Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua 2026: 4 prioridades para los líderes mundiales

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua en 2026 es una oportunidad para convertir la ambición en acción. Image: Unsplash/Joseph Barrientos
Jean-Philippe Salcedo
Programme Lead, Economics of Freshwater and Ecosystems Services, World Economic Forum- El agua no es solo un recurso afectado por los efectos del cambio climático, sino también un factor fundamental para las energías renovables, la seguridad alimentaria y las industrias.
- La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua de 2026 será un momento crucial para la implementación, ya que se centrará en movilizar la acción y situar el agua en la agenda global.
- Cuatro prioridades urgentes deben determinar la agenda global sobre el agua: un marco común, escalar las inversiones, iniciativas a nivel de cuenca y reformas políticas.
El agua está en la primera línea de los impactos climáticos y a la vez es una solución esencial — así lo entendieron los líderes que asistieron a la Semana Mundial del Agua en Estocolmo en agosto. El evento subrayó cómo la resiliencia hídrica es una poderosa palanca para la acción climática y la estabilidad económica, desde permitir sistemas de energía renovable y procesos industriales hasta sustentar la producción de alimentos.
A solo 15 meses de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua de 2026, el mundo se enfrenta ahora a una oportunidad crucial: ¿será este momento un punto de inflexión en el que una colaboración público-privada audaz traslade el agua de los márgenes de las agendas mundiales a su centro?
La era del riesgo hídrico ya está aquí
Para 2030, la demanda mundial de agua superará la oferta en un 40%, según la encuesta más destacada sobre el agua realizada por el Panel Internacional de Recursos (IRP) en 2016. Casi 4000 millones de personas, la mitad de la población mundial, ya experimentan una grave escasez de agua durante al menos un mes al año, y el 44% de las empresas informan de importantes desafíos relacionados con el agua.
La contaminación, el aumento de la demanda y los fenómenos meteorológicos extremos se están combinando para agravar la escasez global de agua a un ritmo superior a nuestra capacidad de respuesta. Al mismo tiempo, la disrupción del ciclo hidrológico global está provocando patrones de precipitaciones impredecibles, sequías y una disminución de la calidad del agua, lo que convierte el riesgo hídrico en una amenaza sistémica y posiciona el agua como un punto de entrada estratégico para la resiliencia.
El Informe sobre Riesgos Globales 2025 del Foro Económico Mundial destaca que los riesgos ambientales relacionados con el agua serán una amenaza cada vez mayor durante la próxima década. Esta inercia es peligrosa, pero también supone una oportunidad perdida. Como indica el Barómetro de Cooperación Global 2025 del Foro, es urgente mejorar de manera significativa y rápida la cooperación en materia de clima y capital natural.
De los compromisos a la implementación
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua de 2023 fue un hito histórico que puso el agua en el punto de mira a nivel mundial. Las ediciones de 2026 y 2028 marcan una institucionalización a más largo plazo del tema del agua, que aún carece de un acuerdo global propio, similar a los marcos sobre el clima o el Marco Global de Biodiversidad.
En la reunión preparatoria de la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrada el 9 de julio de 2025, los Estados miembros aprobaron por unanimidad seis áreas temáticas para la Conferencia de 2026, indicando un cambio de los compromisos de alto nivel a la implementación. Una de estas áreas, "Inversiones para el agua", reconoce directamente la necesidad de movilizar capital, innovación y mecanismos de ejecución.
Es importante destacar que, a diferencia de las negociaciones del tratado sobre los plásticos (INC-5.2), que finalizaron el 15 de agosto de 2025 sin que los delegados lograran alcanzar un consenso, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua no se centra en la negociación de un tratado, sino en la implementación.
Esto brinda una oportunidad única para convertir la ambición en acción, sin estancamientos procedimentales. Abre una ventana vital para que los líderes mundiales den pasos concretos y se preparen desde ahora. El Informe sobre el futuro del agua, Water Futures Report, publicado recientemente, esboza cuatro prioridades prácticas y de alto impacto para implicar al sector privado y fomentar las alianzas público-privadas, que deben orientar la próxima fase de la colaboración mundial en materia de agua:
1. Crear un marco común para valorar el agua y el riesgo
No podemos gestionar lo que no valoramos, y el agua sigue estando subestimada en todos los mercados y sistemas. A pesar de su papel fundamental en casi todos los sectores y ecosistemas, la mayoría de los marcos financieros y políticos siguen sin reflejar el verdadero valor del agua.
Desde la agricultura hasta los semiconductores, las cadenas de valor dependen de un suministro de agua fiable. Sin embargo, tan solo el 26% de las empresas de la lista Fortune Global 500 tienen objetivos de consumo de agua dulce y menos del 1% comprenden su dependencia de la naturaleza, según un informe que publicarán próximamente el Centro para la Naturaleza y el Clima del Foro y la consultora Oliver Wyman.
Un marco global de valoración del agua y de los riesgos —basado en los ya existentes y con el objetivo de lograr un mayor reconocimiento— podría aportar claridad a las decisiones que afectan a la inversión, las políticas y la cadena de suministro. En la actualidad, no existe ningún marco unificado.
2. Identificar mecanismos escalables para la inversión en agua
Según el Banco Mundial, para 2030 el mundo necesitará 7 billones de dólares para financiar la infraestructura hídrica global. Las conferencias multilaterales celebradas en el pasado han generado grandes compromisos, pero los desembolsos han ido a la zaga o los mecanismos no han sido viables para el sector privado.
Para cerrar esta brecha, es necesario centrarse en identificar mecanismos financieros escalables, incubar otros nuevos y adaptarlos a la realidad. Se necesita un cambio radical para movilizar las inversiones del sector privado y la financiación filantrópica hacia proyectos que generen el mayor impacto posible.

3. Expandir lo que ya funciona, especialmente a nivel de cuenca
No es necesario inventar todas las soluciones. Ya existen modelos e iniciativas exitosos, especialmente a nivel de cuencas hidrográficas y fluviales.
Las iniciativas locales y regionales de restauración, reposición y gestión sostenible tienen un impacto real, pero a menudo quedan aisladas o carecen de financiación.
Para ampliar eficazmente estas iniciativas, es crucial aprender de los procesos existentes para informar las prácticas y los marcos de gobernanza, garantizando que generen un entorno propicio para las iniciativas de colaboración a nivel de cuenca.
Para eso, se requiere una colaboración estructurada entre los actores públicos, privados y comunitarios, y los titulares de derechos. Lo que se necesita ahora es replicar y ampliar los éxitos y garantizar financiación y continuidad a largo plazo.
4. Dar visibilidad a políticas exitosas que contribuyen a la expansión de la innovación
Uno de los mayores obstáculos para la innovación hídrica no es la falta de tecnología, sino el retraso en las políticas. Demasiadas soluciones se quedan estancadas en la fase piloto o no pueden expandirse debido a regulaciones obsoletas, gobernanza fragmentada o falta de acceso al mercado.
Los países que han superado esta brecha —por ejemplo, el sistema integrado de reutilización del agua de Singapur o la estrategia nacional de gestión de cuencas hidrográficas de Ruanda— demuestran que las políticas habilitadoras pueden tener un impacto importante. Compartir estos ejemplos puede servir de modelo para reformas en otros lugares.
A medida que se acerca la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua 2026, la atención mundial debe pasar de la ambición a la acción.
Algunos eventos importantes, como la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre, la Reunión Anual del Foro en Davos (Suiza) en enero y las cumbres ministeriales regionales, ofrecen oportunidades concretas para que los líderes se pongan de acuerdo sobre las prioridades, anuncien nuevas iniciativas y muestren su disposición.
Es hora de aprovechar la conferencia no solo para reflexionar, sino también para apostar por la resiliencia hídrica como pilar fundamental de economías preparadas para el futuro.
No te pierdas ninguna actualización sobre este tema
Crea una cuenta gratuita y accede a tu colección personalizada de contenidos con nuestras últimas publicaciones y análisis.
Licencia y republicación
Los artículos del Foro Económico Mundial pueden volver a publicarse de acuerdo con la Licencia Pública Internacional Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0, y de acuerdo con nuestras condiciones de uso.
Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no del Foro Económico Mundial.
Mantente al día:
Sanitation
Temas relacionados:
La Agenda Semanal
Una actualización semanal de los temas más importantes de la agenda global
Más sobre Alimentación y AguaVer todo
Abraham Baffoe
2 de diciembre de 2025






