8 errores que las personas inteligentes no cometen en las entrevistas de trabajo

Mirar los ojos a ojo ayuda al reclutador a saber que puede confiar en ti y que te estás presentando sinceramente.

Si no eres capaz de 'venderte' a la empresa en la que quieres trabajar, las probabilidades de que puedas cerrar o hacer una presentación de negocios importante son pocas, y ese no es el tipo de persona que la mayoría de los reclutadores quieren contratar.

Si tu reacción en situaciones de nervios es ser demasiado entusiasta, te recomendamos relajarte. Sonreir, pero no de una manera exagerada. En definitiva, controlar tu entusiamo en este tipo de situaciones.

¿Cuál es tu principal defecto?, ¿cuál es su mayor debilidad?, mayor debilidad?, ¿tu mayor error en el trabajo? No evites contestar estas preguntas. Lo que se busca con estas preguntas es conocer tu madurez y tu capacidad para contestarlas aportando algo positivo para así evitar que vuelvan a suceder.

Si no formulas ninguna pregunta al entrevistador sobre la posición o la empresa, el entrevistador puede pensar que no estás interesado en la oportunidad de trabajar en su compañía.

La base del éxito o fracaso del empleado no se establece tanto en metas estratégicas, grandes elogios o incentivos. En su lugar, lo que contribuye al éxito y la productividad de un empleado es, en gran medida, lo feliz que está en el trabajo cada día.

Todos tenemos maneras de demostrar que estamos nerviosos, intencionalmente e involuntariamente, y el gerente de recursos humanos lo va a notar rápido. Si realmente no puedes evitar inquietarse, trata de hacerlo sutilmente. Tener un cuaderno y un bolígrafo a mano como si fueras a tomar notas durante la entrevista puede ayudarte a disimular los nervios.

Si realmente no sabes una respuesta o te quedas en blanco, dilo. Al tener la confianza de admitir que no sabes algo en un determinado momento estás demostrando que eres flexible y que estás lo suficientemente cómodo contigo mismo y tus habilidades para afrontar este tipo de situaciones.