Opinión
Analizando las noticias de salud: 5 formas de reforzar la integridad en el periodismo científico

Los periodistas científicos deben hacer que las noticias de salud complejas sean atractivas y accesibles sin sacrificar la precisión ni la responsabilidad ética. Image: Getty Images/Laurence Dutton
- Las noticias de salud pueden informar y empoderar al público, pero la presión sobre los periodistas para aumentar el nivel de interacción puede llevar al sensacionalismo.
- La simplificación excesiva, la selección parcial de datos y la falta de contexto en las noticias de salud pueden afectar la comprensión pública y la confianza en la ciencia.
- Los periodistas pueden aplicar cinco estrategias para comunicar noticias científicas de manera ética y atractiva.
En una era de sobrecarga de información, las noticias de salud suelen llegar en avalancha, con titulares compitiendo por nuestra atención. Aunque el objetivo del periodismo científico es informar y empoderar, la presión por generar interacción puede llevar al sensacionalismo: un énfasis excesivo en aspectos dramáticos o alarmantes de la investigación. Esto se manifiesta frecuentemente en la simplificación excesiva, la selección parcial de datos y una preocupante falta de contexto, lo que afecta la comprensión pública y la confianza en la ciencia.
La simplificación excesiva reduce hallazgos científicos complejos a fragmentos fáciles de digerir, pero potencialmente engañosos. Consideremos el frenesí mediático en torno al medicamento para la diabetes Ozempic. Algunos titulares presentaron el fármaco como una solución casi milagrosa para perder peso. Esta narrativa suele minimizar la necesidad de cambios en el estilo de vida y los posibles efectos secundarios, como la “cara Ozempic” o los “bebés Ozempic”, sin mencionar los dilemas éticos del uso cosmético fuera de indicación que genera escasez para pacientes diabéticos. Esta simplificación excesiva corre el riesgo de crear expectativas poco realistas e informar erróneamente al público sobre un uso responsable.
La selección parcial de datos para enfocarse en resultados que apoyan una narrativa particular, mientras se ignoran evidencias contradictorias, es otro sello del sensacionalismo en noticias de salud. La controversia alrededor del medicamento para Alzheimer Aduhelm es un ejemplo claro. La aprobación por la FDA se basó en la capacidad del fármaco para reducir las placas de amiloide, un biomarcador de la enfermedad, a pesar de la evidencia inconsistente sobre la mejora cognitiva real en pacientes en dos ensayos que fueron terminados prematuramente. Los críticos argumentaron que se eligió un marcador sustituto en lugar de un beneficio clínico claro, una sutileza que a menudo se pierde en las narrativas iniciales de “descubrimiento científico”.
La falta de contexto también suele acompañar las noticias sensacionalistas de salud, presentando hallazgos sin una explicación adecuada sobre los métodos de investigación, limitaciones o el entendimiento científico más amplio. Algunos informes sobre la gripe aviar H5N1, por ejemplo, apelaron al miedo, aunque los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) indican que el riesgo para el público general es bajo. Si bien es importante aumentar la conciencia sobre amenazas potenciales, este tipo de enfoque puede generar pánico si no se equilibra con evaluaciones claras del riesgo para el público general y con información sobre medidas de protección.
Evitando estos errores, los periodistas pueden esquivar el sensacionalismo y entregar noticias de salud que informen y empoderen al público mediante un periodismo científico ético y atractivo.
El efecto dominó de los titulares dañinos
Las consecuencias de priorizar el número de audiencia por sobre la integridad factual son profundas. Tal vez la más dañina sea la erosión de la confianza pública en las autoridades sanitarias.

La larga sombra del temor desacreditado de que "la vacuna MMR causa autismo", originado en el estudio fraudulento de Andrew Wakefield de 1998, persiste a pesar de la abrumadora refutación científica. Titulares como “La desinformación sobre vacunas se propaga mientras los niños vuelven a la escuela” abordan un problema real, pero pueden convencer al público, de forma involuntaria, de aceptar ese vínculo ya desmentido. Esto puede contribuir a la vacilación ante las vacunas y a brotes de enfermedades prevenibles.
El sensacionalismo también puede alimentar el pánico público o, por el contrario, la complacencia. Puede llevar a decisiones perjudiciales para la salud, como la automedicación con fármacos inadecuados o la mala interpretación de los riesgos y beneficios de nuevos medicamentos.
La importancia de una cobertura responsable en salud
Los periodistas científicos tienen una profunda responsabilidad tanto con el público como con la comunidad científica. Su deber es traducir información compleja con precisión, ofrecer el contexto necesario y permitir que las personas tomen decisiones informadas, no simplemente amplificar las afirmaciones más ruidosas o alarmantes.
Sin embargo, esto es cada vez más desafiante en un ecosistema mediático donde los algoritmos suelen premiar el contenido extremo y el ciclo de noticias 24/7 exige inmediatez. Por eso, aquí presentamos cinco estrategias que los periodistas especializados en salud pueden aplicar para comunicar hallazgos científicos de forma ética y atractiva:
1. Aportar claridad sin caer en la simplificación excesiva
El lenguaje claro es clave para la accesibilidad, pero no debe sacrificar los matices. Como indican los principios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para una comunicación eficaz, los mensajes deben ser comprensibles, pero también precisos y aplicables. Es fundamental contextualizar los hallazgos como investigaciones emergentes, distinguir claramente correlación de causalidad y evitar afirmaciones definitivas que puedan generar temores infundados.
2. Brindar el contexto completo
Al informar sobre noticias de salud, los periodistas deben explicar las metodologías de investigación, sus limitaciones y cómo se ubica un hallazgo dentro del panorama científico más amplio. Esto incluye hablar sobre el carácter preliminar de algunos estudios y el proceso lento y acumulativo del descubrimiento científico.
3. Escribir con transparencia y honestidad
Reconocer las incertidumbres, los posibles conflictos de interés y la naturaleza cambiante del conocimiento científico puede generar más confianza que fingir certeza absoluta.
4. Conocer e involucrar al público
Comunicar eficazmente implica comprender las creencias previas, el contexto cultural y el nivel de alfabetización en salud del público. La campaña “Know Your Lemons” utiliza metáforas visuales (limones para representar senos) para explicar los 12 signos del cáncer de mama. Logró superar barreras de alfabetización y tabúes culturales, alcanzó a más de 1.850 millones de personas y mejoró de forma demostrada las tasas de detección temprana.
5. Usar un enfoque ético y centrado en las soluciones
Si bien es necesario señalar los riesgos, las noticias de salud también deben ofrecer consejos prácticos y mensajes esperanzadores para evitar el fatalismo o la ansiedad. Titulares como “La crisis de salud materna negra empeora” o “La mitad de la población mundial soportó un mes adicional de calor extremo por el cambio climático” están justificados por la urgencia y gravedad de las desigualdades e impactos que describen. Pero estos reportajes son más potentes cuando también exploran causas sistémicas y caminos hacia soluciones, como cambios en las políticas públicas o iniciativas lideradas por la comunidad.
Construyendo integridad en las noticias de salud
El sensacionalismo en el periodismo de salud está impulsado por la búsqueda de clics y vistas, y termina perjudicando al público. Puede distorsionar la comprensión, erosionar la confianza y llevar a decisiones de salud equivocadas.
El desafío del periodismo científico es lograr que la información sanitaria compleja sea atractiva y accesible sin sacrificar la precisión ni la responsabilidad ética. Ambas partes —científicos y periodistas— deben trabajar en conjunto para garantizar una verificación rigurosa, contextualización y un entendimiento profundo del público al que se dirigen las noticias de salud. Estos procesos incluso podrían acelerarse con el uso de herramientas automatizadas.
El periodismo puede desempeñar un rol fundamental al empoderar a personas y comunidades para que tomen decisiones informadas hacia un futuro más saludable, pero solo si prioriza la verdad por sobre el tráfico.
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Masanori Aikawa
2 de diciembre de 2025






