Cómo la innovación local e iterativa impulsa el cambio real en agua y energía

El mundo necesita urgentemente un cambio significativo. A menudo, las iniciativas genuinas quedan eclipsadas por las hipérboles y las exageraciones, algo que vemos a diario en los medios de comunicación y en el mundo empresarial moderno, donde los incentivos económicos dependen de la interacción con la audiencia. Mientras tanto, escuchamos afirmaciones de que los nuevos productos y soluciones podrían "transformar nuestras vidas" o "cambiar el futuro".

Sin embargo, lo que sigue faltando es la acción concreta, es decir, esfuerzos tangibles para mejorar la vida de miles de millones de personas. Para hacer nuestro planeta más habitable, garantizar la seguridad alimentaria mundial y asegurar el acceso universal a la energía básica, debemos ir más allá de las promesas e identificar las soluciones que aportan un cambio genuino y medible.

La tecnología, especialmente con la llegada de la inteligencia artificial (IA), está, sin duda, transformando las sociedades y las economías. Sin embargo, sigue existiendo un mito sobre qué innovaciones están teniendo un impacto más tangible y positivo en las comunidades de todo el mundo.

La sostenibilidad es un buen ejemplo: está repleta de soluciones tecnológicas que abordan prioridades clave como la reducción de emisiones, la protección del medio ambiente y el crecimiento inclusivo. Sin embargo, no todas ellas ofrecen los beneficios y el impacto que prometen. A veces, las soluciones más transformadoras son las pragmáticas e impulsadas a nivel local para mejorar —no reconstruir— los sistemas existentes.

A nivel mundial, los emprendedores están logrando cambios significativos gracias a innovaciones incrementales específicas, que repercuten directamente en la vida de las personas de comunidades y regiones vulnerables. Este impacto genuino y sobre el terreno no solo es factible, sino que también se puede replicar en diversas zonas geográficas.

La Fundación BASE es una organización que aborda las pérdidas poscosecha y mejora los medios de vida de los agricultores. La agricultura sustenta muchas economías, especialmente en los países en desarrollo, donde los pequeños agricultores constituyen la mayor parte de la población rural. Por lo tanto, una buena cosecha se convierte en una cuestión de supervivencia.

Sin embargo, se estima que entre el 30% y el 40% de los productos se pierden después de la cosecha debido a las deficiencias de la infraestructura de la cadena de frío. En África, cerca del 50% se pierde o se daña antes de llegar al consumidor final. La solución de esta organización suiza sin ánimo de lucro consiste en un enfoque modular de tecnología de refrigeración con bajas emisiones de carbono y alta eficiencia energética que amplía su modelo existente de "refrigeración como servicio".

En lugar de exigir a los consumidores que inviertan en costosos sistemas de refrigeración, el modelo BASE ofrece un servicio de pago por uso que elimina los altos costos iniciales. Este modelo probado es asequible y accesible para los nuevos usuarios, sin los riesgos de mantenimiento o rendimiento que suelen asociarse a la propiedad. Una innovación que redefine la inversión y la distribución de riesgos, priorizando la accesibilidad frente a las innovaciones no probadas.

Otro gran desafío global que afecta a miles de millones de personas en todo el mundo es la falta de acceso a agua limpia y abundante. Por un lado, existe la escasez de agua y, por otro, una infraestructura y unos sistemas de gestión obsoletos que privan a comunidades enteras y a empresas de los mercados emergentes de este recurso fundamental.

El rápido ritmo de urbanización y la mejora del nivel de vida ejercen una presión adicional sobre las principales fuentes de agua de los países en desarrollo, lo que crea una tormenta perfecta que podría amenazar la columna vertebral de nuestras sociedades y economías.

Para hacer frente a este desafío, la empresa brasileña Stattus4 ha desarrollado una tecnología basada en IA que permite identificar las principales zonas de pérdida de agua y ayuda a las empresas de suministro de agua a corregir las fugas de forma más precisa y rápida. La tecnología de Stattus4 ya ha ahorrado el equivalente a casi 50 piscinas olímpicas de agua al día, suficiente para abastecer a más de un millón de personas.

Lo que une a estas dos soluciones y empresas, a pesar de operar en sectores y geografías diferentes, no es solo su compromiso con la innovación práctica y el impacto tangible, sino también su reciente nominación como finalistas del Premio Zayed a la Sostenibilidad.

Como galardón pionero de los Emiratos Árabes Unidos al emprendimiento y la innovación sostenibles, el premio se ha consolidado como una vía esencial para los innovadores locales con soluciones prácticas a los principales desafíos mundiales en materia de agua, alimentación, salud, energía y acción climática.

Desde su creación, el premio ha destacado soluciones que aportan mejoras reales a las comunidades vulnerables, dejando de lado las tecnologías e innovaciones que prometen mucho pero aportan muy poco. Este enfoque y esta filosofía han mejorado la vida de más de 400 millones de personas y deben replicarse en todo el sector de la sostenibilidad y la comunidad inversionista.

Del mismo modo, la iniciativa UpLink del Foro Económico Mundial reconoce y promueve ideas que dan forma a una economía global sostenible, equitativa y próspera, con énfasis en fomentar las alianzas intersectoriales. En última instancia, el éxito global dependerá de contar con una financiación flexible y solidaria que permita a los innovadores locales desarrollar proyectos y soluciones prácticas.

Iniciativas como el premio pueden ser catalizadoras y ejemplares, pero no pueden impulsar la transformación por sí solas. Mostrar soluciones escalables e inteligentes demuestra cómo el pensamiento innovador puede tener un impacto profundo y de gran alcance. Altamente adaptables a múltiples sectores, también pueden desencadenar nuevas oleadas de creatividad y resolución de problemas en otras industrias.

Cuando los responsables políticos y los líderes empresariales se reúnan en la Reunión Anual del Foro en Davos (Suiza) en enero de 2026, deben recordar que los titulares y las promesas tienen sus límites. Ya existen cambios inmediatos y tangibles, así como tecnologías que pueden materializarlos. Lo que se necesita ahora es apoyo, colaboración y una acción coordinada entre sectores para ampliar estas soluciones probadas.