Sánchez hace un llamado a la unidad europea, en Davos 2022, y dice que "España hará su parte"
El Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se dirige a una sesión plenaria en la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos 2022. Image: World Economic Forum/Manuel Lope
- El Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, se dirige a una sesión plenaria en la Reunión Anual del Foro Económico Mundial en Davos el martes 24 de mayo.
- Afirma que la invasión de Rusia en Ucrania es también un ataque directo a la Unión Europea (UE) y a todo lo que ella representa.
- Confirma que España acoge ya a más de 100.000 refugiados ucranianos.
- Señala que el camino de la recuperación es uno que Europa debe recorrer junta, y la guerra es un recordatorio más de que el continente debe hacerlo sin demora.
Yo aún era un adolescente cuando cayó el muro de Berlín y la Unión Soviética colapsó. La década que siguió estuvo definida por la tesis de Francis Fukuyama sobre el fin de la historia: la democracia liberal y la economía de mercado habían prevalecido, y no había vuelta atrás. Así fue como creció mi generación: pensando que el crecimiento económico, la interconexión, la libertad de pensamiento y expresión y el progreso humano eran tan previsibles como inevitables.
Ahora, en 2022, sabemos bien que la democracia liberal no surge de forma natural. Requiere un esfuerzo considerable y ser alimentada. Y el fin de la historia no está a la vista. Mientras me dirijo a ustedes hoy, los ucranianos están luchando por la libertad y la democracia - no solo la suya, sino también la nuestra.
Nunca pensamos que volveríamos a ver imágenes tan horrorosas de bombardeos y masacres en suelo europeo. Nombres como Bucha o Mariupol se han convertido en sinónimo de barbarie y de crímenes de guerra que no pueden quedar impunes.
Sólo puedo reafirmar la admiración que yo, y me atrevo a decir que todos los presentes hoy aquí, sentimos por el coraje y la dignidad de los hombres y mujeres ucranianos frente a la brutal agresión de Putin. Hoy ellos personifican la verdadera defensa de nuestros valores europeos comunes.
Esta guerra ilegal, irracional e injusta está causando sufrimiento y desesperación en Ucrania y más allá.
La crisis alimentaria internacional
Estamos siendo testigos del mayor éxodo humano desde la Segunda Guerra Mundial, con más de 6 millones de personas huyendo del país y otros 8 millones de desplazados internos. Pero no se trata sólo de un conflicto local, o incluso europeo: esta es una gran crisis internacional, con consecuencias para todos nosotros, independientemente de nuestra procedencia.
Y debemos ser plenamente conscientes de lo que nos espera. La invasión de Rusia en Ucrania ha desencadenado una crisis alimentaria mundial sin precedentes, con consecuencias dramáticas para los países, las personas y las familias más vulnerables. De acuerdo con la ONU, 1.700 millones de personas están en riesgo de pobreza y hambruna.
Los países más dependientes de las importaciones de alimentos se enfrentan a una escasez sin precedentes, mientras sus poblaciones sufren los efectos de los precios récord de los alimentos. Al mismo tiempo, algunos países están adoptando medidas comerciales unilaterales, dificultando la satisfacción de la demanda global.
La inseguridad alimentaria es un catalizador de inestabilidad social y a menudo de conflictos armados. Por lo tanto, es imperativo que hagamos todos los esfuerzos posibles para restablecer los sistemas de producción y comercio de alimentos, y lograr la seguridad alimentaria de los más vulnerables.
España hará su parte
Quiero aprovechar esta oportunidad para reafirmar el apoyo de mi país a Ucrania y nuestra determinación de asegurar que Putin no logre sus objetivos.
España ha puesto una vez más un ejemplo de solidaridad. Ucrania puede estar segura de que acogeremos a los refugiados ucranianos en nuestro país, que ya superan los 100.000, durante el tiempo que sea necesario.
También seguiremos respaldando, como hemos hecho hasta ahora, las sanciones más duras contra el régimen de Putin, y proporcionando ayuda y asistencia humanitaria a Ucrania.
Nuestro apoyo es firme e inquebrantable porque sabemos lo que está en juego: la integridad territorial de un país soberano; las vidas, los sueños y el bienestar de sus ciudadanos; y la causa del derecho internacional, de la democracia liberal y de Europa.
No nos equivoquemos: La brutal agresión de Putin contra Ucrania es también un ataque directo a la Unión Europea (UE) y a todo lo que representa. Al responder con unidad y determinación, la UE no solo está defendiendo los principios básicos del orden internacional: está preservando los mismos valores que la sustentan desde su fundación.
Unidad europea
Claramente, los últimos dos años no han sido fáciles para el proyecto europeo. Primero, el COVID nos golpeó con fuerza. Y, ahora, tenemos que hacer frente a las consecuencias de la guerra en Ucrania. Sin embargo, cuanto mayor es el reto, más contundente es nuestra reacción.
A lo largo de estos duros tiempos, siempre optamos por una mayor integración. Para unir, y no para dividir. Para hacer más fuerte nuestro proyecto común, Europa.
Lo hicimos con la compra conjunta de vacunas, con el instrumento SURE de protección del empleo y con los Fondos de Nueva Generación. Ahora lo estamos haciendo de nuevo en nuestra respuesta a la guerra.
Con sanciones sin precedentes diseñadas para maximizar costos a largo plazo para el agresor. Y asegurando que la visión de Putin para Rusia y el mundo no gane con esta guerra.
Más allá de ayudar a nuestros amigos ucranianos en su lucha por la libertad y la democracia, estamos avanzando colectivamente en la dirección de una mayor autonomía estratégica.
Profundizando en el mercado único, diversificando nuestras cadenas de suministro y reduciendo nuestras dependencias de la energía, las tecnologías críticas, las materias primas, los semiconductores o los productos sanitarios, estamos siendo más resilientes y acelerando nuestra transición a una nueva realidad económica y geopolítica: aquella de la era posterior a los combustibles fósiles.
La misma lógica guía las iniciativas para fortalecer la defensa europea. Queremos reducir nuestras dependencias estratégicas e invertir no sólo más, sino mejor, en el aumento de nuestras capacidades de seguridad y defensa.
Y ciertamente debemos mostrar el mayor grado de ambición en la promoción de una Agenda Social para la Unión Europea renovada. Porque combatir la desigualdad y fomentar la cohesión social son la única manera de alcanzar nuestros objetivos de progreso, prosperidad y bienestar de la manera más eficiente.
En breve, este es un camino que debemos recorrer juntos, y la guerra de Ucrania es un recordatorio más de que debemos hacerlo sin demora.
Panorama económico global
La agresión de Rusia está alterando el panorama económico mundial. Estábamos saliendo con fuerza de la crisis del COVID, pero nuestras economías han sido severamente afectadas: desde precios elevados de la energía impulsando la inflación hasta el deterioro del sentimiento de los consumidores y los cuellos de botella en la cadena de suministro.
España, obviamente, no es inmune a este choque.
Después de destinar casi 80.000 millones de euros de recursos públicos en 2020 y 2021 para combatir el impacto del COVID-19 en nuestra economía, hemos aprobado recientemente un paquete de 16.000 millones de euros para mitigar los efectos del conflicto de Ucrania en los hogares, las PYME y sectores específicos de España.
Desde mucho antes del inicio de la guerra, mi Gobierno ha estado al frente de los esfuerzos para afrontar el aumento de los precios de la electricidad en toda la UE, mediante recortes fiscales temporales y subsidios.
Más recientemente, el Consejo Europeo aprobó un tope de precios de 12 meses para la Península Ibérica sobre el gas utilizado para producir electricidad, que será aplicado pronto. Esto nos permitirá hacer descender los precios, protegiendo a los hogares y a las empresas de la extrema volatilidad y de potenciales alzas de precios en los mercados energéticos.
Una vez más, tenemos que luchar contra la adversidad, superando factores extremos, externos e imprevisibles que tienen un gran impacto en nuestras vidas.
La economía española
Sin embargo, existen fortalezas inherentes a la economía española que nos dan razones para ser optimistas.
La economía española creció un 6,4% interanual en el primer trimestre de 2022, y estimamos que el crecimiento alcanzará el 4,3% para el año, una de las tasas más altas entre las economías avanzadas.
El empleo aumenta, el déficit fiscal disminuye, y dos sectores centrales de nuestra economía, el sector exportador y la industria del turismo, están recuperando sus niveles previos al COVID y están actuando como motores de este crecimiento.
En otras palabras, estamos conteniendo los daños mucho mejor que otras economías.
De cara a las perspectivas a medio y largo plazo, creo que los fundamentos de la economía española son aún más sólidos. Y lo que es más importante, el gobierno español tiene una hoja de ruta clara para la modernización del país.
Permítanme resaltar tres pilares clave de nuestra visión:
1. El primer pilar es la implementación del Plan de Recuperación NextGenerationEU.
El año pasado pusimos en marcha un ambicioso Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de 6 años y 70.000 millones de euros que ya está transformando nuestra economía, basándose en cuatro impulsores fundamentales: la transición verde, la transformación digital, la cohesión social y territorial y la igualdad de género.
Ahora puedo decir con orgullo que España es, de lejos, el país más avanzado en todo lo relacionado con el despliegue de los fondos NextGenerationEU.
Fuimos el primer país, junto con Portugal, en tener aprobado nuestro plan de recuperación, el primero en recibir un desembolso vinculado al cumplimiento de hitos y objetivos y, de nuevo, el primero en solicitar un segundo desembolso.
Y estamos acelerando su aplicación desde el inicio de la guerra en Ucrania, porque la respuesta para acabar con nuestra dependencia del gas y el petróleo rusos reside precisamente en la descarbonización de nuestra economía.
Pero la velocidad por sí sola no es suficiente: también tenemos que poner el dinero donde más se necesita. Con esto en mente, hemos creado un instrumento innovador para mejorar la colaboración público-privada: los Proyectos Estratégicos, o PERTE, como los llamamos nosotros.
Los PERTE nacen para convertirse en un motor de crecimiento económico, empleo y competitividad de la economía española. Son instrumentos para promover y coordinar inversiones complejas y de alta prioridad en sectores estratégicos en donde la intervención del Estado es necesaria para complementar la iniciativa privada.
Ellas canalizarán más de 30.000 millones de euros de fondos públicos y deberían movilizar unas cuatro veces más de financiación privada. Ya hemos aprobado 10 proyectos estratégicos en áreas como los vehículos eléctricos y conectados, las energías renovables y el hidrógeno, la gestión del agua, la economía circular y los sectores de la salud y el aeroespacial, entre otros.
Hoy, mi Gobierno está aprobando un nuevo e histórico Proyecto Estratégico sobre microelectrónica y semiconductores. Con más de 12.000 millones de euros de inversión pública, queremos convertirnos en el mejor socio de la industria en sus esfuerzos por expandir y diversificar la producción de microchips para hacer frente a la creciente demanda y a las disrupciones en la cadena de suministro.
España no perderá la carrera por las tecnologías más avanzadas. Al contrario, queremos situarnos a la cabeza del progreso industrial y tecnológico, y el Proyecto Estratégico de semiconductores lo demuestra.
2. El segundo pilar es la ambiciosa agenda de reformas que mi gobierno ha puesto en marcha para afrontar los problemas estructurales de nuestra economía. Se trata de más de cien reformas estructurales basadas en las recomendaciones específicas de la Comisión Europea para España, y vinculadas a nuestro Plan de Recuperación.
Permítanme destacar tres áreas en las que estamos concentrando nuestros esfuerzos.
- En primer lugar, la transición verde y la lucha contra el cambio climático. Estamos canalizando 30.000 millones de euros, el 40% de los fondos españoles de Next Generation, para la descarbonización de nuestra economía. Estas inversiones van acompañadas de ambiciosas reformas para luchar contra el cambio climático e impulsar la economía circular, el autoconsumo y la movilidad sostenible. Aprovechando al máximo nuestros recursos naturales e invirtiendo fuertemente en las tecnologías del futuro, desde el hidrógeno verde hasta el almacenamiento de energía y los vehículos limpios, España quiere posicionarse como líder global en sostenibilidad.
- Segundo, la transformación digital. Nuestra agenda digital tiene una visión integral: desde habilidades digitales hasta ciberseguridad, desde la digitalización de las PYMEs hasta una política de nube sólida, desde la conectividad 5G hasta la inteligencia artificial.
- Y tercero, la educación y la atracción de talento. Porque sabemos que el capital humano es el motor que impulsa el crecimiento económico, estamos reformando nuestro sistema educativo de arriba abajo: desde el impulso a la educación preescolar hasta una importante ampliación y modernización de nuestro sistema de formación vocacional; desde la reforma universitaria hasta una nueva Ley de la Ciencia que proporcionará los incentivos adecuados y duplicará la financiación para la investigación, el desarrollo y la innovación.
3. Finalmente, como pilar fundamental de nuestra agenda de reformas, nos fijamos en la provisión de empleo estable y de calidad. Gracias a la reforma del mercado de trabajo negociada y acordada por empresarios y sindicatos, España está bien encaminada para corregir los defectos endémicos de su mercado de trabajo: la precariedad y la temporalidad. Con la anterior ley, sólo uno de cada 10 nuevos contratos era indefinido. Hoy, hay un nuevo contrato indefinido por cada nuevo contrato temporal. La tasa de creación de empleo está en el 5% interanual. Tanto la tasa de desempleo juvenil como la femenina disminuyen a un ritmo constante. Y, por primera vez en la historia, hay más de 20 millones de personas empleadas en nuestro país. Más inversiones públicas y mejor educación. Más puestos de trabajo y mejores empleos. En resumen, más oportunidades para que todos prosperen.
Porque la mejor política social es la que combina oportunidades de empleo de calidad para el conjunto de la sociedad con un Estado del bienestar fuerte que proteja a los necesitados. Y estas no son sólo recetas para un país como España. Si de verdad queremos preservar un modo de vida que ha sido una aspiración para cientos de millones de personas, esto significa empleos de calidad para todos. Esto significa oportunidades económicas para todos.
Pero también significa luchar contra la evasión de impuestos y las prácticas fiscales injustas, tanto en casa como en el extranjero. Significa ser lo suficientemente valiente para ofrecer realmente las oportunidades que las economías emergentes buscan desesperadamente. No debemos tener miedo de invertir realmente en el desarrollo humano de estas comunidades, yendo más allá de la financiación de proyectos de infraestructuras, por muy cruciales que sean. El compromiso a largo plazo y la inclusión son la mejor medicina posible contra el autoritarismo y el nativismo, tanto en casa, entre nuestros ciudadanos, como en otros lugares.
El futuro es una tierra por explorar
Lo que estamos presenciando no es sólo un recordatorio de que la historia no terminó hace tres décadas. Estamos siendo testigos del fin de la era de la ingenuidad.
Estamos viendo cómo nuestros valores, aquellos sobre los que se construyen nuestras sociedades, necesitan ser defendidos.
El ataque frontal de Putin nos recuerda que el futuro es una tierra por explorar. No hay nada inevitable en el ascenso del extremismo y la tiranía. Al contrario, existe una clara posibilidad de que los valores de la democracia, la libertad y el derecho internacional sigan prosperando.
Es hora de confiar en nosotros mismos. No temamos a las fuerzas que amenazan con descarrilar el futuro con su terror y su odio. Tenemos las armas más poderosas si las utilizamos sabiamente. Porque la democracia y el multilateralismo pueden ser desordenados, ruidosos e imperfectos en ocasiones, pero sabemos que son el único camino hacia la paz y la libertad a largo plazo.
George Orwell escribió una vez: "Quien controla el pasado controla el futuro, y quien controla el presente controla el pasado". Mi mensaje final para ustedes hoy es que debemos ser valientes con el presente, no para controlar el pasado, sino para ganar el futuro. El tiempo para la complacencia ha terminado. Si nos mantenemos determinados, la razón, la libertad y la democracia prevalecerán.
Observa el discurso completo aquí.
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