Cómo salvaguardar el bienestar mental de los niños en la era digital

En la actual era digital, que avanza con rapidez, el poder de la tecnología ofrece oportunidades increíbles y, al mismo tiempo, plantea retos sin precedentes, especialmente para la salud mental de nuestros niños y adolescentes.

Con más de 5000 millones de personas -casi el 60% de la población mundial- que utilizan Internet, es vital cultivar una comprensión colectiva de los posibles riesgos en línea que afectan a las mentes jóvenes.

Padres, activistas, educadores y responsables políticos deben aunar fuerzas para diseñar estrategias que den prioridad al bienestar mental de los niños en este entorno digital complejo y en constante evolución.

Internet ofrece a niños y jóvenes enormes posibilidades, ya que permite su participación activa en la sociedad y facilita su acceso a una amplia gama de recursos educativos e interacciones sociales.

Sin embargo, es crucial permanecer vigilantes y proactivos a la hora de abordar los riesgos asociados para la salud mental que conlleva esta inmersión digital.

Más allá de la educación y los proveedores de servicios digitales, diversos sectores de la sociedad pueden contribuir significativamente a la seguridad y la salud mental en línea. Desarrollando y financiando programas que cultiven la concienciación, la empatía y las políticas, podemos mejorar la salud mental de los niños en el ámbito digital.

Encuestas recientes llevadas a cabo en países desarrollados han revelado una tendencia preocupante: aproximadamente uno de cada nueve jóvenes experimenta solicitación sexual no deseada en línea, lo que subraya la urgencia de estrategias preventivas. Además, el ciberacoso, que afecta a uno de cada diez niños en siete países europeos, sigue siendo un problema generalizado.

Los estudios ponen de relieve una fuerte conexión entre el acoso en línea y fuera de línea, destacando la necesidad de un enfoque integral. Es evidente que el impacto del mundo digital en la salud mental es profundo y polifacético.

Dadas estas amenazas y el rápido avance de la comunicación digital, garantizar un uso responsable de la tecnología por parte de nuestros hijos es de vital importancia, sobre todo para su salud mental.

Los profesionales de la salud mental, los educadores, los padres y los propios niños buscan activamente formas de inculcar prácticas, habilidades y hábitos saludables que fomenten el bienestar mental de nuestros hijos.

Afortunadamente, se ha producido un aumento sustancial de la literatura académica centrada en el impacto del mundo digital sobre la salud mental, acompañada de evaluaciones científicas rigurosas de los programas de intervención.

En diciembre de 2022 se añadió una contribución significativa cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó su informe fundamental What Works to Prevent Online Violence against Children (Qué funciona para prevenir la violencia en línea contra los niños).

Este exhaustivo informe subraya el papel fundamental de los programas educativos dirigidos tanto a los niños como a los padres, mostrando reducciones tangibles en los niveles de victimización y perpetración de la violencia.

El informe ofrece recomendaciones específicas, como formar a los jóvenes en habilidades esenciales para la vida, integrar la promoción de la salud mental fuera de línea con los peligros en línea y cambiar el enfoque del peligro exclusivo de los desconocidos para incluir la autorregulación, la resolución de conflictos, la toma de perspectiva, la toma de decisiones, las relaciones sanas y las estrategias para alejarse de una situación de riesgo y buscar ayuda.

Además, el informe ofrece estrategias para mejorar el bienestar mental en el entorno digital, que incluyen recordatorios frecuentes de las normas del sitio web, información fácilmente accesible sobre cómo buscar ayuda y denunciar infracciones, detección automática y avisos de infracciones, y tutoriales educativos sobre salud mental en línea.

Además, el informe subraya la importancia de hacer cumplir los requisitos de edad, de consultar y probar las nuevas aplicaciones para anticipar posibles amenazas a la salud mental, y de elaborar normas sobre prácticas seguras por parte de los proveedores de contenidos en línea.

Ante la preocupación por la salud mental de los niños en el ámbito digital, el lema del Día Mundial de la Salud Mental de este año, "La salud mental es un derecho humano universal", presenta una oportunidad para la acción.

Este tema es un recordatorio del derecho humano fundamental que representa la salud mental, haciendo hincapié en la necesidad de una atención de salud mental accesible, equitativa e integradora para todos, incluidos niños y adolescentes.

Es un llamamiento urgente a la acción para garantizar la disponibilidad y asequibilidad de los servicios y ayudas de salud mental, y para combatir y eliminar activamente el estigma asociado a las enfermedades mentales.

La Coalición Mundial para la Seguridad Digital del Foro Económico Mundial acaba de presentar un nuevo informe, Typology of Online Harms (Tipología de Daños en Línea), cuyo objetivo es clasificar y unificar las percepciones de las amenazas en línea que afectan a la salud mental.

Esta tipología clasifica los daños en tres partes: riesgos de contenido, de contacto y de conducta, allanando el camino para una actuación cohesionada. Incorpora contextos regionales y locales, reconociendo la naturaleza compleja e interconectada de la seguridad en línea.

El marco aborda diversos daños, entre ellos las amenazas a la salud mental personal y comunitaria, los daños causados por contenidos nocivos y las violaciones de la dignidad y la intimidad por intimidación y acoso que afectan al bienestar mental.

Más adelante se indica que los daños a la salud mental pueden deberse a la exposición a mensajes de odio, acoso, amenazas, ciberacoso, sitios que promueven la autolesión y el suicidio, extremismos y desinformación, personas que pueden intentar explotarles sexual o económicamente, que robarán su identidad o vandalizarán su contenido en línea.

Al alinearse con el compromiso de fomentar una comprensión compartida de los problemas de los daños en línea, complementa los esfuerzos para promover la seguridad digital. Fundamentalmente arraigada en los principios de los derechos humanos, esta tipología proporciona un lenguaje común fundamental para permitir la cooperación mundial de múltiples partes interesadas.

No prescribe normas rígidas, sino que fomenta un entendimiento común para facilitar la cooperación en la lucha contra los daños en línea que afectan a la salud mental. El conjunto de herramientas tiene por objeto definir los daños en línea y determinar posibles intervenciones tecnológicas, políticas, de procedimiento y de diseño para promover la seguridad digital respetando la salud mental.

Si bien se reconocen los inmensos beneficios del acceso a Internet para niños y jóvenes, es crucial reconocer que garantizar su bienestar mental en el mundo en línea va más allá del ámbito de la educación y de los proveedores de servicios digitales.

Es esencial un esfuerzo concertado en el que participen diversos sectores de la sociedad para promover la concienciación, la empatía y políticas que refuercen la salud mental de los niños en el ámbito digital.

En conclusión, garantizar el bienestar mental de niños y adolescentes en la era digital exige una acción colectiva y un enfoque multidimensional.

Si damos prioridad a la educación en salud mental, aplicamos intervenciones específicas y promovemos una comprensión compartida de las amenazas en línea para el bienestar mental, podemos crear un entorno digital más seguro para nuestros hijos y su salud mental.

Es crucial que las partes interesadas, incluidos padres, educadores, responsables políticos, profesionales de la salud mental y proveedores de tecnología, trabajen juntos e inviertan en estrategias que capaciten a los niños para navegar por el mundo digital al tiempo que priorizan la salud mental.

Fomentando la ciudadanía digital y la colaboración centrada en el bienestar mental, podemos dotar a nuestros hijos de la resiliencia mental y los conocimientos que necesitan para prosperar en la era digital, al tiempo que salvaguardamos su salud mental y garantizamos un futuro mejor para todos.

De hecho, la salud mental es un derecho humano universal, y es nuestra responsabilidad colectiva garantizar su defensa y protección para todos los niños, no sólo en el Día Mundial de la Salud Mental, sino todos los días.