Qué es el Brexit y otras 7 preguntas básicas para volver a entenderlo
Image: REUTERS/Yves Herman
Casi dos años y medio después del referendo en el que Reino Unido decidió abandonar la Unión Europea (UE), todavía no está claro qué pasara con el Brexit.
El gobierno británico pasó buena parte de ese tiempo negociando un acuerdo de salida que la primera ministra, Theresa May, no se atrevió a someter a votación al Parlamento este martes, tal y como había prometido, aumentando la incertidumbre.
Y con el reloj avanzando rápido hacia la fecha estipulada para la salida, el tema amenaza con acabar con el gobierno de May, como en su momento ocurrió con el de su predecesor, David Cameron.
Pero ¿qué es el Brexit? ¿Cómo se llegó ahí? ¿Qué puede pasar ahora?
BBC Mundo contesta esas y otras preguntas fundamentales para entender este proceso que obsesiona y preocupa a todos los británicos -y no pocos europeos- desde hace casi dos años y medio.
Brexit es una abreviatura de las palabras inglesas Britain (Gran Bretaña) y exit(salida), y es el término empleado para describir la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE).
Reino Unido se sumó al bloque continental, actualmente conformado por 28 países, el 1 de enero de 1973, pero en junio de 2016 los británicos decidieron abandonar la UE y poner fin a una relación de más de cuatro décadas.
La celebración de un referendo para decidir si Reino Unido debía continuar o no en la UE fue una de las promesas de campaña con las que el entonces primer ministro David Cameron logró la reelección en 2015.
Y en la votación, que tuvo lugar el 23 de junio de 2016, un 48,1% de los británicos votó a favor de quedarse en el bloque, pero un 51,8% se pronunció a favor deabandonar la UE.
Entre otras cosas, la pertenencia a la Unión Europea implica la aceptación de las llamadas "cuatro libertades fundamentales": la libre circulación de trabajadores, mercancías, servicios y capitales.
Y el principal argumento de la campaña a favor de la salida fue que con el Brexit los británicos iban a "recuperar el control" sobre sus propios asuntos, en particular sobre sus fronteras, lo que permitiría un mejor control de la migración.
En principio, Reino Unido abandonará la Unión Europea el 29 de marzo de 2019.
El plazo, sin embargo, puede ser extendido si el gobierno británico así lo solicita y los otros 27 miembros de la UE están de acuerdo.
Y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea determinó que Reino Unido puede cancelar definitivamente su salida en cualquier momento del proceso, por lo que, al menos en teoría, podría no producirse nunca.
La decisión de salir de la Unión Europea causó un verdadero terremoto político en Reino Unido, forzando la renuncia de David Cameron.
Y el país ha pasado los últimos dos años y medio tratando de ponerse de acuerdo sobre el tipo de relación que quiere mantener con la Unión Europea, al tiempo que el gobierno de la nueva primera ministra, Theresa May, negociaba los términos de la separación.
Un primer "acuerdo de divorcio" entre Londres y Bruselas fue anunciado el 25 de noviembre de 2018, y la intención original de May era someterlo a votación en el Parlamento británico el 11 de diciembre.
Pero la primera ministra británica se echó para atrás en el último minuto, cuando se hizo evidente que no contaba con la mayoría necesaria para la aprobacióndel acuerdo, prometiendo regresar con uno mejor.
Su decisión, sin embargo, enojó a suficientes miembros de su partido para forzar un voto de no confianza que podría acabar con su gobierno y poner a otra persona a cargo.
Entre otras cosas, el acuerdo establece un período de transición que tiene como objetivo darles a las partes tiempo para ajustarse y negociar los términos de su nueva relación.
Dicho período de transición se extendería hasta el 31 de diciembre de 2020, y durante el mismo no habría mayores cambios en la relación entre Reino Unido y la Unión Europea.
El acuerdo también define cuánto dinero le debe pagar Reino Unido a la Unión Europea para honrar los compromisos adquiridos como miembro del bloque: unos 39.000 millones de libras (casi US$50.000 millones).
Y, en el mismo, las partes también se comprometen a mantener los derechos para los ciudadanos británicos que actualmente viven y trabajan en otros países de la UE, y para los ciudadanos europeos que viven y trabajan en Reino Unido.
El punto de la polémica, sin embargo, es una "salvaguarda" para evitar la instalación de una frontera física entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte.
Este es el principal punto que necesita renegociar May o su eventual remplazante.
La ausencia de barreras físicas entre Irlanda e Irlanda del Norte -una de las cuatro naciones que conforma Reino Unido- es una de las bases del acuerdo de paz que puso fin a años de violencia independentista.
Pero si Reino Unido deja de pertenecer a la unión aduanera de la Unión Europea, como quiere May, esas barreras podrían tener que volver a levantarse, aunque tanto Londres como Bruselas se han comprometido a que eso no ocurra.
Con ese compromiso en mente, el acuerdo de salida incluye una "salvaguarda" que establece que, mientras no se encuentren soluciones alternativas, Irlanda del Norte seguiría siendo parte de la unión aduanera.
Pero esta disposición es inaceptable para los diputados del Partido Unionista Democrático, clave para el gobierno de May, así como para muchos parlamentarios conservadores que consideran que semejante medida lesionaría la integridad territorial de Reino Unido.
La primera ministra May se ha estado reuniendo con los otros líderes europeos con la esperanza de poder regresar a Londres con un nuevo acuerdo, aceptable para una mayoría de miembros del Parlamento.
De lograrlo, dicho acuerdo sería sometido a votación, y lo que ocurra luego dependería de lo que se decida en Westminster.
Bruselas, sin embargo, ha dicho que no está dispuesta a reabrir las negociaciones, por lo que no es seguro que May consiga algo más que declaraciones políticas reafirmando que la UE preferiría nunca utilizar la salvaguarda o hacerlo solo por un corto período de tiempo.
Y la primera ministra podría no tener tiempo ni siquiera para eso, si su Partido Conservador decide quitarle el liderazgo.
Esto abriría numerosas otras posibilidades, como la convocatoria a nuevas elecciones o a un nuevo referendo sobre el Brexit.
A casi dos años y medio del referendo, todas las opciones vuelven a estar sobre la mesa.
Si May -o un eventual reemplazante- fracasan en sus esfuerzos, o el nuevo texto no es aprobado por el parlamento británico o el parlamento europeo, Reino Unido podría terminar saliendo de la Unión Europea el 29 de marzo próximo sin un acuerdo, lo que según las previsiones del Banco de Inglaterra tendría serias consecuencias para su economía.
Pero esta posibilidad también podría hacer que el gobierno, el Parlamento, o incluso el pueblo británico, a través de un referendo, decidan suspender o cancelar el Brexit.
Y, en el ínterin, no se puede descartar la posibilidad de una renegociación sustantiva, especialmente en caso de cambio de gobierno.
No te pierdas ninguna actualización sobre este tema
Crea una cuenta gratuita y accede a tu colección personalizada de contenidos con nuestras últimas publicaciones y análisis.
Licencia y republicación
Los artículos del Foro Económico Mundial pueden volver a publicarse de acuerdo con la Licencia Pública Internacional Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0, y de acuerdo con nuestras condiciones de uso.
Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no del Foro Económico Mundial.
Mantente al día:
Reino Unido
La Agenda Semanal
Una actualización semanal de los temas más importantes de la agenda global
Puedes anular tu suscripción en cualquier momento utilizando el enlace que figura en nuestros correos electrónicos. Para obtener más información, consulta nuestro Política de privacidad.
Más sobre Geografías en profundidadVer todo
John Letzing
23 de agosto de 2024