¿Cómo transformará la tokenización de activos el futuro de las finanzas?

Los recientes avances normativos en Estados Unidos tras la Ley GENIUS han puesto los activos digitales en el centro de atención. Esta normativa se centra en las monedas digitales, pero la siguiente fase de los activos digitales se centra en la tokenización de activos.

En un mundo cada vez más digital, los mercados financieros están experimentando una revolución silenciosa, que promete ofrecer inversiones más accesibles, rápidas, económicas y transparentes.

Esta revolución está impulsada por la tokenización de activos, un concepto que utiliza la tecnología blockchain para digitalizar y fraccionar la propiedad de activos del mundo real, como acciones, bonos y bienes inmuebles.

Aunque la idea de activos digitales puede evocar la volatilidad de las criptomonedas, la tokenización de activos es algo muy diferente y posiblemente más transformador para las finanzas globales.

No hay que confundirla con los pagos digitales, ya que, en esencia, la tokenización tiene el potencial de aumentar el acceso a los mercados financieros al abrir la propiedad de activos antes inaccesibles, especialmente para los inversores minoristas y personas de economías emergentes a las que les ha resultado difícil acceder a las instituciones financieras tradicionales.

El Foro Económico Mundial ha publicado recientemente el informe Asset Tokenization in Financial Markets: The Next Generation of Value Exchange (Tokenización de activos en los mercados financieros: la próxima generación de intercambio de valor), que profundiza en este tema.

La tokenización de activos es el proceso de crear una representación digital, denominada token, de un activo del mundo real en un libro mayor distribuido o cadena de bloques (blockchain). Estos tokens son programables, rastreables y transferibles entre usuarios.

Cada token actúa como un certificado digital de propiedad o un derecho sobre una parte de un activo. Por ejemplo, en lugar de comprar una acción completa de una empresa privada o un edificio comercial completo, los invesionistas pueden comprar fracciones de ese activo representadas como tokens. Estos tokens pueden negociarse en sistemas basados en blockchain, potencialmente las 24 horas del día, los 7 días de la semana y a nivel global.

La tokenización de activos ofrece varias ventajas potenciales con respecto a las finanzas tradicionales, especialmente en términos de accesibilidad, eficiencia y transparencia.

Una de las promesas más impactantes de la tokenización es su capacidad para igualar las condiciones para los inversores minoristas y de los mercados en desarrollo. Históricamente, la inversión en determinadas clases de activos, como fondos de capital privado, bienes inmuebles o materias primas, estaba reservada a los participantes institucionales o a personas con un elevado patrimonio neto, debido a los altos requisitos de capital, las barreras normativas y el acceso limitado a los mercados mundiales.

La tokenización cambia esta situación al permitir el fraccionamiento de los activos, dividiéndolos en unidades más pequeñas y asequibles. Una persona en Bangkok, por ejemplo, podría comprar un token que represente una participación en un edificio de oficinas de Bangkok. Esto reduce radicalmente las barreras de entrada y permite una participación más amplia en las oportunidades de creación de riqueza.

En las economías emergentes, donde los mercados de capitales están menos desarrollados, la tokenización puede servir como una herramienta fundamental. Simplemente con un teléfono inteligente y acceso a Internet, los individuos pueden invertir en activos financieros, evitando algunas de las limitaciones a las que se enfrentan, al tiempo que mantienen las protecciones a la inversión.

Los sistemas financieros tradicionales son bastante complicados, lo que se traduce en costos elevados y ralentiza el proceso de liquidación. La tokenización sustituye muchas de estas capas por contratos inteligentes – códigos que se ejecutan automáticamente y están integrados en las redes de blockchain. En los mercados emergentes, la implementación de esta tecnología podría significar un salto cualitativo con respecto a los sistemas tradicionales.

Estos contratos inteligentes automatizan tareas como el control del cumplimiento normativo, el pago de dividendos o las liquidaciones, lo que reduce los errores humanos y los gastos operativos. Esta eficiencia se traduce directamente en un ahorro de costos, algo especialmente beneficioso para los pequeños inversores, que se ven desproporcionadamente afectados por las comisiones.

Además, la custodia se vuelve más flexible. Los inversores pueden gestionar sus propias carteras u optar por servicios de custodia en función de sus preferencias y su tolerancia al riesgo, lo que ofrece experiencias financieras más personalizadas.

En los mercados tradicionales, la liquidación de las operaciones puede llevar días, ya que intervienen múltiples partes y procesos de conciliación. Con los activos tokenizados, la liquidación puede realizarse casi en tiempo real en una red blockchain.

Esta agilización tiene un impacto especialmente significativo en las transacciones internacionales, que a menudo se retrasan por las diferencias de huso horario, las aprobaciones reglamentarias y las liquidaciones interbancarias.

Una de las características fundamentales del blockchain es su sistema de registro compartido, un libro de contabilidad único e inmutable al que pueden acceder los participantes autorizados. Imagínese una larga lista de todas las transacciones que se han realizado, verificadas por cada computadora de la red cada vez que se registra una nueva transacción. Esta transparencia ofrece una mayor visibilidad de las estructuras de propiedad, el historial de transacciones y la procedencia de los activos.

Para los reguladores financieros, esto facilita la auditoría y la supervisión del cumplimiento. Para los inversionistas, genera confianza. Los fraudes, el doble gasto o la manipulación se vuelven mucho más difíciles cuando todas las acciones están registradas y son rastreables en tiempo real.

Esta transparencia reduce la asimetría de la información, garantizando que los participantes operen con una comprensión más clara del estado de los activos y los riesgos.

La tokenización de activos no está exenta de desafíos. Actualmente, su adopción es desigual y se ve ralentizada por:

• Interoperabilidad limitada entre las redes blockchain y la infraestructura heredada.

• Marcos legales poco claros para los activos tokenizados.

• Preocupaciones sobre liquidez en los mercados secundarios.

Es necesario abordar con cautela las decisiones de diseño, como si utilizar libros de contabilidad con o sin permiso, la selección de activos de liquidación (stablecoin, CBDC, fiduciarias) y garantizar la ciberseguridad y la privacidad.

No obstante, las principales instituciones financieras y los responsables políticos reconocen cada vez más estos obstáculos y trabajan en pro de la estandarización y la coordinación de marcos para apoyar la expansión segura de los mercados tokenizados.

La tokenización ya se está probando en varias áreas clave del mercado financiero:

Se están emitiendo bonos y acciones digitalmente nativos en plataformas blockchain, lo que reduce el costo de suscripción y mejora el tiempo de comercialización.

Las garantías tokenizadas permiten la gestión de márgenes y riesgos en tiempo real en distintos mercados bursátiles.

Los fondos están explorando las acciones tokenizadas y ofreciendo a los inversores más flexibilidad y control sobre sus participaciones.

A medida que estos proyectos piloto maduran y la infraestructura mejora, la visión a largo plazo es lograr una composibilidad fluida, en la que los activos tokenizados puedan moverse sin fricciones entre aplicaciones y plataformas.

La tokenización de activos aún se encuentra en sus albores, pero la trayectoria es clara. A medida que evolucionen la tecnología, la regulación y las estructuras del mercado, las finanzas tokenizadas se convertirán en un pilar del sistema financiero de próxima generación: permitirán eliminar intermediarios, minimizar las fricciones y mejorar la accesibilidad y la transparencia de los activos.

A medida que las instituciones, los reguladores y los proveedores de tecnología se sumen para crear marcos interoperables de confianza, es probable que asistamos al pleno desarrollo del potencial de la tokenización de activos.