Más de dos millones de personas mueren por año en su trabajo Aquí mostramos cómo evitarlo
Edmundo Werna
Head of Unit at the Sectoral Policies Department, International Labour Organisation (ILO)Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), más de 2,3 millones de trabajadores mueren cada año como resultado de accidentes laborales o enfermedades relacionadas con el trabajo. Para poner este número en perspectiva, en todo el mundo 167 000 personas murieron en conflictos armados en 2015, según la última Encuesta de Conflictos Armados de Estudios Estratégicos de Londres (IISS). Además de este número sorprendente, cada año ocurren 313 millones de accidentes laborales que resultan en ausencias prolongadas del trabajo.
La OIT estima que el costo anual para la economía mundial por accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo es de 3 billones de dólares. Lo que es más, un informe reciente sugiere que 3,2 mil millones de trabajadores en el mundo están cada vez más enfermos, y la gran mayoría se enfrenta a una inseguridad económica importante: El 77 % tiene trabajos de tiempo parcial, temporales, "vulnerables" o no remunerados.
Además, la fuerza de trabajo tiene cada vez más edad y es menos saludable: El 52 % tiene sobrepeso u obesidad y el 38 % sufre de exceso de presión en su trabajo.
Además de los costos sociales y humanos de los problemas de salud y las muertes, la carga económica acumulada causada por la falta de bienestar en el trabajo es enorme, tanto para las empresas como para la economía mundial. Esto es especialmente cierto cuando las pérdidas de productividad se suman a los gastos médicos directos.
Se estima que la falta de bienestar en la fuerza de trabajo cuesta a la economía mundial entre el 10 y 15 % del PIB mundial. Solo en los Estados Unidos, se calcula que las lesiones, enfermedades y estrés relacionados con el trabajo, así como la desvinculación de los trabajadores, cuestan a la economía más de 2,2 billones de dólares al año.
En 2013, Klaus Schwab, fundador y presidente del Foro Económico Mundial, presentó el informe sobre Alianza en el lugar de trabajo. Señaló la importancia y las implicaciones económicas del bienestar en el lugar de trabajo: "Los empleadores tienen una gran responsabilidad de promover la resiliencia de los empleados; hay pruebas sólidas de que una fuerza laboral sana es vital para la competitividad, la productividad y el bienestar de un país. Más del 50 % de la población activa dedica la mayor parte de su tiempo al trabajo, por lo que el lugar de trabajo ofrece una oportunidad única de concientizar, así como de guiar e incentivar a las personas a desarrollar estilos de vida más saludables. Esto ha demostrado tener un efecto multiplicador, ya que los trabajadores integran la salud y el bienestar en sus familias y comunidades".
Las causas de los problemas de seguridad y de salud varían según el sector. En la economía urbana, por ejemplo, aproximadamente uno de cada seis reportes de accidentes mortales en el lugar de trabajo a nivel mundial tiene lugar en el sector de la construcción. Esto se debe principalmente a la naturaleza intrínsecamente peligrosa de este trabajo, a las difíciles ubicaciones de los sitios de construcción, a los ambientes de trabajo cambiantes y a las altas tasas de rotación del personal. También hay problemas de salud asociados con las actividades de la construcción, como los trastornos musculoesqueléticos y la exposición a sustancias peligrosas, como el amianto.
La industria de la construcción, sin embargo, ha recorrido un largo camino en la prevención de los accidentes y problemas de salud. Dentro del entorno de la construcción industrial, tanto los contratistas como los propietarios tienen que comprometer el tiempo, el presupuesto y la gestión para centrarse en el bienestar de la fuerza de trabajo. Los contratistas no solo están obligados a proporcionar pruebas estadísticas de desempeño aceptable de seguridad, sino también programas y procesos que promueven la seguridad de cada trabajador bajo su cuidado. Este requisito previo para una cultura de seguridad ha permitido al sector cambiar de la gestión de lesiones a la prevención de lesiones, y a la creación de objetivos de "cero incidentes".
Esto se refleja en un informe reciente de Ernst & Young llamado Futuro de la salud y la seguridad – Más allá de cero: "En muchos lugares de trabajo, la seguridad se gestiona como un proceso separado, en gran medida desconectado de los imperativos empresariales de la producción y los beneficios. Sin embargo, la salud y la seguridad no son un proceso por derecho propio, sino el resultado de las decisiones, la estrategia, la cultura y el rendimiento empresarial".
Se ha demostrado que las siguientes seis áreas clave para la salud, la seguridad y el bienestar crean el tipo de cultura y entorno que salva vidas y aumenta el bienestar general del trabajador:
1. Crear una estructura de liderazgo que promueva una cultura apasionada por la salud, la seguridad y el bienestar
En última instancia, la cultura de una organización debe garantizar que sus trabajadores se vayan a casa seguros y saludables, sintiéndose satisfechos por un buen día de trabajo y orgullosos de lo que han logrado. Para asegurar el bienestar físico, solo puede haber un enfoque de tolerancia cero con respecto a los problemas de salud y seguridad ocupacional.
La clave es establecer el ejemplo correcto: el liderazgo de una organización tiene que demostrar que ningún trabajo vale más que la pérdida de una vida, una lesión o una enfermedad. Debe establecer valores clave, como la empatía, el respeto y la comunicación ética en el centro de la organización, creando un ambiente de confianza e integridad, quizás mediante un código de conducta claro, eficaz y obligatorio.
2. Establecer la gestión, el compromiso y el diálogo para la salud, la seguridad y el bienestar
Es importante establecer un protocolo de gestión y compromiso, con una colaboración abierta entre el empleador y los trabajadores para discutir y abordar los problemas y canalizar las quejas de manera activa. Pedir a los trabajadores que participen en comités de dirección, equipos de acción y de observación, no solo les permite identificar y evitar los peligros, sino que también genera una sensación de organización protectora.
3. Bienestar a través de la estabilidad social y la seguridad
El derecho a la seguridad social se reconoce como un derecho humano que se refleja en el compromiso social con la Declaración Universal de los Derechos Humanos: "Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social y tiene derecho a realizar, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, y de acuerdo con la organización y los recursos de cada estado, los derechos económicos, sociales y culturales indispensables para su dignidad y el libre desarrollo de su personalidad".
Para garantizar el bienestar de la fuerza de trabajo de una organización, es fundamental abordar los problemas de seguridad social presentados por una sociedad envejecida, así como las consecuencias emergentes del progreso digital y tecnológico, de manera sostenible. Los enfoques innovadores que promueven el crecimiento inclusivo, reducen la desigualdad de ingresos, introducen modelos alternativos de seguridad social (ingresos básicos, por ejemplo) aseguran que en el futuro el empleo contribuirá sustancialmente al bienestar de la humanidad.
4. Bienestar a través de la tecnología avanzada
Si bien hay muchas implicaciones posibles de la nueva tecnología para la mano de obra, con respecto a la seguridad y la salud es posible anticipar una serie de oportunidades. Las tecnologías avanzadas podrían ciertamente mejorar el bienestar de los trabajadores eliminando los riesgos laborales y disminuyendo el esfuerzo físico.
En el contexto de los trabajadores de edad avanzada, estas tecnologías podrían incluir un llamado "operador de súper fuerza", que sería una persona usando un exoesqueleto motorizado, flexible y móvil. Otros ejemplos de interfaces entre el hombre y la máquina son: operadores aumentados y virtuales; operadores saludables, con sensores y controladores portátiles de la salud; operadores inteligentes conectados a asistentes personales inteligentes (IPA); operadores con relaciones de cooperación con robots; operadores sociales, que aprovechen los servicios de las redes en línea de una empresa; así como operadores analíticos, que puedan realizar análisis de gran cantidad de datos.
A medida que estos avances en la tecnología continúan, ya hay innovaciones que pueden aplicarse y que permiten a los trabajadores no solo eliminar o protegerse de circunstancias peligrosas, sino también tener el potencial de volverse más eficientes. Todas las industrias de la construcción tienen la oportunidad de avanzar en el uso de la tecnología y, como resultado, brindar más seguridad a la fuerza laboral.
5. Bienestar a través del desarrollo profesional
Existe un refuerzo mutuo entre el desarrollo profesional, por un lado; y la seguridad y la salud, por otro. En primer lugar, es importante que la seguridad y la salud se incluyan como parte integral de los planes de formación a lo largo de las carreras profesionales. Al mismo tiempo, mejorar la seguridad y la salud ayudará a las empresas a atraer talento.
Para tener éxito atrayendo a los talentos correctos, ofrecer la flexibilidad y el equilibrio suficiente entre la vida y el trabajo es esencial. Bill Gates explica cómo pueden beneficiarse las empresas: "La competencia para contratar a los mejores se incrementará en los próximos años. Las compañías que den flexibilidad extra a sus trabajadores tendrán la mayor ventaja en este punto".
Por lo tanto, para atraer a los mejores talentos con las habilidades correctas, un entorno de trabajo saludable combinado con una cultura de bienestar es cada vez más importante.
6. Acciones específicas para asegurar el bienestar mental y emocional
A menudo subestimamos la importancia de la salud psicológica y emocional en el lugar de trabajo. El bienestar mental y emocional es esencial para la salud en general: una actitud mental positiva permite que las personas desarrollen todo su potencial, hagan frente al estrés de la vida diaria, sean más productivos y contribuyan de manera significativa con la comunidad.
El empleador puede contribuir activamente a proporcionar el equilibrio necesario entre la vida laboral y familiar, creando una cultura organizativa empática, que ofrezca programas de reducción del estrés, implemente políticas contra el acoso y apoye las licencias por asuntos familiares, entre muchas otras cosas.
Vale la pena. Después de todo, en palabras de John Dineen, ex presidente y director ejecutivo de GE Healthcare: "En el entorno económico actual, el empleador que facilita el desarrollo de estrategias eficaces para la salud está haciendo una inversión inteligente".
Si bien las sugerencias anteriores abarcan un conjunto amplio e importante de políticas, no pretenden ser exhaustivas. Se recomienda un enfoque holístico, que permita captar todo el sistema de SST, integrando a sus partes interesadas.
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