La transición verde requiere una fuerza laboral mejor cualificada. Estas son las razones

Los efectos del cambio climático nunca han sido tan evidentes. 2023 fue el año más caluroso jamás registrado y en la COP28 del año pasado, los países volvieron a unirse para comprometerse con la acción climática. Sin embargo, al mismo tiempo, el debilitamiento de la economía y la elevada inflación están repercutiendo en el coste de la vida en muchos lugares, lo que ha llevado a algunos gobiernos a dar marcha atrás en sus compromisos verdes.

No cabe duda de que las medidas para avanzar hacia nuevas fuentes de energía y abandonar los combustibles fósiles, combinadas con los avances en inteligencia artificial que repercutirán en nuestra vida cotidiana, serán las próximas grandes transformaciones que configurarán el futuro del trabajo. Esta convergencia de enormes cambios hace más urgente la necesidad de reciclar y mejorar las cualificaciones de las personas para los empleos en crecimiento y de ayudarlas a superar el miedo y la polarización en su esfuerzo por ver dónde encajan sus capacidades en un mundo que, sin duda, será más verde y digital.

Sabemos por anteriores transformaciones de la mano de obra que se crearán nuevos puestos de trabajo a medida que la transformación gane ritmo. Sin embargo, también sabemos que garantizar que las personas puedan ver cómo pueden utilizar sus habilidades será fundamental para salvar la brecha de habilidades que ya está surgiendo. Según un estudio de ManpowerGroup, casi 8 de cada 10 organizaciones están desarrollando estrategias ambientales, sociales y de gobernanza (ESG ) para hacer frente a esta crisis, pero el 94% de las empresas afirman no disponer del talento necesario para aplicar sus planes ESG.

Las iniciativas dirigidas de recualificación permitirán a las personas vislumbrar su lugar en un futuro más verde y a las empresas disponer del talento crítico que necesitan para lograr sus planes de sostenibilidad, destapando el potencial de los sectores maduros en transición, así como de los nuevos sectores en crecimiento.

El cambio verde tiene el potencial de crear millones de puestos de trabajo sostenibles y bien remunerados, desde la nueva tecnología de baterías que transforma la industria automovilística hasta el hidrógeno que afecta al transporte, la agricultura y otros sectores. El nuevo informe de ManpowerGroup y Cepsa calcula que se crearán hasta dos millones de nuevos puestos de trabajo en la cadena de valor del hidrógeno de aquí a 2040. Sin embargo, en la transición también se perderán puestos de trabajo en las industrias tradicionales, ya que las empresas intentan evolucionar para ser más verdes y sostenibles.

Aunque la economía verde promete nuevas funciones, sin un apoyo adecuado a la recualificación, muchos trabajadores temen que estos cambios les dejen atrás, en lugar de abrirles nuevas puertas.

La experiencia nos dice que los trabajadores menos cualificados son mucho más propensos a sentir la amenaza que los más cualificados. Muchos creen que los avances en tecnología verde, IA y la evolución del trabajo a distancia significan que tendrán menos oportunidades, no más. Se necesita un liderazgo fuerte y una hoja de ruta práctica para llevar a las personas de aquí a allí, a fin de garantizar que puedan verse a sí mismas en esta transición y percibir cómo pueden desarrollar sus capacidades y aumentar sus ingresos con el tiempo.

El nuevo estudio de ManpowerGroup, realizado entre más de 5000 trabajadores de siete países, arroja luz sobre la opinión de los ciudadanos acerca de la transición medioambiental del trabajo:

1. Los trabajadores de cuello blanco se sienten más optimistas

Mientras que el 70% de los trabajadores de cuello blanco se declaran dispuestos a aceptar la transición verde, sólo el 57% de los de cuello azul dicen lo mismo. Además, uno de cada cuatro afirma no estar seguro de cómo le afectará el cambio.

2. Las credenciales verdes importan a los profesionales

El 62% de todos los trabajadores afirman que investigan la reputación ambiental de una organización y uno de cada tres dice que ese factor influye en su decisión de aceptar o rechazar una oferta de trabajo. En el caso de los jóvenes de 18 a 24 años, el 75% afirma que investigará la reputación ambiental de la organización y casi la mitad cree que eso influirá en su probabilidad de elegir un empleador.

3. El énfasis en las promesas frente a los avances lleva a la mitad de los trabajadores a dudar del compromiso de su empresa con la transición verde

Aunque muchos trabajadores están preparados para la transición verde (66%), sólo la mitad cree que sus empleadores están plenamente comprometidos.

4. Uno de cada tres trabajadores prevé que la transición verde resultará en un aumento de los retos en su trabajo diario

Muchos también creen que crearía nuevas oportunidades, como una mayor satisfacción en el trabajo, posibilidades de desarrollo profesional y más colaboración, siempre que tengan las cualificaciones necesarias. El 23% de los trabajadores en general cree que los empleos verdes deberían estar mejor pagados, aunque solo el 6% afirma que actualmente lo son.

5. Existe una brecha generacional

La Generación Z y los Millennials lideran las perspectivas optimistas: el 71% de la generación Z y el 60% de la generación del milenio creen que la transición verde mejorará su vida laboral. La creación de oportunidades profesionales es un atractivo importante, considerada significativa por el 35% de la generación Z y el 34% de la generación del milenio.

6. Los trabajadores creen que los empleos verdes merecen mejor salario

Un tercio (32%) de la Generación Z defiende una mayor remuneración en los empleos verdes, lo que contrasta fuertemente con el 14% de los Baby Boomers que comparten este sentimiento.

El impacto de la transición verde se centrará más en la sostenibilidad de los empleos existentes que en la creación de empleos totalmente nuevos. Los trabajadores lo saben: cuando les preguntamos cuáles eran las habilidades verdes más importantes, la mayoría citó la conciencia de cómo afectaría la transición verde a su función actual.

Para abordar la crisis climática de una forma que beneficie a las personas y al planeta es imprescindible invertir en el reciclaje y la mejora de las cualificaciones de los trabajadores para que no queden atrás.

Lograr la transición verde depende de crear un camino hacia la sostenibilidad para muchos, no para unos pocos. Nuestra asociación con el InnoEnergy Skills Institute ofrece formación flexible para empleos en energías renovables, electrificación, tecnología de baterías e hidrógeno, todo ello a través de cursos acelerados de fácil acceso y una combinación de experiencias de laboratorio virtuales y presenciales. Todos estos recursos son accesibles en más de diez idiomas y permiten a quienes buscan el cambio profesional reciclarse y certificarse para empleos verdes, además de proporcionar a los recién llegados las competencias necesarias para embarcarse en carreras relacionadas con la energía verde.

En la Reunión Anual de Davos de esta semana tenemos una gran oportunidad de potenciar nuestro impacto colectivo y dar mayor visibilidad al aspecto humano y a las habilidades requeridas para la transición verde. Estos puntos serán fundamentales para su éxito.

No podemos alcanzar objetivos ambiciosos sin garantizar que las empresas tengan acceso a las capacidades que necesitan y que las personas puedan ver la oportunidad que esto crea para ellas, sus familias y sus comunidades. Aunque el margen de actuación se está estrechando, las personas siguen siendo nuestro mayor activo para salir airosos del lado correcto del cambio climático.