Los empleados deben tener vacaciones ilimitadas
Image: REUTERS/Ina Fassbender
Desde 2004, los empleados de Netflix han tomado todas las vacaciones que han querido. Tienen la libertad de decidir cuándo presentarse a trabajar, cuándo tomarse días libres y cuánto tiempo deben dedicarle a un proyecto para entregarlo en la fecha establecida. Creo que todos podemos ver que esta política no ha lastimado en lo absoluto a la compañía que ahora abarca un mercado de 51 mil millones de dólares.
El hecho de que exista esta flexibilidad no significa que no haya responsabilidad en Netflix. Los empleados deben estar en constante comunicación con sus jefes y se espera que, ya que tienen esta libertad, se desempeñen con excelencia. De hecho, la alta calidad que se espera del trabajo de los empleados de esta compañía está tan dentro de su cultura empresarial que quienes apenas se desempeñan “bien” son despedidos.
Los empleados de Netflix tienen días ilimitados de vacaciones porque nadie está midiendo los minutos que pasan en su escritorio. En lugar de micro manejar lo que hacen sus colaboradores cada momento del día, los altos mandos de la empresa se concentran en lo único que verdaderamente importa: resultados constantes y sonantes. Encontraron que darles autonomía a los colaboradores genera una cultura de alta responsabilidad por el trabajo propio. Sin las distracciones de reglas sofocantes, los trabajadores de Netflix están más enfocados y son más productivos.
Cuando Netflix tenía una política de vacaciones típica, sus empleados hicieron una importante pregunta:
“Nosotros jamás medimos el tiempo que invertimos en la empresa fuera del horario de oficina –como contestar correos electrónicos o trabajar los fines de semana- así que ¿por qué tienen que medir a cada paso cómo usamos nuestro tiempo en la oficina?”
Los directivos de Netflix escucharon porque no pudieron debatir la lógica de esta propuesta.
Antes en la época industrial, cuan do las personas se paraban de nueve a cinco frente a una línea de ensamblado, tenía sentido pagar por las horas presenciales en las empresas. No obstante, gracias a los avances de la tecnología hoy es diferente. Las personas trabajan cuando hay necesidad de hacerlo, sin importar los horarios o el lugar donde se encuentren, y muchas veces esas tareas no se pagan. El concepto de “horas extra” se ha desdibujado mucho.
Ahora estamos en una economía de participación, donde las personas deben ser medidas por lo que producen, no por las horas que pasan sentados en la oficina. Sin embargo, al hablar de días libres todavía nos aferramos a los paradigmas de la era industrial. Esto es un gran desmotivante. Netflix se dio cuenta de esto y cambió su política de vacaciones para reflejar cómo el trabajo debe ser manejado.
Sin duda, esta compañía de streaming de video fue de las primeras en aplicar un protocolo como este en América del Norte, pero la idea no inició aquí. La empresa brasileña Semco lleva 30 años operando con una política liberal de vacaciones.
Luego de tener un fuerte problema de salud cuando tenía 21 años, Ricardo Selmer, hijo del fundador de la firma, se dio cuenta de que el horario que mantenía lo estaba matando lentamente. Lo que era peor, probablemente estaba dañando a sus empleados también. Por eso tomó la dramática decisión de cambiar el esquema de días libres, vacaciones, horarios y ausencias por enfermedad.
Contrario a lo que muchos esperaban, la productividad se incrementó drásticamente y la lealtad de los empleados hacia la marca nunca fue mayor. Cuando Selmer instauró esta política en 1981, Semco apenas valía cuatro millones de dólares. Hoy está cotizada en más de mil millones.
Muchas compañías defienden sus protocolos estrictos de vacaciones porque creen que los empleados se aprovecharán de este tiempo libre. Pero las empresas que han cambiado sus políticas han descubierto que, de hecho, sucede lo contrario. La libertad les da una sensación de pertenencia tan fuerte a los equipos que muchos colaboradores no suelen tomar más descansos que los absolutamente necesarios.
Los empleadores que han instituido una estrategia similar también tienen programas para, increíblemente, impulsar a sus empleados a tomar vacaciones. Evernote, por ejemplo, les da US$1,000 a sus trabajadores para gastar en sus días libres, y FullContact llega a otorgar hasta US$7,500. Como los empleados no suelen tomar vacaciones, deben presentar los recibos que demuestren que se gastaron el dinero en diversión.
Aunque tener colaboradores “workaholicos” pueda sonar bueno en papel, no es algo que las compañías inteligentes quieran de verdad. Las empresas innovadoras saben que cuando los empleados necesitan tiempo libre para “recargarse” - especialmente cuando tienen la libertad de hacerlo cuando realmente les hace falta – regresan más creativos y productivos. Los bonos por vacaciones son dinero muy bien gastado.
Es muy triste ver que todavía existen compañías con una mentalidad de línea de ensamblaje. Trabajamos desde donde sea cuando es necesario para obtener resultados, por lo que la lógica indicaría que las compensaciones reflejen ese compromiso.
No te pierdas ninguna actualización sobre este tema
Crea una cuenta gratuita y accede a tu colección personalizada de contenidos con nuestras últimas publicaciones y análisis.
Licencia y republicación
Los artículos del Foro Económico Mundial pueden volver a publicarse de acuerdo con la Licencia Pública Internacional Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0, y de acuerdo con nuestras condiciones de uso.
Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no del Foro Económico Mundial.
Mantente al día:
leadership
Temas relacionados:
La Agenda Semanal
Una actualización semanal de los temas más importantes de la agenda global
Puedes anular tu suscripción en cualquier momento utilizando el enlace que figura en nuestros correos electrónicos. Para obtener más información, consulta nuestro Política de privacidad.
Más sobre Empleos y el Futuro del TrabajoVer todo
Gillian Hinde
22 de octubre de 2024