Educación y habilidades

¿Qué acaba matando la creatividad propia de la infancia?

A worker's son plays in a salt pan near Bhavnagar, in the western Indian state of Gujarat March 5, 2009.

Image: REUTERS/Arko Datta

Silvia Díaz
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Educación y habilidades

Durante un evento organizado en 2011 en Arizona (Estados Unidos), el Dr. George Land, autor y divulgador científico, desveló ante el auditorio el impactante resultado de una prueba que había llevado a cabo para la NASA, pero que posteriormente decidió aplicar entre niñas y niños de corta edad.

La prueba originaria consistió en medir el potencial creativo de los científicos e ingenieros de cohetes, y aunque los resultados obtenidos fueron satisfactorios para los propósitos de la NASA, Land quiso aplicarla en los niños con el fin de medir su potencial creativo. ¡Los resultados que obtuvo fueron realmente sorprendentes!

La creatividad, ¿nace o se hace?

Una de las preguntas que se hizo este científico tras finalizar las pruebas que le había pedido la NASA fue: ¿de dónde viene la creatividad?

¿Es algo innato en el ser humano o se desarrolla con el paso del tiempo y las experiencias vividas? ¿En qué momento y por qué se pierde? ¿Por qué hay personas creativas y otras que no lo son?

Ante tantas dudas y preguntas por resolver, George Land y su colega científico Beth Jarman decidieron llevar a cabo un experimento entre un grupo de 1.600 niñas y niños con edades comprendidas entre los cuatro y los cinco años, y los resultados que obtuvieron fueron increíbles.

Las pruebas realizadas se enfocaron en examinar el pensamiento divergente de las y niños, así como su capacidad para enfrentarse a un problema y buscar la solución mediante ideas innovadoras y creativas. El 98% fue catalogado como genias y genios de la imaginación.

Cinco años después, volvieron a realizar las pruebas a las mismas niñas y niños (que en ese momento ya tenían diez años), pero entonces sólo el 30 por ciento de ellos fue catalogado como 'genio de la imaginación'.

Y finalmente, cuando fueron evaluados/as nuevamente a la edad de 15 años, el porcentaje de genias y genios había bajado al 12 por ciento: ¿qué mató en esos diez años su creatividad?

Matando al genio creativo que todos llevamos dentro

Aquellas pruebas fueron replicadas en muchísimas ocasiones más, obteniendo siempre los mismos resultados, lo que llevó a los científicos a considerar que el sistema escolar y la educación que reciben la mayoría de los niños mata al genio creativo que todos llevan dentro.

La creatividad es algo innato en las y los niños. Nacen siendo seres libres y creativos por naturaleza, pero a medida que van creciendo, e influenciados por diferentes ambientes, tanto en la escuela como en casa, la creatividad acaba perdiéndose o reprimiéndose, según las directrices de los adultos de su entorno.

Llegados a este punto, seguro que muchos os estaréis preguntando ¿por qué ocurre esto y cómo podemos evitarlo?

Según explicaba Land, existen dos tipos de pensamiento que tienen lugar en el cerebro y que funcionan de forma diferente:

Por un lado se encuentra el pensamiento divergente, que se usa para inventar, generar o crear nuevas posibilidades o ideas.

Por otro lado está el pensamiento convergente, que es el que utilizamos para juzgar, tomar una decisión o evaluar los pros o contras de algo.

El pensamiento divergente funciona como un acelerador, mientras que el pensamiento convergente frena todas las ocurrencias y posibilidades nuevas que ideamos.

Las niñas y niños de corta edad utilizan sobre todo el pensamiento divergente y su imaginación no tiene límites. Pero en la mayoría de los casos, a medida que los educamos y enseñamos, comienza a pesar más el pensamiento convergente, actuando como un freno a su creatividad.

"SI OPERAMOS CON MIEDO USAMOS UNA PARTE MÁS PEQUEÑA DEL CEREBRO, PERO CUANDO USAMOS EL PENSAMIENTO CREATIVO, EL CEREBRO SIMPLEMENTE SE ILUMINA".

Dr. George Land

Por eso, la comunidad científica aconseja no matar la creatividad de los niños, no llenar su cabeza de miedos y dudas, y dejarles soñar y ser lo que deseen ser.

Tanto desde casa como en los colegios, podemos fomentar la creatividad natural de los niños con ideas y consejos que no adormezan su imaginación desbordada y su capacidad innata de buscar soluciones a todos los problemas.

Dejémosles soñar, ser originales, divergentes, opinar y saltarse las normas de lo esperado. ¡No matemos la genialidad creativa que todas las personas llevamos dentro desde la infancia!

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