¿Hacia dónde va la economía china?

A principios de este año, China anunció el ambicioso objetivo de alcanzar un crecimiento económico del 5% en 2024. Hoy, casi siete meses después, economistas y funcionarios del gobierno se declaran optimistas sobre la posibilidad de que China alcance su objetivo.

"Tenemos la confianza y la capacidad para alcanzar el objetivo de crecimiento", declaró el primer ministro chino, Li Qiang, en la Reunión Anual de los Nuevos Campeones promovida por el Foro Económico Mundial, un encuentro de las principales voces globales provenientes de gobiernos, empresas, sociedad civil y el mundo académico, celebrado en Dalian (República Popular China).

"El gran mercado chino está abierto", declaró Li. "El rápido crecimiento de nuevas industrias y nuevos motores ha apoyado el desarrollo sólido y sostenido de la economía china".

Peng Sen, presidente de la Sociedad China de Reforma Económica, añadió en la cumbre que "confía plenamente" en que China pueda alcanzar su objetivo del 5%.

Tras las políticas económicas de apertura y reforma del gobierno en las décadas de 1970 y 1980, el ritmo de crecimiento económico de China ha sido inigualable. La producción económica per capita, por ejemplo, ha aumentado aproximadamente un 3000% en las últimas décadas, lo que ha llevado a muchos analistas a calificar el crecimiento económico de China de "milagro".

Sin embargo, el crecimiento económico de China se ha ralentizado en los últimos años. Según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), el crecimiento se desacelerará hasta llegar a 3,3% en 2029.

"Incluso una pequeña ralentización del crecimiento de China es en realidad increíblemente relevante para la economía mundial", señaló Aparna Bharadwaj, Directora Gerente y Socia de Boston Consulting Group.

Los expertos sostienen que serán necesarias nuevas vías de crecimiento para que China mantenga un crecimiento constante. Esto incluye la expansión de industrias nuevas y en transformación, como la inteligencia artificial, los servicios financieros digitales y las tecnologías verdes, como los vehículos eléctricos.

Jin Keyu, profesor de Economía de la London School of Economics and Political Science (LSE), señaló que "se necesitan billones de dólares de inversión" para la transición verde mundial, y añadió que "China va a desempeñar un papel esencial" en la transformación.

Se calcula que el creciente sector de las energías limpias de China representó ya el 40% de la expansión económica del país en 2023. Mientras tanto, el gasto del sector privado en investigación y desarrollo se ha duplicado en los últimos cinco años.

El informe Perspectivas de los economistas jefe (mayo de 2024) del Foro Económico Mundial, una encuesta realizada entre algunos de los principales economistas de todo el mundo, también indicó que los analistas esperan en general un mayor crecimiento en China.

De los economistas encuestados en el informe, casi el 75% dijo esperar un crecimiento moderado en China. La cifra supone un aumento respecto al 69% que esperaba un crecimiento moderado en la edición anterior del informe, realizada en enero.

En 2017, el presidente chino, Xi Jinping, afirmó que China pasaría por una transición, pasando de un periodo de crecimiento de alta velocidad a una etapa de crecimiento de alta calidad.

Hoy en día, los expertos sostienen que centrarse en un crecimiento de alta calidad sigue siendo vital para garantizar el crecimiento económico a medio y largo plazo. En la Reunión Anual de los Nuevos Campeones 2024, los participantes señalaron que un crecimiento de alta calidad debe basarse en gran medida en las tecnologías avanzadas.

"Necesitamos un crecimiento de alta calidad para estimular nuestro desarrollo y nuestro crecimiento", afirmó Peng. "Esto depende de la transición, de la transformación revolucionaria, en el frente tecnológico. En cuanto a los sectores tradicionales, necesitan actualización y necesitan una profunda transformación".

Las industrias asociadas al crecimiento de alta calidad incluyen IA generativa, semiconductores y energías renovables. Mantener cadenas de suministro eficientes y acceso a los mercados globales también es esencial para un crecimiento de alta calidad.

"Lo más importante es que todo esto forma parte de una cadena de suministro global", añadió Jin. "Puede que China lidere en los sectores de vehículos eléctricos, baterías y paneles solares, pero todos ellos forman parte de una cadena de suministro global. Y va a implicar a todo el mundo".

Los analistas señalan que, a pesar de las perspectivas económicas positivas para China en 2024, todavía persisten obstáculos y trabas al crecimiento. Entre ellos destacan las tensiones geopolíticas y la fragmentación económica mundial.

"La geopolítica, por supuesto, es intrínsecamente un juego de suma cero", afirmó Eswar Prasad, profesor de la Universidad de Cornell. "Pero ahora incluso la relación económica se considera un juego de suma cero y hasta negativa".

El año pasado, el FMI calculó que la fragmentación económica y el aumento de las restricciones al comercio internacional podrían costar unos 7,4 billones de dólares a la economía mundial y reducir la producción económica global hasta en un 7%.

Los expertos señalan que, en particular, las tensiones entre Estados Unidos y China representan una importante amenaza para el desarrollo económico en todo el mundo, especialmente para las economías en desarrollo.

"Los líderes empresariales del Sur Global preferirían hacer negocios trascendiendo las fronteras geopolíticas", declaró Bharadwaj, añadiendo que restringir el acceso económico a las grandes economías puede obstaculizar considerablemente las oportunidades económicas.

Jin añadió que, para garantizar un crecimiento económico sostenido, debemos "asegurarnos de que China está abierta a los negocios y de que el mundo está abierto a China".