¿Vamos a volver a aprender a escribir a mano gracias a la tecnología?
¿Hace cuánto que no escribes de tu puño y letra? Y, sin embargo, y pese al auge y explosión de las tecnologías en el ámbito educativo, se sigue enseñando a escribir a mano.
¿Sabes por qué se sigue haciendo así? Que se mantenga el arte de lo manuscrito responde al hecho de que el tener y desarrollar estas habilidades de escritura a mano es algo fundamental para el desarrollo de otros aspectos del desarrollo cognitivo de las personas, como son la lectura, la escritura y otras habilidades.
Un estudio publicado en 2006 asegura, después de haber observado a niños utilizar tanto la escritura a mano como con teclado, que el emplear uno u otro método implica el trabajo de patrones cerebrales separados y, por tanto, da lugar a resultados diferentes.
Cuando los niños escriben el texto a mano, son capaces de plasmar las palabras más rápidamente que cuando lo hacen en un teclado.
Además, otras investigaciones sugieren que los beneficios de la escritura a mano continúan en la edad adulta. Un estudio de 2014 también concluía que para los adultos es más beneficioso tomar notas con bolígrafo que con teclado.
Al parecer, utilizar un teclado o un bolígrafo implica ciertas diferencias en el funcionamiento del cerebro. Según un artículo publicado en la revista Psychological Science, y firmado por dos investigadores estadounidenses (Pam Mueller y Daniel Oppenheimer), tomar notas con un bolígrafo en lugar de con un ordenador portátil da a los estudiantes una mejor comprensión del tema.
El estudio se centró en más de 300 estudiantes en Princeton y la Universidad de California (Los Ángeles) y sus resultados vienen a sugerir que los estudiantes que tomaron notas a mano eran más capaces de responder a las preguntas de las clases y charlas que los que usaban un portátil.
Para los científicos, la razón es clara: los que trabajan en papel reformulan la información a medida que toman notas, lo que les obliga a realizar un proceso preliminar de resumen y comprensión. Mientras, los que trabajaban en un teclado tendían a tomar muchas notas, a veces incluso hacer una transcripción literal, pero evitaban lo que se conoce como "dificultad deseable".
Pero la tecnología no está reñida con este proceso de aprendizaje. Es más, pese al auge de la tecnología en todos los ámbitos de la vida, estos dispositivos pueden ser un apoyo fundamental en el proceso de formar letras y números de manera manual.
La tecnología nos está permitiendo comunicarnos más frecuentemente y de diversas formas posibles (voz, texto, imágenes, vídeo…) con nuestros seres queridos.
Especialmente a través de las aplicaciones de mensajería (tanto instantánea como de correo electrónico), algunos expertos aseguran que este uso tiene una doble consecuencia. La positiva es que nuestro cerebro gana en agilidad, al ser capaz de anticipar las palabras y pensarlas antes incluso de que nuestros cerebros envíen la señal a nuestros dedos para escribirlas.
En el otro extremo de la balanza se encuentra el hecho de que estamos sacrificando nuestros manuscritos y eso, a su vez, hace que ya no reconozcamos ni nuestra propia letra.
De hecho, un informe aseguraba ya en 2012 que el 33% de las personas tenían dificultades para leer su propia letra.
Este mismo estudio asegura que uno de cada tres participantes reconocía no haber escrito a mano nada durante más de medio año. De media, la ausencia de papel y lápiz para escribir cosas se prolongaba en algunas personas durante los últimos 41 días.
Quizá por eso, y con el fin de reivindicar las bondades que trae consigo el hecho de que, de vez en cuando, sigamos escribiendo a mano, en los Estados Unidos se celebra el Día Nacional de la Escritura todos los 23 de enero.
La razón de que se escogiera esa fecha se debe a que coincide con la del nacimiento de John Hancock, artífice de una de las firmas más importantes de Estados Unidos: la declaración de independencia.
La Writing Instrument Manufacturers Association comenzó este día de fiesta en 1977 para reconocer la historia y la influencia de la caligrafía. Su razón de ser se vuelve más urgente cada año como bolígrafos, lápices y papel pierden terreno al teclado QWERTY.
Pero, ¿acaso importa tanto cómo se escribió un texto? Cuando lees una pieza literaria, ¿acaso te preguntas (y te influye) si ésta fue escrita de puño y letra o en una máquina? ¿O realmente lo que importa es la calidad de ese texto y lo que transmita?
Escribir a mano o con un teclado implica el trabajo de patrones cerebrales separados
Los expertos en escritura insisten: los bolígrafos y los teclados implican el trabajo de procesos cognitivos muy diferentes. "La escritura es una tarea compleja que requiere diversas habilidades: sentir la pluma y el papel, mover el instrumento de escritura y dirigir el movimiento por el pensamiento", dice Edouard Gentaz, profesor de psicología del desarrollo en la Universidad de Ginebra.
Además, para este profesor, dominar la técnica de saber escribir a mano con un lápiz o bolígrafo conlleva varios años, puesto que “es necesario mantener la herramienta de escritura firmemente mientras se mueve de tal manera que deje una marca diferente para cada letra".
Aunque aprender a escribir a mano parece desempeñar un papel importante en la lectura, lo cierto es que no hay estudios sobre si la herramienta utilizada altera la calidad del texto en sí.
La tipografía de las máquinas de escribir y de los ordenadores permite que, independientemente de la caligrafía del autor, todos podamos entender y reconocer las letras y los textos.
Pero muchos siguen encontrado un placer escribir a mano. Por eso, también en las tiendas de aplicaciones (como Google Play o Windows Store) puedes encontrar varias aplicaciones que te permitirán escribir a mano o con punteros especiales en las pantallas táctiles de tus dispositivos.
Unos escritos que serán reconocidos y o bien guardados como tal o bien “traducidos” a esta tipología más común y estándar.
Se trata de una manera de combinar lo mejor de los dos mundos. Y es que, una vez más, la tradición no está reñida con la innovación.
Tener un buen dispositivo tecnológico que además tenga uno de estos bolígrafos diseñados para ser utilizados en pantalla táctil se antoja clave para poder seguir escribiendo a mano (con todos sus beneficios asociados) sin tener que renunciar a las ventajas tecnológicas.
El ASUS Transformer 3 Pro es un equipo pensado para este cometido, ya que incluye un ASUS Pen especialmente diseñado para actuar como bolígrafo en la pantalla táctil del equipo.
Así, este periférico es capaz de detectar mínimos detalle para ofrecer una caligrafía natural y permitir realizar dibujos profesionales.
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