Cada vez es más frecuente ir a trabajar enfermo. Aquí explicamos por qué esto le hace daño a usted y a su empleador
Image: REUTERS/Stringer CHINA OUT
Si se ha sentido tan mal como para reportarse enfermo, pero ha sentido la presión de presentarse a trabajar, debe saber que no es el único. Trabajar cuando no se está bien física o mentalmente se llama presentismo y se está volviendo cada vez más común.
El 83 % de los empleados dijeron que lo habían visto en su lugar de trabajo en los últimos 12 meses, según una encuesta de salud y bienestar laboral realizada por el Chartered Institute of Personnel and Development (CIPD) del Reino Unido. En 2010, solo el 24 % había experimentado el presentismo.
Al mismo tiempo, la cantidad de empleados en el Reino Unido que toman licencia por enfermedad ha caído a un mínimo histórico de 5,9 días por persona al año. Casi dos tercios de los empleados le dijeron al Chartered Institute of Personnel and Development (CIPD) que trabajaban durante sus vacaciones o cuando estaban de licencia por enfermedad.
Más perjudicial que las ausencias
Un cuarto de los empleados cree que el presentismo está creciendo. El CIPD sostiene que es potencialmente más perjudicial para los individuos y las empresas que la ausencia por enfermedad. Y advierte que los líderes empresariales deben tomar más en serio el bienestar de los empleados.
Los costos para las empresas están bien documentados. Se estima que el presentismo les cuesta a las empresas estadounidenses 226 mil millones de dólares al año. En Japón, el costo del rendimiento reducido por trabajar en malas condiciones de salud fue de 3055 dólares por empleado al año. En el Reino Unido, la "eficiencia laboral deficiente" debida a trastornos mentales cuesta 790 dólares por persona al año, el doble del costo del ausentismo.
Pero pocas empresas están haciendo algo al respecto, y menos de un tercio de los encuestados informan haber tomado alguna medida. Solo el 30 % de estos intentaron investigar la causa del presentismo.
Solo un tercio de las personas dijo que sus líderes fomentaban el bienestar mental a través de sus acciones y comportamiento, mientras que más de dos quintos sostuvo que el estilo de gestión era una causa de estrés, en comparación con un tercio en 2018.
"Los empleadores pueden introducir un conjunto de políticas de bienestar ejemplares y hacer una inversión seria en la salud de los empleados, pero si su actividad no está arraigada en la forma en que se maneja a las personas, no tendrá un impacto real", dice el CIPD.
La investigación realizada por el Instituto de Estudios de Empleo del Reino Unido encontró que la cultura empresarial es una de las principales causas del presentismo. Los empleados que saben que en su ausencia sus compañeros deberán realizar su trabajo, por ejemplo, los maestros y enfermeros, tienen más probabilidades de trabajar cuando están enfermos.
Los gerentes que dan el mal ejemplo de trabajar cuando están enfermos fomentan comportamientos similares en sus equipos. La inseguridad laboral para el personal con contratos a plazo fijo o en empresas en reestructuración es un factor importante, en especial cuando los jefes consideran la asistencia como una señal de compromiso.
Las políticas diseñadas para reducir el ausentismo podrían provocar más enfermedades y menor productividad en el lugar de trabajo. La reducción de los beneficios por enfermedad da como resultado que las personas vayan a trabajar cuando antes se habrían reportado enfermas.
La aseguradora de salud Vitality dice que la pérdida de productividad por problemas de salud le cuesta a la economía del Reino Unido más de 100 mil millones de dólares (£ 77,5 mil millones) al año, lo que, según argumenta, podría reducirse significativamente si las empresas invirtieran en programas adecuados de salud y bienestar para sus empleados.
Imagen: CIPD
Acceso a los beneficios
La encuesta anual sobre lugar de trabajo más saludable de Vitality encontró que el 40 % del personal sentía que los problemas de salud habían afectado su trabajo en el último año. Los empleados del Reino Unido perdieron un promedio de 35,6 días de tiempo productivo debido a la mala salud y más del 90 % de ese tiempo se debió al presentismo. La pérdida de productividad fue mayor entre los trabajadores de menores ingresos y más jóvenes.
Si bien las mujeres tienen mejores indicadores de salud que los hombres, por ser menos propensas a la presión arterial alta, la diabetes y el colesterol alto, son quienes más horas de trabajo perdieron por mala salud. La depresión fue casi el doble de prevalente entre las trabajadoras mayores de 60 años que entre los hombres de la misma edad.
Lograr que los trabajadores utilicen los beneficios de bienestar es un problema para algunos empleadores. Las empresas en la encuesta de Vitality ofrecían un promedio de 20 medidas de salud y bienestar para el personal, como frutas frescas y examen clínico, entre otras. Pero solo un cuarto de los empleados sabía que estos beneficios estaban disponibles.
Douglas Broom, escritor sénior, contenido formativo
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