4 tendencias globales sobre emprendimiento y sostenibilidad

Una nueva investigación arroja luz sobre los puntos en común entre el emprendimiento y la sostenibilidad. La respuesta puede sorprender a algunos.

El Global Entrepreneurship Monitor (GEM) es un consorcio de equipos nacionales, asociados principalmente con instituciones académicas destacadas, que lleva a cabo investigaciones basadas en encuestas sobre el emprendimiento en todo el mundo. Es la única fuente de investigación global que recopila datos sobre el emprendimiento directamente de emprendedores individuales.

El último informe de la organización, Sustainability and Entrepreneurship: Awareness and Actions (Sostenibilidad y emprendimiento: concientización y acciones), se basa en datos de sus aproximadamente 60 equipos nacionales para examinar la relación entre el emprendimiento y la sostenibilidad en todo el mundo.

Esa investigación se puede resumir en cuatro tendencias clave del emprendimiento global:

El GEM utilizó cuatro criterios para determinar el grado de compromiso de los emprendedores con la sostenibilidad: estar motivados para cambiar el mundo; integrar la sostenibilidad en sus estrategias empresariales; dar prioridad a la sostenibilidad frente a la rentabilidad o el crecimiento; y tomar medidas para promover la sostenibilidad en sus negocios.

Los niveles más altos de nuevos emprendedores que cumplen los cuatro criterios de sostenibilidad no corresponden a los países que cabría esperar (por ejemplo, los europeos), sino a la región de América Latina y el Caribe.

Las economías de bajos ingresos, como Guatemala e India, se situaron entre aquellas con mayor proporción de emprendedores que opinaban que el factor clave del emprendimiento es "marcar la diferencia en el mundo".

Los efectos adversos del cambio climático en el Sur Global podrían estar impulsando la mayor motivación de sus emprendedores por la sostenibilidad. Datos previos también indican que las culturas colectivistas, predominantes en las economías del Sur Global, favorecen las actividades emprendedoras centradas en el bienestar social.

En la mayoría de las economías, más mujeres que hombres estaban de acuerdo con la motivación de crear o dirigir una nueva empresa "para marcar la diferencia en el mundo"; por el contrario, los nuevos emprendedores masculinos se mostraban más propensos a emprender "para acumular un gran patrimonio o generar ingresos muy elevados" y "para continuar una tradición familiar".

Del mismo modo, los emprendedores más jóvenes se mostraron más propensos a estar de acuerdo con la motivación de "marcar la diferencia en el mundo", mientras que los emprendedores de más edad se mostraron más propensos a estar motivados por "ganarse la vida porque hay pocos puestos de trabajo".

Además, los emprendedores con estudios superiores eran algo más propensos a estar de acuerdo con la motivación de "marcar la diferencia en el mundo", mientras que los emprendedores sin bachillerato eran mucho más propensos a "continuar una tradición familiar" y "ganarse la vida porque hay pocos puestos de trabajo". Estas tendencias también podrían reflejar en parte los desafíos a los que se enfrentan las personas mayores y las personas sin estudios superiores en el mercado laboral.

El conocimiento entre los emprendedores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas fue, en el mejor de los casos, fragmentario en todas las zonas geográficas y grupos de ingresos.

Hay datos que indican que la concientización aumenta con los niveles de ingresos nacionales. Por ejemplo, en promedio para 2021-2023, al menos uno de cada cuatro nuevos emprendedores declaró conocer los ODS en 17 de las 23 economías de ingresos altos, en comparación con cuatro de cada 13 en las economías de ingresos medios y ninguno en las economías de ingresos bajos.

Los datos del GEM revelan una paradoja interesante entre la concientización y la acción en materia de ODS: algunas economías con niveles relativamente bajos de concientización sobre los ODS entre nuevos emprendedores—como Sudán, Chile y Qatar—tenían proporciones relativamente altas de nuevos emprendedores que cumplían los cuatro criterios de sostenibilidad.

Puede haber múltiples explicaciones para ello. Por ejemplo, los países en desarrollo y las economías emergentes a menudo se sitúan en primera línea de los impactos ambientales y sociales más negativos, lo que en sí mismo promueve una alta conciencia de la necesidad de un desarrollo sostenible.

Otro factor posible es la naturaleza de las políticas públicas. Por ejemplo, los países del Golfo están diversificando sus economías para reducir su dependencia de los hidrocarburos y aprovechar las oportunidades que ofrece una práctica empresarial más sostenible.

En general, aunque la percepción de los ODS entre los encuestados es desigual, los datos del GEM también dejan claro que la percepción no es en modo alguno un requisito previo para actuar sobre las cuestiones y los desafíos contemplados en los ODS.

El informe de 2024 sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que sigue a la evaluación intermedia de los avances en los ODS realizada por las Naciones Unidas en 2023, revela una cruda realidad: solo el 17% de los objetivos están en vías de alcanzarse para 2030.

Los emprendedores tienen un enorme potencial para acelerar el progreso de los ODS. A continuación se explica cómo las economías de ingresos bajos, medios y altos pueden aprovechar efectivamente a los emprendedores para alcanzar los ODS:

En las economías de bajos ingresos, los incentivos fiscales y las exenciones para las empresas verdes y sociales pueden mitigar los riesgos financieros para los prestamistas. En las zonas rurales, la inversión en infraestructuras básicas, como la energía y el transporte, sienta las bases para el éxito de las actividades empresariales sostenibles.

En las economías de ingresos medios, se podría ofrecer más apoyo a la I+D orientada a la sostenibilidad. La normativa podría exigir la integración de factores ambientales y sociales en las operaciones empresariales, exigiendo la presentación de informes de sostenibilidad y promoviendo la contratación local para reducir las emisiones generadas por el transporte y apoyar las economías locales.

Las economías de ingresos altos pueden dar un ejemplo positivo de sostenibilidad global promoviendo el consumo y la producción sostenibles. Unos objetivos ambiciosos de reducción de carbono y la asignación de recursos a infraestructuras verdes —como las infraestructuras de energía renovable, el transporte público sostenible y los edificios verdes— mitigarían el daño ambiental y generarían nuevas oportunidades de empleo.

Los responsables políticos deben dar prioridad al fomento de una mentalidad centrada en la sostenibilidad entre los emprendedores en todas las etapas, y establecer mecanismos que potencien soluciones innovadoras adaptadas al contexto de los desafíos locales de sostenibilidad. Este enfoque no solo revitalizará las economías y las comunidades, sino que también acelerará la transición hacia la sostenibilidad en las grandes empresas.

Daniel Nowack, director de Innovación Social de la Fundación Schwab y del Foro Económico Mundial, ha contribuido a este artículo. Los autores también reconocen y agradecen a todos los equipos nacionales del GEM que han contribuido al informe "Sostenibilidad y emprendimiento: concientización y acciones".