5 cambios de mentalidad para que los empleadores aborden la obesidad y el bienestar en el lugar de trabajo
Los lugares de trabajo están en una posición única y tienen el imperativo estratégico de dar prioridad a la salud y el bienestar de sus trabajadores, entre otras cosas ayudando a combatir la obesidad y el sobrepeso. Image: Getty Images
Shyam Bishen
Head, Centre for Health and Healthcare; Member of the Executive Committee, World Economic Forum- Los problemas de salud cuestan a la economía global miles de millones de dólares, afectando la calidad de vida de las personas y dañando la resiliencia social.
- Los empleadores están en una posición única, y tienen una motivación estratégica y económica, para tomar la iniciativa en la construcción de fuerzas laborales más saludables.
- Estos cinco cambios de mentalidad clave pueden ayudar a los empleadores a abordar el problema de frente y mejorar su productividad y la felicidad de sus trabajadores.
La salud se está convirtiendo en una parte cada vez más importante de la estrategia para empresas de todo el mundo. Este cambio está impulsado por el costo astronómico de la mala salud para las vidas de las personas, las economías y la resiliencia social.
Tomemos, por ejemplo, el sobrepeso y las condiciones asociadas. Éstos reducirán el PIB en un 3,3% en los países de la OCDE y reducirán la participación de la fuerza laboral en 54 millones de personas al año. En Estados Unidos, en 2023, los empleadores y los empleados experimentaron un estimado 425 000 millones de dólares en efectos económicos negativos atribuidos a la obesidad y el sobrepeso. Estos efectos económicos se derivan de los mayores costos médicos, el aumento de los pagos por discapacidad, y los costos de ausentismo y presentismo relacionados con la salud.
Por lo tanto, invertir en el bienestar de los empleados ofrece a las organizaciones no solo una importante oportunidad estratégica y económica, sino que también representa una ventaja en términos de salud pública. Dado que las enfermedades crónicas y la obesidad continúan aumentando a nivel mundial, es necesario un enfoque multifacético basado en la colaboración público-privada.
Los empleadores pueden aprovechar la oportunidad colaborando con el sector público, el mundo académico y la sociedad civil para transformar la forma en que se promueve la salud. La iniciativa Fuerzas Laborales Saludables, del Foro Económico Mundial, en su último informe sobre la promoción de la salud y el bienestar, explora cinco cambios de mentalidad para impulsar un cambio significativo en la salud y el bienestar en el lugar de trabajo.
Cambio de mentalidad 1: La salud de los empleados es un imperativo estratégico y económico
Una fuerza laboral saludable es más productiva, eficiente y resiliente. La creciente carga de la obesidad y el sobrepeso, por ejemplo, tienen un impacto económico significativo en la productividad laboral y el PIB.
Los empleados pasan en el trabajo casi la mitad de las horas que están despiertos, así que los empleadores están en una posición única para servir como catalizadores de cambio. Tienen un impacto enorme en el bienestar de los miles de millones de personas que tienen un empleo formal, así como en el de sus familias y comunidades.
Invertir en intervenciones en el lugar de trabajo dirigidas al peso y la salud cardiometabólica puede conducir a una mayor productividad y reducir los costos médicos. Las intervenciones en el lugar de trabajo que abordan eficazmente el control del peso, la forma física y la reducción del riesgo coronario también pueden mejorar el compromiso y la satisfacción de los empleados. Además, la salud del peso se ha vuelto cada vez más importante para las personas, y los empleadores que ofrecen intervenciones personalizadas pueden mejorar su capacidad para atraer y retener talento, ganando una ventaja competitiva y fortaleciendo su reputación de marca.
Cambio de mentalidad 2: El bienestar de la fuerza laboral va más allá de beneficios corporativos como gimnasio o comida nutritiva; se trata del diseño del trabajo y de la cultura corporativa
Las organizaciones conscientes priorizan la integración del bienestar en todos los aspectos de la experiencia de sus empleados. Puede comenzar con la implementación de iniciativas que promuevan la salud, como actividades educativas, el apoyo a estilos de vida activos o la oferta de comidas saludables en la oficina, pero de hecho debe extenderse al diseño del lugar de trabajo y de los roles.
Las prácticas empresariales y los métodos de trabajo existentes pueden tener una influencia significativa en la salud, la productividad, el compromiso y la moral de los empleados. Estas prácticas pueden promover hábitos de trabajo y políticas internas que aborden cuestiones relacionadas con el estrés y la carga de trabajo, permitan la actividad física, fomenten una mejor nutrición y promuevan la inclusión. Por lo tanto, las organizaciones, a través del diseño intencionado del trabajo y de los roles laborales, pueden propiciar un cambio hacia formas de trabajo más saludables. Además, el estilo de gestión y las expectativas pueden contribuir significativamente a la capacidad de los empleados para priorizar y cuidar su propia salud.
"La clave del éxito de las intervenciones de salud en el lugar de trabajo es un equilibrio entre el diseño del lugar de trabajo y el apoyo de los gestores para garantizar eficazmente que los empleados puedan estar en su mejor momento."
Cambio de mentalidad 3: Abordar el peso y el metabolismo saludables es clave para la resiliencia de la sociedad
La obesidad es compleja y multifacética. Está relacionada con más de 200 condiciones de salud, incluidos el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y los trastornos musculoesqueléticos, lo que la convierte en uno de los desafíos de salud pública más graves de la actualidad.
Una fuerza laboral saludable muestra resiliencia frente a las crisis, como las pandemias o las disrupciones climáticas, con beneficios de gran alcance para las organizaciones, los sistemas de salud y las economías. Durante la pandemia de COVID-19, por ejemplo, la obesidad se asoció con un riesgo tres veces mayor de hospitalización en caso de infección por COVID-19.
La crisis de la obesidad es demasiado grande para ignorarla. Aproximadamente 1000 millones de personas viven con obesidad hoy en día, y ningún país va por buen camino en lo que respecta a los objetivos relacionados con el sobrepeso y la obesidad. Abordar la obesidad requiere un enfoque empático, que reconozca las causas multifacéticas de la obesidad y evite culpar o estigmatizar.
Al priorizar la salud de los empleados, las empresas pueden mejorar su propia resiliencia y contribuir a la estabilidad, el crecimiento económico y la provisión de bienes y servicios esenciales, en todo momento, incluso durante las crisis. Además, los lugares de trabajo son cada vez más reconocidos como plataformas que pueden tener un impacto significativo en la sociedad, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 3 y 8.
Cambio de mentalidad 4: El progreso se basa en la colaboración público-privada
Los empleadores no pueden abordar el desafío de la obesidad por sí solos. La colaboración estratégica público-privada es fundamental para implementar intervenciones eficaces, desarrollar la infraestructura necesaria y crear la capacidad necesaria para apoyar y mantener la prevención, la gestión y el tratamiento de la obesidad.
Además, los empleadores tienen la capacidad de fomentar el establecimiento y el apoyo de políticas destinadas a mejorar el bienestar de los empleados y contribuir a obtener resultados positivos en materia de salud pública, creando un entorno en que las opciones saludables sean opciones por defecto.
El compromiso de las instituciones públicas y privadas, incluidas las organizaciones internacionales e intergubernamentales y la sociedad civil, fortalecerá la voluntad colectiva, la ambición y la capacidad para abordar la salud y el bienestar de manera holística. Se necesita un esfuerzo coordinado entre los sistemas sanitarios, las organizaciones que prestan y que pagan los servicios de salud, además de otros agentes, para apoyar la gestión de la carga de la enfermedad de manera holística.
Cambio de mentalidad 5: La colaboración, las intervenciones basadas en pruebas y la innovación son clave
Las organizaciones deben entablar una colaboración abierta, compartir las mejores prácticas y contribuir a un cuerpo de evidencia muy necesario sobre las intervenciones efectivas en el lugar de trabajo.
La colaboración entre organizaciones, el mundo académico y el sector público es necesaria para generar pruebas, reforzar la investigación sobre la implementación y promover la adopción de intervenciones para el bienestar en el lugar de trabajo. Es importante subrayar la generación de datos sólidos, así como el seguimiento y la evaluación del impacto de las intervenciones en el lugar de trabajo en los resultados de salud. Además, la participación activa de la base de empleados específica es crítica para el enfoque centrado en las personas que se necesita para el diseño del bienestar en el lugar de trabajo. Esto permitirá inversiones específicas en la salud de los empleados, basadas en las necesidades específicas de la fuerza laboral, incluidos los grupos que son más difíciles de alcanzar (o a menudo marginados).
"Los programas tienen éxito cuando están dirigidos e impulsados por los empleados".
Compartir intervenciones de éxito, aprender de los fracasos y facilitar el diseño de programas innovadores acelerará la adopción de intervenciones de bienestar en el lugar de trabajo.
Crear una fuerza laboral más saludable
El informe de análisis publicado por el Foro Económico Mundial en colaboración con PwC establece un enfoque paso a paso para inspirar a los empleadores a crear una fuerza laboral más saludable y responder a la creciente demanda de salud y bienestar proveniente de las generaciones más jóvenes.
Las diferencias geográficas y culturales pueden influir en los medios a través de los cuales los empleadores pueden apoyar la salud y el bienestar en sus fuerzas laborales. Ciertos factores sistémicos, como los modelos de financiación de la atención sanitaria, los requisitos legales y las sensibilidades culturales, pueden alterar la forma en que los empleadores contribuyen a este desafío social.
No obstante, al adoptar estos cinco cambios de mentalidad, los empleadores pueden desempeñar un papel transformador en la mejora del bienestar de su fuerza laboral y contribuir a mejores resultados económicos y de salud para todos. El camino hacia una fuerza laboral más saludable es un imperativo estratégico, que también apoya la resiliencia social, la equidad en salud y las prioridades de salud pública a largo plazo.
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