¿Cuánto se está avanzando en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU?

Este artículo ha sido actualizado. Se publicó por primera vez en septiembre de 2022.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible fue adoptada por todos los Estados miembros de las Naciones Unidas en 2015. "Un plan común para la paz y la prosperidad de las personas y el planeta, ahora y en el futuro", se basa en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que la ONU describe como un llamamiento urgente a la acción. La organización afirma que para acabar con la pobreza mundial es necesario centrarse en estrategias que reduzcan la desigualdad y estimulen el crecimiento económico, al tiempo que se hace frente al cambio climático.

El Informe de 2022 sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible presentaba un panorama preocupante de los avances en casi todos los ámbitos, pero la actualización de 2023 lanza una advertencia aún más grave: "Las promesas consagradas en los ODS están en peligro", afirma la ONU. Este año se cumple la mitad del plazo de la Agenda 2030, lo que aumenta la urgencia mundial por impulsar el progreso.

Una vez más, la creciente brecha económica entre los países desarrollados y los países en desarrollo, junto con los impactos desiguales de la crisis climática, se destacan como motivos de especial preocupación.

Aunque el retroceso en el progreso de los ODS es universal, los países más pobres se están viendo afectados de forma desproporcionada por las consecuencias, en gran parte debido a la falta de representación en la escena mundial, advierte la ONU. El número de personas en situación de pobreza extrema está aumentando por primera vez en una generación y va camino de alcanzar los 575 millones en 2030.

Las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando, y se espera que las temperaturas mundiales superen el punto crítico de 1,5 °C por encima de los niveles industriales en poco más de una década. Los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes, junto con la subida del nivel del mar, y las comunidades vulnerables se están viendo afectadas de forma desproporcionada, a pesar de ser las que menos han contribuido al cambio climático.

Desde 2015 se han logrado algunos avances en los ODS, como en la mortalidad infantil, el acceso a la electricidad y la lucha contra ciertas enfermedades, pero el mensaje general del informe es contundente. "A menos que actuemos ahora, la Agenda 2030 se convertirá en el epitafio de un mundo que podría haber sido", afirma el secretario general de la ONU, António Guterres.

Esto es lo que hay que saber sobre el estado de avance de cada uno de los 17 objetivos.

Según el informe, cuatro años de avances en la reducción de la pobreza han sido borrados por la COVID-19 y la "recuperación es lenta y desigual". El aumento de la inflación y la guerra en Ucrania han provocado nuevos retrocesos. Se calcula que hasta 670 millones de personas viven en la pobreza extrema en el mundo, lo que sitúa al mundo en vías de reducir la pobreza en tan sólo un 30% entre 2015 y 2030. La ONU afirma que se necesitan medidas enérgicas e inversiones para promover el crecimiento económico, mejorar la educación y proporcionar protección social a todos, especialmente a las personas más marginadas.

El hambre y la inseguridad alimentaria han ido en aumento desde 2015, intensificándose aún más por los efectos agravantes de la pandemia, conflictos geopolíticos, el cambio climático y el aumento de las desigualdades. La ONU estima que el 9,2% de la población mundial sufría hambre crónica en 2022, lo que supone 735 millones de personas o 122 millones más que en 2019. Dada la actual policrisis, es imperativa una rápida colaboración mundial para combatir eficazmente el hambre y salvaguardar la seguridad alimentaria.

Los efectos de la pandemia y otras crisis siguen pasando factura a la salud mundial, pero en los últimos años se han logrado algunos avances. Por ejemplo, 146 de 200 países o zonas ya han alcanzado o están en vías de alcanzar la meta de los ODS relativa a las tasas de mortalidad de los menores de cinco años. Pero aún queda mucho por hacer en otros ámbitos, como la reducción de la mortalidad materna y la ampliación de la cobertura sanitaria universal.

La pandemia ha causado graves trastornos en el 80% de los 104 países estudiados. Si no se toman medidas, 84 millones de niños y jóvenes seguirán sin ir a la escuela, y unos 300 millones de estudiantes carecerán de las competencias esenciales en lectura, escritura y aritmética. Aunque los actuales criterios de referencia del Objetivo 4 son menos ambiciosos que los originales, sigue existiendo un déficit de financiación anual medio de 97 000 millones de dólares para los países de renta baja y media-baja.

El mundo sigue estando lejos de alcanzar la igualdad de género para 2030. Según la ONU, sólo el 15,4% de los indicadores del Objetivo 5 están en vías de cumplirse. Los avances en ámbitos como los cuidados no remunerados y el trabajo doméstico se están quedando atrás, mientras que casi la mitad de las mujeres casadas carecen de poder para tomar decisiones sobre su salud sexual y reproductiva. La violencia contra las mujeres sigue siendo endémica. Es necesaria una acción audaz para acelerar el progreso mediante la promoción de leyes, políticas, presupuestos e instituciones que fomenten la igualdad de género.

La demanda de agua aumenta debido al rápido crecimiento de la población, la creciente presión de la agricultura y la industria, y las amenazas a los ecosistemas de humedales. Aunque la eficiencia en el uso del agua ha mejorado un 9% desde 2015, la preocupación por el estrés hídrico y la escasez de agua es cada vez mayor. Las tasas actuales de progreso tendrán que aumentar de tres a seis veces para lograr agua potable y saneamiento para todos en 2030. En 2022, 2200 millones de personas seguían careciendo de agua potable gestionada de forma segura, incluidos 703 millones sin un servicio básico de agua. Se necesitan más esfuerzos para proporcionarlos y aumentar la cooperación entre los Estados a través de las aguas transfronterizas.

Alrededor de 660 millones de personas seguirán sin electricidad en 2030 si se mantiene la tendencia actual. El lento avance hacia soluciones limpias para cocinar significa que la salud de más de 2000 millones de personas también está en peligro. Mientras el mundo avanza hacia objetivos energéticos sostenibles, alcanzarlos, así como los objetivos climáticos, supondrá una movilización masiva de capital público y privado en energías renovables, especialmente en los países en desarrollo.

La economía mundial se encuentra amenazada por múltiples crisis, con inflación persistente, tipos de interés crecientes y una mayor incertidumbre. Se prevé que el crecimiento real del PIB per cápita mundial se ralentizará en 2023, lo que provocará un descenso del desempleo mundial, sobre todo entre los jóvenes. Pero la pandemia ha acelerado la adopción digital y mejorado el acceso a la financiación. En 2021, el 76% de los adultos de todo el mundo tenían cuentas bancarias o cuentas en instituciones reguladas, una proporción más alta que los 62% de 2014.

El crecimiento del sector manufacturero mundial se redujo al 3,3% en 2022 frente al 7,4% en 2021, en medio de una recuperación lenta y desigual de la pandemia. Los países menos desarrollados no están en vías de duplicar la proporción del sector manufacturero en su PIB para 2030. En 2022, el 95% de la población mundial estaba al alcance de una red de banda ancha móvil, pero algunas zonas siguen estando insuficientemente atendidas. Según el informe, los países con infraestructuras sólidas, incluida la conectividad a Internet, se están recuperando más rápidamente. A pesar de la presencia de banda ancha 3G (o superior) en la mayoría de los países, el coste de los dispositivos y la falta de alfabetización y competencias digitales siguen siendo obstáculos importantes para la adopción de Internet.

La desigualdad de ingresos se estaba reduciendo en todo el mundo antes de COVID-19, pero la pandemia "puede haber invertido parte de este progreso", afirma el informe. También ha intensificado la discriminación estructural y sistemática, provocando la peor desigualdad entre países en tres décadas. El número de refugiados en el mundo alcanzó en 2022 su cifra más alta jamás registrada, con 34,6 millones.

Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, porcentaje que podría aumentar hasta el 70% en 2050. Más de 1000 millones de personas viven en barrios marginales o asentamientos informales, y se prevé que 2.000 millones más se encuentren en esta situación en los próximos 30 años. En 2022, sólo la mitad de la población urbana mundial tenía fácil acceso al transporte público. Las ciudades siguen enfrentándose a retos como la expansión urbana, la contaminación atmosférica y la escasez de espacios públicos abiertos. Para alcanzar el Objetivo 11, es necesario centrarse en el desarrollo de políticas urbanas inclusivas, resilientes y sostenibles que proporcionen servicios básicos, viviendas asequibles y un transporte eficiente.

La creciente dependencia de los recursos naturales ha puesto a la Tierra en una situación insostenible, según la ONU. Esto está provocando la triple crisis del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Algunas regiones del mundo generan más impacto ambiental que otras: los países de renta alta tienen una huella material per cápita 10 veces superior a la de los países de renta baja. Según el informe, los gobiernos y los ciudadanos deben trabajar juntos para reducir los residuos y la contaminación y dar forma a una nueva economía circular en la que hagamos más con menos.

El mundo está al borde de una catástrofe climática y la ventana para evitarla se está cerrando rápidamente. Las comunidades vulnerables se ven desproporcionadamente afectadas, a pesar de ser las que menos han contribuido a la crisis climática, y necesitan urgentemente financiación mundial para el clima. Para limitar el calentamiento a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI) deben reducirse casi a la mitad de aquí a 2030. Sin embargo, con los actuales compromisos netos cero de los 193 países firmantes del Acuerdo de París, solo se prevé una disminución del 0,3% en este tiempo. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático ha pedido una reducción inmediata, profunda y sostenida de las emisiones mundiales de GEI en todos los sectores.

La continua acidificación de los océanos, la contaminación por plásticos y el aumento de la temperatura del mar amenazan los ecosistemas marinos. Se han logrado algunos avances en la ampliación de las zonas marinas protegidas, la lucha contra la pesca ilegal y el apoyo a los pescadores artesanales, pero aún queda mucho por hacer. Según el informe, más de 17 millones de toneladas métricas de plástico entrarán en el océano en 2021, mientras que las imágenes por satélite revelan un aumento de la eutrofización costera -el enriquecimiento excesivo del agua con nutrientes como el nitrógeno y el fósforo- en todo el mundo en 2022. Es necesaria una actuación rápida y coordinada para contrarrestar el deterioro de la salud de los océanos.

La pérdida de bosques, la degradación del suelo y la extinción de especies siguen siendo grandes amenazas para el planeta y las personas, a pesar de los avances positivos en la gestión forestal, la política medioambiental y la contabilidad. La cobertura forestal mundial se redujo del 31,9% en 2000 al 31,2% en 2020, y el riesgo de extinción de especies de mamíferos, aves, anfibios y corales se ha acelerado alrededor de un 11% desde 1993. Es esencial un "cambio fundamental en la relación de la humanidad con la naturaleza", dice la ONU, y hay esperanzas de que el recién adoptado Marco Mundial de la Biodiversidad de Kunming-Montreal impulse la consecución del Objetivo 15.

Las muertes de civiles relacionadas con conflictos aumentaron un 50% en 2022, en gran parte debido a la guerra de Ucrania. A finales de año, la cifra récord de desplazados forzosos ascendía a 108,4 millones de personas en todo el mundo, lo que supone un aumento de 19 millones con respecto a finales de 2021. Los homicidios en el mundo han alcanzado su nivel más alto en 20 años, en parte debido a las repercusiones económicas de la pandemia y a los trastornos sociopolíticos, según la ONU. Las muertes de civiles han aumentado por primera vez desde la adopción de la Agenda 2030, con un salto del 53% entre 2021 y 2022. Poner fin a los conflictos armados, fortalecer las instituciones y promulgar leyes de derechos humanos son condiciones previas necesarias para el desarrollo sostenible.

La inflación récord, el aumento de los tipos de interés y la creciente carga de la deuda hacen que a muchos países en desarrollo les resulte más difícil que nunca prosperar económicamente tras la pandemia. Aunque el comercio mundial aumentó rápidamente tras el levantamiento de las restricciones de la era COVID, las perspectivas para 2023 son "moderadas" como consecuencia del empeoramiento de las condiciones económicas. El acceso a Internet ha aumentado un 65% desde 2015, pero el progreso en la reducción de la brecha digital se ha ralentizado tras la pandemia. Las tensiones geopolíticas y el nacionalismo están obstaculizando la coordinación internacional en importantes cuestiones mundiales. Un esfuerzo colectivo mundial para proporcionar a los países en desarrollo la financiación y las tecnologías que necesitan es esencial si queremos acelerar la implementación de los ODS, dice la ONU.

Lograr avances concretos en los ODS es un componente clave de las Reuniones de Impacto sobre el Desarrollo Sostenible del Foro Económico Mundial que tendrán lugar en Nueva York entre el 18 y el 22 de septiembre de 2023. Las reuniones congregarán a líderes empresariales, responsables políticos y organizaciones internacionales de la sociedad civil, y su objetivo será impulsar otros hitos clave próximos, como la COP28 y la reunión anual del Foro en enero de 2024.