¿Qué significa el aumento del crédito corporativo para los responsables políticos y las empresas?
El crédito corporativo está experimentando una transformación importante. Image: Shutterstock
Douglas J. Elliott
Partner, Finance and Risk and Corporate and Institutional Banking Practices, Oliver Wyman (MMC)- El crédito corporativo está experimentando su mayor transformación desde que las grandes empresas empezaron a recurrir en masa al mercado de bonos para financiarse en la década de 1980.
- Muchas empresas de capital privado, fondos de cobertura (hedge funds) y otros actores están aumentando la disponibilidad de crédito para las empresas, pero sus actividades están menos reguladas que la de los bancos y las estructuras que emplean pueden ocultar los riesgos.
- Los responsables políticos deben comprender y vigilar los riesgos de este nuevo modelo de crédito corporativo.
El mercado de crédito corporativo está experimentando su mayor transformación desde que las grandes empresas empezaron a recurrir en masa al mercado de bonos, en lugar de a los bancos, para financiarse en la década de 1980. Los líderes empresariales y responsables políticos deben observar este movimiento con atención.
Los fondos de deuda privada están arrebatando cuota de mercado a los bancos a través de préstamos directos, obligaciones de préstamo garantizadas y otros productos exóticos, mientras que los fondos de cobertura (hedge funds) están causando impacto en el mercado de bonos corporativos y préstamos apalancados, dirigidos normalmente a prestatarios de mayor riesgo. Además, una explosión de fondos cotizados (ETF) de renta fija está exponiendo a más inversores al mercado de bonos y mejorando la liquidez para todos.
Hay muchos aspectos positivos de estos cambios. En primer lugar, están mejorando la disponibilidad de crédito y ampliando las opciones para prestatarios e inversores, según un reciente estudio de Oliver Wyman Forum, el laboratorio de ideas de la consultora de gestión global Oliver Wyman. La mejora del flujo de fondos puede fomentar la inversión empresarial, la contratación y el crecimiento económico. Los productos relacionados, que están más avanzados en Estados Unidos pero que también se extienden a Europa y Asia, reducen algunos riesgos al movilizar capital a largo plazo de aseguradoras, fondos de pensiones y otros inversores, en lugar de capital bancario, que a menudo depende de depósitos que pueden retirarse rápidamente en caso de crisis.
Pero también están surgiendo nuevos riesgos. Los proveedores de crédito alternativo están menos regulados que los bancos y a veces emplean estructuras opacas que pueden ocultar el riesgo. También aumentan la competencia entre los proveedores de crédito, lo que puede reducir los estándares de préstamo, como ocurrió en el período previo a la crisis financiera mundial de 2008-2009. Y aunque los nuevos proveedores de crédito pueden añadir diversidad y resiliencia al mercado de crédito corporativo, el hecho de que los bancos sean los principales financiadores de estos proveedores podría reducir esas ventajas y hacer que el mercado sea vulnerable a una crisis bancaria.
Los prestatarios también deben ser conscientes de los riesgos potenciales. Los directores financieros deben tener en cuenta la creciente complejidad e interconexión del mercado crediticio. A medida que el crédito privado se expande y la deuda corporativa se transforma en un producto que se vende a una base más amplia de inversores, el modelo original de relaciones estrechas entre prestatario y prestamista puede debilitarse. Esto reduce potencialmente la flexibilidad de los prestamistas en caso de deterioro de la situación financiera de un prestatario. El dinero fácil es tentador, pero las empresas deben asegurarse de que sus prestamistas les apoyarán si lo necesitan — y de que un rápido endeudamiento no hundirá la economía ni causará mayores estragos.
En última instancia, se están creando más oportunidades para que las empresas amplíen sus opciones de financiación. Pero esto también requiere una estrecha vigilancia por parte de los responsables políticos y los reguladores para limitar las posibilidades de una futura crisis.
Transformación del crédito
Los proveedores y productos de crédito alternativo existen desde hace décadas, pero no han florecido hasta hace poco. Por lo general, ofrecen rendimientos más elevados que los títulos de deuda con grado de inversión, por lo que resultaron especialmente atractivos para los inversores en el contexto de las bajas tasas de los años posteriores a la crisis. Los bancos, por su parte, vieron reducido su apetito por el riesgo como consecuencia de los mayores requisitos de capital y liquidez y otras restricciones impuestas tras la crisis.
Como resultado, algunas áreas de los mercados de crédito que antes eran nichos han experimentado un gran incremento. El crédito privado, que es la financiación proporcionada por empresas de capital privado y sociedades de desarrollo empresarial, se ha multiplicado por cuatro a nivel global desde 2013, mientras que los préstamos apalancados, que se conceden a prestatarios con grandes niveles de endeudamiento o escaso historial crediticio, casi se han duplicado.
Los dos segmentos ya proporcionan casi el 20% del crédito corporativo en Estados Unidos, y la tendencia se está extendiendo a otras partes del mundo: el crédito privado ha crecido un 17% anual desde 2018 en Europa (donde ahora representa el 2% del crédito corporativo) y un 20% anual en Asia.
Vigilancia del mercado
Hay cinco cuestiones clave a tener en cuenta a la hora de evaluar la estabilidad de los mercados de crédito corporativos a medida que se desarrolla esa transformación. Dado que las corridas bancarias y las llamadas de márgenes pueden incitar o exacerbar las crisis financieras, los responsables políticos, ejecutivos y directores financieros deben preguntarse lo siguiente:
- ¿Qué promesas de liquidez a corto plazo se están haciendo? Cabe destacar que los bancos estadounidenses han extendido 2 billones de dólares en líneas de crédito preaprobado a instituciones financieras no bancarias, con tasas medias de utilización en torno al 50%. Los fondos de crédito privados también están ofreciendo líneas de crédito a las empresas, pero aún no se han puesto a prueba en un periodo de tensión prolongada.
- ¿Cómo están evolucionando las cadenas financieras – y se están volviendo más apalancadas? Los grandes fondos de cobertura estadounidenses poseen más de 800 000 millones de dólares en derivados de crédito, mientras que las empresas de capital riesgo colocaron casi 70 000 millones de dólares de deuda en sus empresas en cartera en los tres primeros trimestres de este año. Estas capas de exposición y apalancamiento, junto con la falta de transparencia, dificultan la evaluación precisa de los riesgos asociados a estas operaciones y pueden hacer que el mercado de crédito corporativo sea más frágil y vulnerable a una crisis.
- ¿Cuál es la exposición de las instituciones tradicionales al crédito corporativo y a las entidades no bancarias? Los bancos están ampliando su exposición directa al crédito corporativo incluso cuando su cuota de mercado disminuye. Al mismo tiempo, están aumentando su exposición indirecta mediante la concesión de préstamos a entidades no bancarias, como fondos de cobertura y empresas de capital privado, que a su vez atraen a fondos de pensiones y otras instituciones financieras. Las aseguradoras de vida privadas estadounidenses poseen actualmente 600 000 millones de dólares en activos, lo que representa el 11% del sector. Los responsables políticos y los ejecutivos necesitan una visión detallada de estas exposiciones interconectadas.
- ¿Cómo se comportarán los nuevos activos de alta calidad en una crisis? Las entidades financieras reguladas tienen necesidad de este tipo de activos, que a menudo se crean mediante titulización; sin embargo, muchos de los productos actuales no se han puesto a prueba en una crisis. Los préstamos de tipo "covenant lite", que ofrecen a los inversores menos protecciones, como la limitación de la capacidad del prestatario para endeudarse más, representan ahora más del 90% del mercado de préstamos apalancados, frente a sólo el 1% en 2000. Esto sugiere que muchas obligaciones de préstamo garantizadas pueden basarse en pilares menos sólidos que en el pasado. También es notable que una de las áreas de más rápido crecimiento del mercado de obligaciones de préstamo garantizadas, ascendiendo a más de 115 000 millones de dólares a finales de 2023, invierte en préstamos de crédito privado sin calificación en lugar de préstamos apalancados. Los responsables políticos deben vigilar la evolución de los estándares para evitar los riesgos excesivos, mientras que los directores financieros deben estar atentos a signos de riesgo sistémico que podrían contribuir a una crisis y reducir el acceso de su empresa al crédito.
- ¿Cómo podría desarrollarse una crisis, y qué entidades tendrán la capacidad y el apetito de riesgo para convertirse en compradores en una crisis? Las entidades no bancarias se han vuelto más críticas para la liquidez del mercado, pero carecen del apoyo de bancos centrales que tienen los bancos. También hay dudas sobre si los bancos o las entidades no bancarias tienen más incentivos y medios para proporcionar apoyo crediticio a las empresas en una crisis financiera, que normalmente es cuando más lo necesitan.
Los responsables políticos deben comprender el riesgo
Adaptar la regulación y la supervisión a esta evolución llevará tiempo, pero los responsables políticos deben estar atentos a cualquier indicio de acumulación excesiva de riesgos. Es fundamental que ejecutivos e inversores impongan de forma proactiva la disciplina de mercado, exigiendo transparencia sobre los activos y apalancamiento de los fondos, así como la realización de pruebas de estrés. Por su parte, los directores financieros de las empresas deben considerar cuidadosamente las ventajas y desventajas a la hora de evaluar sus opciones de financiación.
La transformación de los mercados de crédito corporativo puede reducir los costos de capital de las empresas y promover la estabilidad financiera, basándose en financiación a largo plazo de inversores institucionales. Sin embargo, las capas de apalancamiento construidas sobre el crédito corporativo podrían ceder cuando el actual ciclo crediticio experimente un descenso. Esto podría desencadenar una crisis y reducir drásticamente las opciones de financiación disponibles para las empresas. Una mayor vigilancia ahora puede preservar los beneficios de la transformación del mercado a largo plazo y reducir las probabilidades de que el rápido aumento del crédito corporativo siembre las semillas de la próxima crisis financiera.
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