10 predicciones que demuestran que en 2018 la tecnología se volverá humana

Ya es 2018 y se acaba el tiempo de hacer predicciones para el año. Ahora toca ver si se van a hacer realidad. Hace ya tiempo que la tecnología se ha vuelto central en nuestras vidas, influyendo y cambiando nuestro mundo y la forma en la que nos definimos como seres humanos. Ahora, de la mano de la inteligencia artificial, busca adaptarse a nuestras mentes y cuerpos. ¿Sera 2018 el año en el que la tecnología se volverá humana?

Neil Harbisson, un artista británico criado al norte de Barcelona, en Mataró, es el primer ciborg de la historia reconocido como tal por un gobierno. Su antena que le permite oír los colores es única, pero muchos otros seres humanos cuentan con tecnología integrada en sus cuerpos, como, por ejemplo, sucede con los marcapasos.

Este artículo, sin embargo, no va de cómo la tecnología cambia el cuerpo humano. Tampoco trata de cómo la tecnología está cambiando la forma en la que nos relacionamos, la forma en la que vemos televisión y consumimos medios o la forma en la que cambia (o debería cambiar) nuestro sistema educativo.

No, este artículo va de cómo la tecnología se está cambiando a sí misma para funcionar en términos aceptables y comprensibles para los humanos. El reconocimiento del lenguaje corporal, la interacción con las máquinas en idiomas humanos o la realidad aumentada son tendencias que marcarán en el próximo año (y década) la forma en la que nos relacionamos con la tecnología.

El informe 10 Hot consumer trends publicado por Ericsson señala las tendencias digitales que harán de 2018 un año de tecnología humana. “Estamos entrando en un futuro en el que cada vez más dispositivos no tienen botones ni interruptores, ni siquiera necesitan ser controlados a través de nuestros smartphones”, explica Michel Björn, director de investigación de Ericsson ConsumerLab.

“Hoy por hoy, tenemos que conocer un sistema distinto para cada dispositivo que usamos. En el futuro, el dispositivo nos conocerá a nosotros”, continúa el analista tecnológico sueco. “Los dispositivos tienen que empezar a recabar datos complejos de la interacción humana y almacenarlos, para así poder empezar a respondernos de forma intuitiva en milisegundos”.

¿Cuán humana se volverá la tecnología en los próximos 12 meses? Estas son las predicciones tecnológicas de Ericsson, más allá del blockchain y el Internet de las Cosas.

El cambio lo lideran los asistentes de voz, como Alexa o Siri. Sin embargo, los próximos años traerán importantes cambios en la forma en la que interaccionamos con las máquinas. Ya no lo haremos como ellas nos dicen, sino que será la tecnología la que hable nuestro lenguaje. De hecho, según Ericsson, dos de cada tres usuarios de asistentes de voz se muestran tan confiados en la potencialidad de este cambio tecnológico que creen que en los próximos tres años dejaremos de usar dispositivos tan asentados como los teclados o los ratones. En su lugar, usaremos nuestros gestos, nuestras expresiones o el tono de nuestra voz.

Hace pocos meses, Google presentaba los Pixel Buds, un par de auriculares que son capaces de traducir 40 idiomas en tiempo real. Aumentar las capacidades de nuestro sentido auditivo es posible y se convertirá en algo habitual en los próximos años. Pronto podremos empezar a seleccionar qué sonidos queremos oír con claridad y qué sonidos queremos bloquear dentro de una misma habitación.

Los cambios que introduce la tecnología en nuestra vida avanzan, en muchas ocasiones, demasiado rápido. Tenemos que aprender constantemente, incluso cuando hacemos cosas que consideraríamos rutinarias. Así, más de la mitad de los usuarios encuestados por Ericsson, creen que estos cambios se acelerarán más aun en los próximos años. El 46% cree que la tecnología e Internet han hecho posible que aprendamos (y olvidemos) con mucha más facilidad.

Las redes sociales nacieron como un espacio de comunicación multidireccional, en el que los usuarios creaban y compartían su propio contenido. Poco a poco, los medios tradicionales han ido conquistando este espacio, devolviendo, parcialmente, la unidireccionalidad a la comunicación. Esta tendencia se acrecentará a medida que la inteligencia artificial gane peso en la forma en la que las compañías se dirigen a su audiencia.

La inteligencia artificial y la virtualización de la realidad conquistarán la publicidad en los próximos años, para beneficio (o no) de los usuarios. No solo los anuncios serán más segmentados y dirigidos, sino que el propio anuncio podrá incluso llegar a sustituir el producto en sí. Según Ericsson, la realidad aumentada y virtual podrían ser contraproducentes para las marcas. Si ya puedes experimentar un producto en su versión virtual, para qué comprarlo.

En general, nos gusta eso de hablar con las máquinas, no tenemos problemas en pedirle cosas a Siri o solicitar información a un chatbot. Pero, ¿qué pasa si las máquinas empiezan a sonar demasiado humanas? Una de cada dos personas se siente incómoda cuando se da cuenta de que no puede distinguir si se está conversando con una máquina u otro ser humano. En los próximos años, la inteligencia artificial tendrá que explorar la comunicación con las personas sin asustarlas.

Los robots se están haciendo cargo del trabajo humano. Lo que hasta hace poco era algo puntual se está convirtiendo en una tendencia imparable. Para Ericsson, la gran pregunta no está tanto en cómo preservar el trabajo humano, sino en cómo crear una nueva sociedad que proteja el ocio de las personas. En los próximos años, se deberán dar soluciones para mantener los ingresos de los seres humanos en un mundo en el que la mayoría no tenga un trabajo al uso.

Las fotografías llevan décadas guardando nuestros recuerdos. De costosas impresiones a decenas de gigas almacenados en la nube, las imágenes han cambiado mucho en los últimos años. Poco a poco, según Ericsson, dejarán de ser una instantánea plana para convertirse en auténticas memorias tridimensionales que podremos visitar gracias a la realidad virtual. Gracias a la tecnología háptica, podremos no solo volver a ver nuestros recuerdos, sino tocar objetos o personas en su interior.

En 2018, los seres humanos seguirán con los pies en el suelo. Sin embargo, las ciudades se llenarán cada vez más de objetos voladores con los usos más diversos. Los drones han llegado para conquistar los cielos al servicio de los seres humanos y, a medida que avancen las legislaciones al respecto, se convertirán en una pieza más de los paisajes urbanos.

Smartphones que cada vez consumen más, miles de millones de objetos conectados al Internet de las Cosas… la tecnología móvil sigue dependiendo de la electricidad para funcionar y de las baterías para no estar atada a un enchufe. Más del 80% de los usuarios encuestados por Ericsson para su estudio cree que en los próximos años tendremos baterías que se carguen en pocos minutos y duren varios días.

¿Cuántas de estas predicciones se harán realidad en 2018? Poco a poco, las fronteras entre la tecnología y los seres humanos seguirán difuminándose. Casi sin darnos cuenta, seguiremos cambiando al ritmo que marca la digitalización del mundo.

Imágenes: iStock, Pixabay