Fondo Monetario Internacional: ¿Qué hace el "bombero" de las finanzas mundiales?

Este artículo se publicó por primera vez en octubre de 2022. Se actualizó en abril de 2024.

"En un mundo en rápida transformación y más turbulento, unir a los países para afrontar los retos y buscar oportunidades es más importante que nunca".

Así lo afirmó la Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, en vísperas de las Reuniones de Primavera de la institución con el Banco Mundial, del 17 al 19 de abril.

En un contexto de escalada de tensiones en Oriente Medio, Georgieva afirmó que la pandemia, las guerras y los factores geopolíticos han cambiado las reglas del juego de las relaciones económicas globales.

Pero las "reformas fundacionales" -desde el fortalecimiento de la gobernanza hasta el aumento de la participación de la mujer en los mercados laborales, pasando por la mejora del acceso al capital- podrían impulsar la productividad y el crecimiento, afirmó.

La misión del FMI es promover la estabilidad económica en todo el mundo. En la mayoría de los casos, esto implica supervisar la salud económica de los países y, cuando estalla la agitación económica, intervenir para proporcionar préstamos y otras formas de ayuda para estabilizar la situación y evitar el contagio del malestar financiero.

En su intervención en la Reunión Anual del Foro Económico Mundial, celebrada en Davos en enero, Georgieva pidió cautela en torno a la política monetaria, ya que algunos bancos centrales seguían caminando por la cuerda floja entre la inflación y las tasas de interés.

Y reafirmó esta opinión antes de las Reuniones de Primavera: "Cuando sea necesario, los responsables políticos deben resistirse a reducciones prematuras de las tasas de interés. Una relajación prematura podría dar lugar a nuevas sorpresas inflacionistas que incluso podrían hacer necesario un nuevo endurecimiento monetario."

Esto es lo que hay que saber sobre el papel del FMI en el mundo.

La primera mitad del siglo XX se caracterizó por una enorme agitación internacional. Dos guerras mundiales devastaron Europa y partes de Asia, mientras que una recesión económica sin precedentes en la década de 1930 causó dolor financiero en todo el mundo.

En la década de 1940, tras la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, más de 40 países se reunieron en Estados Unidos para desarrollar un nuevo orden mundial basado en normas que sería facilitado por una serie de instituciones internacionales. Reconociendo que la inestabilidad económica suponía una grave amenaza para la seguridad mundial, los gobiernos crearon el FMI y una organización asociada, el Banco Mundial.

El FMI, con sede en Washington, DC, empezó a funcionar en 1944 con 44 países miembros. En las décadas siguientes, el FMI intervino en varias crisis, concediendo préstamos y exigiendo planes de ajuste financiero en un esfuerzo por restablecer la estabilidad financiera y evitar la propagación de las turbulencias económicas. Entre estas crisis cabe citar el embargo de petróleo de la OPEP en los años setenta, el colapso de la Unión Soviética en los noventa, la crisis financiera asiática de 1997 y la pandemia de COVID-19 en 2020, por nombrar algunas.

En la actualidad, el FMI cuenta con 190 países miembros. Cada gobierno contribuye a la financiación del Fondo Monetario Internacional mediante un sistema de cuotas que se basa en el tamaño relativo de un país en la economía mundial. El FMI también puede aumentar la financiación a través de programas de préstamos multilaterales y bilaterales. La organización consta de una Junta de Gobernadores y está dirigida por un Directorio Ejecutivo de 24 miembros, encabezado por un director gerente. Por tradición, el director gerente siempre ha sido europeo; muchos, sin embargo, presionan para que se ponga fin a esta práctica.

En su primera década de vida, el FMI se centraba en supervisar y facilitar el sistema monetario mundial. Esto implicaba en gran medida la gestión de las tasas de cambio y los sistemas de pago internacionales. A principios de los años setenta, sin embargo, el sistema mundial de cambio fijo se disolvió después de que el gobierno estadounidense suspendiera la convertibilidad del dólar en oro. Desde entonces, se ha permitido a los países establecer libremente las tasas de cambio, y muchos gobiernos mantienen monedas de libre flotación.

El cambio de la política monetaria mundial también modificó el papel del FMI. En las últimas décadas, la organización ha incrementado su papel como prestamista internacional, interviniendo para proporcionar financiación con el fin de estabilizar países endeudados y apoyar proyectos de desarrollo. Dado que se centra en las crisis económicas, a menudo se hace referencia al FMI como el "bombero financiero" del mundo.

El FMI trata de promover la estabilidad financiera mediante mecanismos de vigilancia. Esto implica la supervisión de los niveles de deuda, las políticas fiscales y la salud económica general de los países miembros. Puede proporcionar asesoramiento político a gobiernos o bloques regionales. En 2022, por ejemplo, el FMI instó a El Salvador a suspender el uso de Bitcoin como moneda de curso legal.

Cuando se producen crisis económicas, el FMI suele intervenir para conceder préstamos a gobiernos inestables. En 2010, por ejemplo, Grecia -al igual que otros países de la eurozona- se enfrentaba a una deuda galopante y a una situación económica en deterioro. En los años siguientes, el FMI y las instituciones financieras de la Unión Europea concedieron a Grecia varios préstamos por un total aproximado de 298 000 millones de dólares.

Otros préstamos notables del FMI incluyen 50 000 millones de dólares para apoyar a México en la década de 1990, 37 000 millones de dólares proporcionados para ayudar a estabilizar Oriente Medio durante la Primavera Árabe en la década de 2010 y un récord de 57 000 millones de dólares a Argentina en 2018.

Los préstamos del FMI suelen ir acompañados de reformas económicas obligatorias. Estas condiciones pueden incluir ajustes controvertidos, como medidas de austeridad fiscal, privatizaciones y subidas de las tasas de interés. Muchas de las reformas obligatorias han sido criticadas, y sus detractores argumentan que las condiciones pueden perjudicar a los ciudadanos y no son justas para los países en desarrollo. Por ejemplo, en abril de 2022, Oxfam pidió al FMI que suspendiera los requisitos de austeridad, que incluían medidas como subidas de impuestos, para los países que recibieron préstamos durante el COVID-19.

Además de préstamos, el FMI también proporciona asistencia técnica a países con dificultades económicas. Esto incluye el intercambio de mejores prácticas para ministerios de finanzas, bancos centrales y autoridades fiscales.