que nos ayudarán a hacer más cosas dentro de nuestra organización junto a los humanos, especialmente a medida que el mercado laboral continúa achicándose cada vez más en California".

Niezgoda de DHL está de acuerdo: "Los en los que usamos robots es donde luchamos para que los trabajadores ingresen a nuestros almacenes, y tratamos de explicarlo para ayudar a nuestros empleados a comprender el panorama general y por qué estamos empezando a implementar robots".

La realidad de los robots que ingresan a la fuerza laboral tiene más matices de lo que muchos de los recientes medios de comunicación podrían sugerir. No solo que esto ya está sucediendo; sino que lo está haciendo de manera sostenible y positiva para las empresas y sus empleados.

Melonee Wise es CEO de Fetch Robotics.

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