Las costas desaparecen: Este es el impacto de la subida del nivel del mar en Guinea-Bissau

"El mar sigue viniendo hacia nosotros. Los campos han quedado arruinados por el agua del mar. La tierra es cada vez más pequeña y mucha gente ha abandonado la aldea. Un día, tendré que tomar la decisión de abandonar también esta casa."

Éstas son las palabras de Aghoti Sanhan, de 70 años, que murmura desde una habitación poco iluminada de su casa costera, en ruinas y con suelo de pasto, sin electricidad ni agua corriente.

"Nunca pensé en mi larga vida que esto pasaría", continúa antes de sumirse en el silencio.

En marzo visité Guinea-Bissau, uno de los países más pobres de África Occidental, para informar sobre el impacto de la crisis climática en los habitantes de las zonas costeras de baja altitud. Miles de personas viven en las costas de África Occidental, con un estilo de vida semi-agrícola y semi-pesquero.

Desde el cambio de siglo, el impacto del aumento del nivel del mar en Guinea-Bissau debido al calentamiento global, las fuertes lluvias y las mareas provocadas por los temporales han aumentado en escala, haciéndose más evidentes y empujando a los residentes a una pobreza severa.

Guinea-Bissau tiene más de 36.000.000 de kilómetros cuadrados. De sus aproximadamente 2,1 millones de habitantes, el 70% son pobres y viven con unos ingresos diarios inferiores a 1,90 dólares.

Tras cinco horas en auto desde la capital, Bissau, pasando por varios pueblos y dos horas en una barca metálica, llegué al pueblo costero de Djobel, una zona pantanosa.

Los aldeanos se ganan la vida pescando peces y ostras, y cultivando arroz y otros productos en las escasas tierras que rodean los complicados cursos de agua y en los densos bosques de manglares.

Sin embargo, la aldea está ahora al borde de la extinción debido al impacto de la subida del nivel del mar en Guinea-Bissau.

"Hace unos 20 años, el clima y el mar empezaron a cambiar drásticamente", explica el jefe de la aldea, Baciro Nango.

"Durante la temporada de lluvias, todo el pueblo se hunde bajo el agua. La mayoría de los arrozales y tierras de cultivo han quedado arruinados, y solo queda un poco de tierra útil."

"Las tierras agrícolas recién cultivadas el año pasado también han sido destruidas por las inundaciones de este año. Tarde o temprano, este pueblo quedará arruinado. No hay esperanza para nosotros."

El agua potable es el mayor problema, otra consecuencia del impacto de la subida del nivel del mar en Guinea-Bissau. Hasta hace poco, el pozo de la aldea abastecía de agua dulce, pero hace cinco años, el agua del mar empezó a entrar en él, haciendo que el agua dejara de ser potable. El esfuerzo de traer agua del pueblo más cercano -a cuatro horas en barco- recayó sobre los hombros de los aldeanos, especialmente las mujeres y los niños.

Mirando hacia el mar, hacia una serie de islotes en los que la marea ha empezado a subir, Baciro señala una casa abandonada y en ruinas que se encuentra en una zona peligrosamente cercana a la superficie del agua.

Caminando por el pueblo, se podía ver que muchas tierras ya no eran utilizables y estaban cubiertas por un manto de sal blanca pura, mientras que la mayoría de las tierras agrícolas no mostraban signos de cultivos. Además, el agua del mar atravesaba el terreno y penetraba en los campos.

Baciro nos llevó a otra casa abandonada en una pequeña isla no lejos de su casa. Los restos de una valla de madera sobre un suelo marrón y un muro de barro en la parte superior sugieren que alguna vez hubo gente viviendo aquí. La pequeña camiseta negra de un niño y trozos de vajilla rota estaban semienterrados en la tierra bajo sus pies.

Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el nivel del mar ya ha subido unos 20 centímetros de media desde 1900 hasta la actualidad.

El aumento de las temperaturas y el derretimiento del hielo y la nieve, incluidos los glaciares de la Antártida y Groenlandia, entre otros, han provocado la expansión del agua del mar.

Incluso si se logran reducciones significativas de las emisiones, como limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados centígrados, el nivel del mar podría subir otros 50 centímetros a finales de siglo o casi un metro si las emisiones son elevadas.

Si se tiene en cuenta el colapso de la capa de hielo de la Antártida, se estima que el nivel del mar subirá más de 1,5 metros.

Además, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la subida del nivel del mar se ha acelerado en los últimos años, pasando de una media de 1,9 milímetros anuales entre 1971 y 2006 a más del doble, hasta 4,5 milímetros, entre 2001 y 2010.

El IPCC ha indicado que, incluso si se controlan las emisiones, la subida del nivel del mar continuará después de 2100 y podría aumentar 7 metros para 2300 en algunos casos y 15 metros si se desestabiliza la capa de hielo de la Antártida.

La actual subida del nivel del mar solo acaba de empezar, como dijo el antiguo Director General de la OMM, Petteri Taalas, en una entrevista anterior conmigo: "El nivel del mar seguirá subiendo durante mucho tiempo, lo que supone un grave riesgo para los medios de subsistencia y las economías de las personas de todo el mundo. Estamos perdiendo la batalla contra la subida del nivel del mar."

Una pequeña esperanza para la aldea de Djobel era reubicarse tierra adentro. Con el apoyo de la ONU, el Gobierno de Guinea-Bissau planeó reubicar a los aldeanos en tierras menos afectadas por la subida del nivel del mar.

Sin embargo, los residentes de dos aldeas situadas a ambos lados del lugar previsto para el reasentamiento se opusieron a este plan, lo que provocó conflictos entre las tres aldeas, incluida Djobel, y causó algunas muertes.

Las instalaciones de suministro de agua y las viviendas construidas por la ONU en el lugar propuesto para el reasentamiento fueron destruidas de la noche a la mañana por los opositores y ahora yacen en ruinas sobre el pasto. El plan, que era la mínima esperanza de los habitantes de Djobel, sigue frustrado.

Joao Tchedna, director general primario del Instituto Nacional de Medio Ambiente de Guinea-Bissau, declaró: "Tenemos muy poca tecnología o dinero para hacer frente al impacto de la crisis climática. Los daños ya son irreversibles."

"Los países desarrollados deben aportar fondos suficientes al Fondo para Pérdidas y Daños de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático e intensificar sus esfuerzos para salvar las vidas de los habitantes de los países pobres."

Según la ONU, las emisiones anuales de gases de efecto invernadero de Guinea-Bissau solo representan el 0,09% del total mundial. Entre ellas, las emisiones del pueblo djobel, creo, son casi nulas.

Los más afectados por la crisis climática provocada por los habitantes de los países desarrollados son personas como los habitantes de Djobel, que apenas emiten gases de efecto invernadero. Esta enorme injusticia nos muestra la importancia de alcanzar cuanto antes la "justicia climática" en la comunidad internacional.