Cómo la IA está transformando el futuro del trabajo informal en el Sur Global

El discurso global sobre el futuro del trabajo tiende a centrarse en los empleos de oficina, la automatización de los puestos de cuello blanco y la productividad empresarial. Lo que a menudo se deja fuera de la conversación es que, para la mayoría de las personas del Sur Global, el trabajo muchas veces no es formal.

En grande parte de América Latina, África subsahariana y Asia meridional, el trabajo informal sigue siendo la forma dominante de empleo. En algunas regiones, representa más del 80% del total de la población activa —trabajadores domésticos, vendedores ambulantes, comerciantes, albañiles, etc.— cuyos empleos pueden no estar regulados por un contrato, pero son de vital importancia para la economía. Según WIEGO y la OIT, alrededor del 61% de los trabajadores del mundo están empleados de manera informal, lo que representa a 2000 millones de personas.

Imaginar el futuro del trabajo sin tener en cuenta a los trabajadores informales sería un error estratégico.

Históricamente, los marcos de desarrollo se han referido al trabajo informal como un indicador de subdesarrollo, con la expectativa de que el trabajo se formalice y sea absorbido por mercados laborales regulados. Pero esta suposición está anticuada; la informalidad no está disminuyendo, está evolucionando.

Los trabajadores de los sistemas informales son cada vez más digitales, móviles y receptivos a las tendencias del mercado. Muchos utilizan WhatsApp o Telegram para conseguir clientes, coordinarse con sus compañeros o anunciar sus servicios. Están construyendo una reputación digital sin necesidad de un currículum y adquiriendo habilidades fuera de las instituciones formales.

En lugar de eliminar la informalidad, debemos idear sistemas que la acojan. Las herramientas de IA ofrecen soluciones prometedoras para ello.

Uno de los principales desafíos de la economía informal es la falta de visibilidad. Muchos trabajadores operan al margen de las estadísticas nacionales, sin protección laboral efectiva y fuera de los sistemas de verificación digital. A menudo hablan varias lenguas, tienen múltiples habilidades y son móviles, pero carecen de documentación. La IA puede ayudar a cambiar esta situación.

Herramientas de IA que utilizan la voz y el procesamiento del lenguaje natural pueden permitir a los trabajadores navegar por las plataformas en dialectos locales que entienden mejor. La visión artificial puede verificar la calidad de la mano de obra utilizando reconocimiento de imágenes, lo que permite a los trabajadores crear portafolios portátiles. Los algoritmos de aprendizaje automático pueden asignar tareas a los trabajadores en función de su disponibilidad, proximidad y evaluaciones de sus pares.

En ciudades como Accra o Ahmedabad, donde los mercados laborales son densos pero desorganizados, la IA podría ayudar a conectar a trabajadores y empleadores de manera más eficiente y equitativa. Un trabajador de la construcción podría ser asignado a un proyecto en función de su historial, verificado por las opiniones de los clientes. Una niñera podría ser evaluada en función de su puntualidad y fiabilidad con varios empleadores, creando un historial de trabajo verificable.

Este tipo de sistema no formaliza a los trabajadores en el sentido tradicional, sino que reconoce su participación económica de una manera que les proporciona control, continuidad y credibilidad.

Más allá del empoderamiento individual, la IA también ofrece posibilidades a nivel regional. La Zona de Libre Comercio Continental Africana aspira a facilitar la movilidad laboral y la cooperación económica en toda África. Sin embargo, para los trabajadores informales, esto sigue planteando importantes obstáculos.

Las plataformas de IA podrían ayudar a armonizar las clasificaciones laborales, estandarizar el reconocimiento de habilidades y traducir las descripciones de los puestos de trabajo a varios idiomas. El análisis predictivo también podría ayudar a los gobiernos a realizar un seguimiento de las tendencias laborales, anticipar los flujos migratorios informales o pronosticar la demanda de determinadas habilidades en las regiones fronterizas.

En el sur de Asia y América Latina, donde existen dinámicas similares, la IA podría permitir la creación de identidades digitales portátiles para que los trabajadores informales llevaran consigo su reputación y sus certificaciones a otras partes. Estas herramientas pueden ayudar a desarrollar todo el potencial de la integración regional al lograr una movilidad más segura, inteligente e inclusiva.

En todo el mundo ya podemos vislumbrar esta transformación. Un vendedor ambulante de Nairobi utiliza pagos móviles para llevar un control de sus ingresos diarios. Un sastre de Accra recibe pedidos personalizados a través de notas de voz. Una limpiadora de Manila negocia su salario a través de un chatbot impulsado por IA. Estos no son casos aislados, sino las primeras señales de lo que podría llegar a ser un ecosistema laboral reinventado.

Con el auge de las tecnologías de IA generativa, estas tendencias se acelerarán. En un futuro próximo, los trabajadores informales podrían encontrar empleo a través de motores de recomendación hiperlocalizados que responden a picos de demanda en tiempo real. Pensemos en un plomero en Dar es Salaam que recibe alertas de múltiples servicios urgentes en su zona, filtrados por urgencia, puntuación del cliente y precio. La IA podría ayudar a un jornalero de Kampala a traducir su historial laboral a un portafolio digital verificado, simplemente escaneando imágenes de proyectos anteriores y combinándolas con resúmenes generados por IA en varios idiomas.

Las plataformas de búsqueda de empleo pronto podrían contar con avatares inteligentes que actuaran como negociadores, traductores y asesores, garantizando que una trabajadora doméstica de Lusaka no solo fuera visible para nuevos clientes, sino que también estuviera equipada para defender salarios más justos y condiciones más seguras en tiempo real. Un albañil de Abiyán podría gestionar su calendario, sus itinerarios de transporte y sus pagos de forma totalmente automatizada mediante un asistente de voz.

A medida que estos sistemas evolucionen, es posible que asistamos a un cambio estratégico del trabajo temporal al trabajo en plataformas, en el que los trabajadores manuales operarán con las mismas ventajas derivadas de los datos que antes estaban reservadas a las grandes empresas. Pero para llegar a ese punto, estas tecnologías deben ser accesibles, equitativas y gestionarse con cuidado. Eso significa crear plataformas en los idiomas locales, que se integren con herramientas financieras informales y den prioridad a la propiedad de los datos y la reputación de los trabajadores. Si se diseña para servirles, la IA podría convertirse en el tejido conectivo que une las oportunidades con la capacidad de acción, a través de pueblos, ciudades y fronteras.

El potencial de la IA agencial para transformar las industrias del Sur Global es ampliamente reconocido. Sin embargo, desarrollar este potencial dependerá de factores que van más allá de la tecnología en sí misma. Como se destaca en Modern Diplomacy, para lograr estos beneficios se requiere un "enfoque holístico" que reúna a gobiernos, industrias y socios internacionales para convertir el reciclaje profesional en una prioridad máxima. Con los "incentivos estratégicos" adecuados, los esfuerzos por salvar las brechas de habilidades y promover la inclusión pueden ayudar a garantizar que el progreso impulsado por la IA se traduzca en un crecimiento económico sostenible y equitativo para todos.

En un futuro próximo, dos mil millones de personas podrían estar conectadas a servicios a través de plataformas de IA creadas específicamente para ellas.