¿Qué tiene que ver la basura electrónica con la transición digital en los países menos adelantados?
Discos duros triturados para procesamiento en una planta de gestión de residuos electrónicos en Nigeria. Image: REUTERS/Temilade Adelaja
- El impacto ambiental de la transformación digital podría socavar nuestros esfuerzos por limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C para 2050.
- Solo el 35% de la población de los países menos adelantados (PMA) tenían acceso a Internet en 2023, pero estas naciones reciben cada vez más residuos asociados con la digitalización.
- Dado el volumen global de residuos electrónicos, los PMA pueden apoyar la transformación digital sostenible mediante una gestión responsable de la basura electrónica.
En un momento en que los países menos adelantados (PMA) dan sus primeros pasos en el viaje digital, un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) pone de manifiesto el daño que la digitalización podría causar al medio ambiente.
Según el Informe sobre la Economía Digital 2024, si no se controla, el impacto ambiental de la transformación digital podría socavar los esfuerzos mundiales por limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C para 2050 en comparación con los niveles preindustriales.
Esto se debe en parte a la huella de carbono del sector de tecnología de la información y comunicaciones (TIC), estimada entre 0,69 y 1,6 gigatoneladas de emisiones equivalentes de dióxido de carbono (CO₂) en 2020. Esto representa entre el 1,5% y el 3,2% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Tal nivel de impacto ambiental, similar a las emisiones de toda la industria naviera, subraya la necesidad de políticas de sostenibilidad que acompañen a la expansión de la digitalización.
Otro impacto significativo son los residuos electrónicos y eléctricos que, de no gestionarse adecuadamente, pueden causar daños a las personas y al planeta, debido, por ejemplo, a la fuga de toxinas. Los PMA, donde solo el 35% de la población utilizaba Internet en 2023 (frente al 67% mundial), han contribuido mínimamente a este estado.
No obstante, algunos PMA son destinos cada vez más importantes de basura electrónica resultante de la digitalización. Estos desechos se producen en su mayoría en los países desarrollados, que generaron una media de 3,25 kg de residuos electrónicos per cápita en 2022 — alrededor de 15 veces más que los PMA, que generaron 0,21 kg.
Dado el creciente volumen de residuos electrónicos, tanto importados como locales, los PMA necesitan cada vez más gestionar bien los residuos electrónicos como parte de su transición sostenible a las tecnologías digitales.
Un dado alentador es que la transformación digital en la mayoría de los PMA sigue una trayectoria positiva, que podría ser impulsada con una combinación adecuada de políticas sólidas, inversión en habilidades e infraestructuras y movilización de recursos. Sin embargo, para contener los daños ambientales es necesario ir más allá del simple principio de "quien contamina paga", cuya aplicación efectiva no está clara.
El rol crucial de los PMA en la gestión de la basura electrónica
Los PMA pueden desempeñar un papel vital en la gestión de los residuos relacionados con la digitalización. Este tema se ha convertido en un área crítica que requiere especial atención por tres razones.
En primer lugar, la gestión responsable de la basura electrónica es esencial para lograr varios Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre ellos el Objetivo 3 (Salud y bienestar), Objetivo 12 (Producción y consumo responsables), Objetivo 14 (Vida submarina) y Objetivo 15 (Vida de ecosistemas terrestres).
En segundo lugar, los índices de recolección formal de basura electrónica siguen siendo bajos. A escala mundial, menos del 25% de los residuos relacionados con la digitalización se recogieron formalmente en 2022. En los PMA, esta tasa se situó en apenas el 0,2%. Aunque los PMA no son grandes generadores de basura electrónica, algunos de ellos se han convertido en vertederos de desechos producidos en otros lugares. La situación en países como Senegal y Tanzania ha sido calificada de preocupante entre los países destinatarios.
En tercer lugar, al darse cuenta de los beneficios de la gestión de basura electrónica — incluso de su potencial para contribuir a la transición hacia una economía baja en carbono, la creación de empleo y el consumo y la producción responsables —, varios PMA han tomado iniciativas para hacer frente a este desafío. Algunas de ellas se comentan a continuación.
Bangladesh: Vida nueva a los dispositivos digitales
Bangladesh — país en el sur de Asia que genera más de 3 millones de toneladas métricas de basura electrónica al año — introdujo la Regla de Gestión de Residuos Electrónicos el 10 de junio de 2021. La regulación incluye limitaciones en el uso de determinados metales y sustancias pesados, aplicables a fabricantes e importadores. Asimismo, el Departamento de Medio Ambiente estipuló que los índices de recolección deben alcanzar el 50% de la basura electrónica del país en un plazo de cinco años.
Aunque la norma aún debe implementarse plenamente, varias entidades del sector privado han apoyado la adopción de un modelo de economía circular para tratar los desechos electrónicos. Por ejemplo, alrededor de 7000-8000 dispositivos usados se venden cada mes en SWAP, una plataforma de comercio electrónico que facilita la compraventa de dispositivos digitales, tanto nuevos como de segunda mano.
Del mismo modo, fabricantes de electrodomésticos como Singer y Walton ofrecen descuentos en electrodomésticos nuevos y reacondicionados a cambio de los viejos. Así se pueden reutilizar las partes útiles de los viejos que, de otro modo, se desecharían.
Además, varias empresas de reciclaje de Bangladesh extraen componentes como fibra, metal y plástico de teléfonos móviles y computadoras inutilizables, que luego se reciclan en la fabricación de productos similares.
Ruanda: Planes de gestión de basura electrónica con creación de empleo verde
Ruanda, en África Oriental, ha salido adelante en materia de gestión de basura electrónica. En 2015 se formuló el borrador de la Política Nacional de Residuos Electrónicos con el apoyo del Marco Integrado Mejorado, que se adoptó el año siguiente.
Posteriormente, el gobierno ruandés estableció una asociación público-privada con Enviroserve Rwanda Green Park—parte del Grupo Enviroserve, con sede en Dubái — para facilitar la recolección y eliminación de residuos electrónicos. Con base en ese acuerdo, el gobierno realizó una aportación de capital a través del Fondo Verde de Ruanda para construir un sitio de reciclaje y gestión de residuos.
Los servicios prestados por esta planta incluyen la reparación y renovación de más de 600 000 artículos al año, además de soluciones de reciclaje de principio a fin para artículos eléctricos y electrónicos. También se ofrece la recolección y reciclaje de pilas.
La planta ha creado más de 300 empleos verdes, pero tiene potencial para crecer y elevar esa cifra hasta los 1000 puestos, cuando funcione a pleno rendimiento. La mayoría de las operaciones se gestionan localmente, pero algunas más complicadas, como la extracción de metales preciosos (plata, oro y platino), se exportan a Dubái. Esto pone de manifiesto el potencial para obtener un mayor valor de la gestión de residuos electrónicos, si en el futuro se añade el reciclaje de estos artículos de alto valor.
Para hacer frente al problema de la falta de conciencia pública sobre los riesgos, toxicidad potencial, gestión y eliminación de los residuos electrónicos, el gobierno de Ruanda organizó una campaña de sensibilización para animar al público a desechar sus aparatos electrónicos y eléctricos obsoletos, con el objetivo de aumentar los índices de recolección y apoyar una gestión sostenible de la basura electrónica.
Senegal: Meta de reciclar el 90% de sus residuos electrónicos
En África Occidental, Sénégal Numérique SA (SENUM SA), responsable de implementar la política de informatización y gestión de las infraestructuras digitales en Senegal, se ha fijado el objetivo de reciclar el 90% de los residuos electrónicos y eléctricos del país de aquí a 2025. Para ello, ha dado algunos pasos importantes.
En primer lugar, ha creado el Centro para los Discapacitados en el Trabajo (CHAT), que recicla la basura electrónica a través del reacondicionamiento de computadoras y otros equipos. Eso contribuye a hacer que SENUM SA procese 10 toneladas de residuos de equipos eléctricos y electrónicos al año.
En segundo lugar, SENUM SA ha firmado un memorando de entendimiento con el municipio de Sandiara para construir un centro nacional de procesamiento de basura electrónica. Se contará con equipos para el tratamiento y la recuperación de residuos electrónicos provenientes del Global Green Growth Institute, con el apoyo financiero de Luxemburgo.
A pesar de que las iniciativas mencionadas son prometedoras, los PMA siguen teniendo dificultades en los ámbitos de sensibilización del público, aplicación de las regulaciones, y logística.
Movilizando recursos adicionales para ampliar o reproducir estas intervenciones exitosas, los PMA pueden avanzar en sus aspiraciones digitales, minimizando al mismo tiempo los daños al medio ambiente. Además, un marco sólido de gestión de residuos electrónicos puede contribuir a fomentar tanto el crecimiento económico como la resiliencia ambiental.
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