10 señales de que te estás quemando (y cómo detenerlo)
Image: REUTERS/Luke MacGregor
Conforme la tecnología borra la línea que divide el tiempo de trabajo y el de casa, las personas sufren más y más de burnout, es decir, de una fatiga tan extrema que se siente como si te hubieras consumido por completo. Un nuevo estudio de la Asociación Americana de Psicología reportó que:
48% de las personas admite haber experimentado un aumento sustancial en su estrés en los últimos 5 años. 31% de los adultos empleados tienen dificultades para balancear sus problemas familiares y personales. 53% de los trabajadores dicen que sus empleos los dejan “abrumados y agotados”.
El burnout puede alcanzarte, incluso cuando sientes gran pasión por tu trabajo. Arianna Huffington lo experimentó de primera mano cuando casi perdió un ojo por el exceso de estrés. Un día estaba tan cansada por el gran cantidad de trabajo que tenía que se desmayó sobre su escritorio, pegándose en la cara. Se rompió un hueso de la mejilla y tuvo que recibir puntadas en su ojo.
Este cansancio extremo puede surgir por un mal balance entre lo que metes y lo que sacas de tu trabajo. A veces pasa porque tu labor ya no es gratificante, pero es más común que suceda porque no estás cuidando de ti.
Antes de que puedas tratar y hasta prevenir el burnout, tienes que aprender a reconocer las señales de alerta de que te acercas peligrosamente a un consumo total de tus fuerzas.
1. Tienes problemas de salud
El burnout tiene un impacto negativo masivo en tu salud física y mental. Ya sea que experimentes dolor de espalda, depresión, problemas del corazón, obesidad o simplemente te de gripa muy seguido, necesitas considerar el papel que tu trabajo está jugando en tu salud. Tienes que cambiar tus hábitos o decidir si tu trabajo merece las consecuencias
2. Dificultades cognitivas
Diversas investigaciones demuestran que el estrés daña la corteza frontal del cerebro, la que es responsable de las funciones ejecutivas. Estas se refieren a la memoria, toma de decisiones, control emocional y concentración. Cuando empieces a notar que estás cometiendo errores tontos, olvidando cosas importantes o teniendo explosiones emocionales, probablemente sea porque te estás empezando a ‘quemar’.
3. Dificultades en las relaciones de trabajo y en las personales
El estrés ‘sangra’ sobre todo lo que haces, particularmente en cómo interactúas con las personas de tu alrededor. Incluso cuando sientes que manejas bien el estrés del trabajo, éste puede mostrar su fea cabeza en casa. Generalmente sufren nuestras relaciones porque la tensión hace más probable que estalles con los demás y te metas en conflictos innecesarios. Otras personas toman el camino contrario y se aíslan de sus seres queridos.
4. Te llevas el trabajo a casa
¿Conoces esa horrible sensación cuando estás en la cama y piensas que no acabaste todos los pendientes del día y deseas de todo corazón no haber ignorado algo importante? Cuando no puedes dejar de pensar en el trabajo incluso cuando estás en casa, es una señal a la que hay que poner atención.
5. Fatiga
El burnout puede llevarte al cansancio total por el impacto que el exceso de trabajo tiene en tu cuerpo y mente. Una señal clara de este tipo de fatiga es despertarse cansado a pesar de haber tenido una buena noche de sueño, tomar grandes cantidades de café o tener dificultad para permanecer despierto en el trabajo.
6. Negatividad
El burnout puede transformarte en una persona negativa, aunque no sea tu forma normal de ser. Si ves que te enfocas en el lado oscuro de las cosas, te sientes cínico o que juzgas a los demás, es porque el cansancio se ha ha apoderado de ti.
7. Poca satisfacción
La tensión constante puede llevarte a experimentar un profundo vacío. Proyectos o personas que antes te emocionaban ya no te causan sentimiento alguno.
8. Perder tu motivación
Cuando empezamos un trabajo iniciamos una empresa vemos el mundo con lentes de color rosa. En esta fase, la motivación llega por sí misma. Sin embargo, al experimentar el burnout, te cuesta trabajo terminar tus pendientes. Incluso puede que termines tus tareas, pero la motivación para hacerlo con gusto simplemente no está ahí. En lugar de trabajar por gusto, lo haces por miedo a fallar fechas de entrega, fallarle a las personas que amas o hasta de ser despedido.
9. Problemas de desempeño
Las personas que se ‘queman’ suelen ser muy exigentes con ellas mismas, así que es probable que cuando su desempeño empieza a fallar, los demás no lo notan. Es crucial ver cómo ha mejorado o decrecido tu trabajo en los últimos meses. ¿Ves alguna falla?
10. Poco cuidado personal
La vida es una lucha constante contra las cosas que momentáneamente se sienten bien, pero no son buenas para ti. Cuando experimentas el burnout, tu autocontrol se ve afectado y caes más fácilmente en la tentación. Esto se debe a que el estrés afecta tu capacidad de tomar decisiones y reduce tu autoconfianza.
Cómo combatir el burnout
Si reconoces alguno de estos síntomas en ti, no te preocupes. Luchar contra el burnout es simple cuestión de cuidado personal. Necesitas separarte de tu trabajo y recargarte. Estas acciones pueden ayudarte a lograrlo.
1. Desconéctate
Se trata de la estrategia más importante de la lista porque no te puedes remover electrónicamente de tu trabajo. Estar disponible para cosas de la oficina de 24/7 te expone a una constante lluvia de estresantes que te impiden recargar pilas. Si despegarte todo el fin de semana de tu empresa es poco realista, trata de designar tiempos específicos para checar correos electrónicos y responder a llamadas. Por ejemplo, puedes revisar tu correo después de la cena o los sábados por la mañana mientras tus hijos van a sus clases extraescolares. Estos pequeños bloques de trabajo te permitirán relajarte sin sacrificar efectividad.
2. Pon atención a las señales de tu cuerpo
Es fácil pensar que un dolor de cabeza es resultado de la deshidratación, que el dolor de estómago se debe a algo que comiste y que tu cuello te duele porque dormiste mal, pero esos no siempre son el caso. Muchas veces los dolores o molestias surgen por la acumulación del estrés y la ansiedad. El burnout se manifiesta en tu cuerpo, así que aprende a leer las señales primarias de cansancio antes de que se acumule.
3. Agenda relajación
Es igual de importante planear tus tiempos de descanso que los de trabajo. Incluso planear algo tan simple como “leer 30 minutos” puede beneficiarte enormemente. Tener estos horarios planeados te aseguran de que se realizarán y te dará algo que te emocione diariamente.
4. Aléjate de las pastillas para dormir
Cuando digo pastillas para dormir, me refiero a todo aquello que te sede. Ya sea que tomes alcohol, Nyquill, Benadryl, Valium, Ambien o cualquier sustancia, puedes afectar seriamente los patrones de sueño de tu cerebro. ¿Has notado que algunos sedativos pueden causarte sueños muy extraños? Cuando duermes, tu cerebro remueve las toxinas dañinas e inicia el proceso de ‘archivado’ de las memorias permanentes del día – lo que te hace soñar- . La sedación interfiere con estos ciclos, alterando el estado natural de estos procesos. Cualquier cosa que interfiera con estos patrones normales, tendrá fuertes consecuencias en tu sueño futuro.
5. Organízate
Mucho del estrés que experimentamos día con día no se debe a que tengamos mucho trabajo, sino porque no nos organizamos para manejar el trabajo de manera efectiva. Cuando te tomas el tiempo para acomodar las cosas, el trabajo fluye mucho mejor.
6. Toma descansos regulares durante el día
Psicológicamente trabajamos mejor en segmentos de una hora – hora y media, seguidos por un descanso de 15 minutos. Si esperas hasta sentirte cansado para tomar un break, ya te tardaste. Perdiste el punto fuerte de la productividad y te gastaste innecesariamente en el proceso. Apegarte a un horario te asegura aprovechar los tiempos en los que eres más efectivo y descansar cuando no lo eres.
7. Apóyate en tu sistema de soporte
Es muy tentador alejarte de otras personas cuando te sientes estresado, pero pueden ser aliados poderosos en la guerra contra el burnout. Una familia y amigos que te escuchen pueden ayudarte a evitar el cansancio brutal y te recuerdan por qué estás trabajando tan duro.
En conclusión…
Si estas estrategias no funcionan para ti, entonces el problema puede ser tu trabajo. El empleo incorrecto puede ser una causa de burnout. En ese caso tendrás que decidir qué es más importante, tu empleo o tu salud.
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