Cómo las aseguradoras pueden fomentar proyectos de energía baja en carbono

Antes de los devastadores incendios forestales que afectaron al estado de California a principios de este año, el creciente problema de asegurabilidad de las propiedades expuestas al cambio climático ya preocupaba a propietarios de viviendas y negocios en todo el mundo.

Los “aseguradores de última instancia” creados por los estados, aunque con un diseño imperfecto, han intervenido para asegurar viviendas en Florida y California, donde el mercado privado se está retirando. En Italia, una nueva legislación que exige a los propietarios de negocios contratar un seguro contra riesgos climáticos ha generado debate.

El calentamiento global es una de las principales causas del aumento de los daños a la propiedad relacionados con el clima. Una transición rápida hacia fuentes de energía más limpias es fundamental. Sin embargo, muchas aseguradoras aún no ofrecen una cobertura estable, asequible y sólida para proyectos innovadores de energía baja en carbono. Esta historia merece tanta atención como los desafíos del seguro para viviendas vulnerables al clima.

El mercado de seguros para energías renovables sigue siendo obstinadamente pequeño, con menos del 30 % del tamaño del mercado de seguros para combustibles fósiles. Según reportes, AXIS Capital, Aviva y Munich Re son las únicas grandes aseguradoras que suscriben más primas directas para energías renovables que para combustibles fósiles. La falta de cobertura accesible y disponible a nivel global podría frenar las inversiones en energías renovables, que son tan esenciales para la seguridad energética como para la descarbonización.

La suscripción de seguros para energías renovables no es solo un requisito de ESG. El Swiss Re Institute estima que, si los países cumplen sus objetivos actuales en energías renovables, las inversiones asociadas generarían primas adicionales en el sector energético por 237 mil millones de dólares para 2035, en comparación con los 22 mil millones de dólares en primas por seguros de petróleo, gas y carbón pagadas en 2022. Incluso con un avance más lento, el potencial de primas sigue siendo enorme.

La suscripción de seguros para energías renovables también podría ayudar a reducir las pérdidas derivadas de costosos riesgos climáticos. Un estudio encontró que las pérdidas atribuidas al clima de las 28 principales aseguradoras de propiedad y accidentes ascendieron a 10,6 mil millones de dólares, una cifra cercana a los 11,3 mil millones de dólares en primas relacionadas con combustibles fósiles que las aseguradoras recaudaron en 2023. En más de la mitad de estas empresas, las pérdidas atribuidas al clima superaron las primas generadas por los combustibles fósiles.

A medida que las aseguradoras enfrentan riesgos emergentes y complejos, encontrar formas de suscribir de manera precisa y rápida los negocios de energías renovables emergentes debería ser un pilar fundamental para fortalecer la resiliencia de la propia industria aseguradora.

Las aseguradoras pueden temer que la escasez de datos históricos sobre vulnerabilidades y pérdidas en nuevas tecnologías y procesos, sumada a un entorno regulatorio incierto y a patrones climáticos impredecibles, conduzca a una incorrecta evaluación del riesgo y a la generación de reclamaciones excesivas.Para mitigar estas preocupaciones y promover el cambio con la rapidez y escala necesarias, las aseguradoras deben tomar tres medidas inmediatas:

Los ejecutivos de aseguradoras deben involucrarse más estrechamente con los financiadores a lo largo de toda la estructura de capital, comprendiendo las necesidades de transferencia de riesgo de los gobiernos y otros patrocinadores de proyectos.

Los bancos y financiadores de proyectos suelen requerir un seguro como requisito previo para otorgar préstamos o realizar inversiones. Incluso cuando ya se ha comprometido otro capital, la falta de una cobertura de seguro asequible o adecuada puede bloquear efectivamente el desarrollo y la ejecución de proyectos que superan la tolerancia al riesgo de inversores y acreedores.

Las aseguradoras deben comprometerse de manera proactiva con otros actores financieros, tanto públicos como privados, y con los desarrolladores de proyectos para co-diseñar coberturas apropiadas. Las garantías de producción que aseguran un nivel mínimo de retorno para inversores y operadores son un ejemplo de innovación en productos.

Es necesario un cambio de la dependencia del reconocimiento de patrones históricos para informar las decisiones de precios y suscripción hacia el uso de análisis de datos en tiempo real y evaluación de riesgos basada en tecnología.

Las aseguradoras a menudo carecen de datos precisos y específicos por ubicación sobre los impactos climáticos y las características del terreno. Este déficit es especialmente pronunciado en áreas rurales y remotas, donde a menudo se ubican los grandes proyectos solares debido al amplio espacio disponible. Las aseguradoras también necesitan datos para evaluar las vulnerabilidades de las tecnologías implementadas en los sitios de energías renovables, desde los paneles fotovoltaicos (PV) hasta los sistemas de gestión basados en inteligencia artificial, así como los entornos políticos y regulatorios.

Afortunadamente, varias tecnologías pueden apoyar este tipo de evaluación de riesgos. Las aplicaciones de teledetección pueden ayudar a identificar riesgos provenientes de desastres naturales como incendios, inundaciones y hundimientos del terreno. Las imágenes satelitales pueden evaluar y monitorear el crecimiento de la vegetación alrededor de la infraestructura energética, lo que es particularmente importante para los parques solares y las líneas de transmisión. Los gemelos digitales, réplicas virtuales de los activos de energía renovable, permiten el monitoreo continuo del rendimiento y la condición de los activos. Esto facilita el mantenimiento predictivo y reduce el riesgo de interrupciones no programadas y fallas en los equipos.

La evaluación de riesgos basada en tecnología podría agregar un valor particular en países donde existe un fuerte potencial para la adopción de energías renovables, pero donde las aseguradoras globales tienen menos experiencia. Por ejemplo, para 2050, la energía solar fotovoltaica (PV) podría representar más de la mitad del suministro eléctrico de los países del Medio Oriente. Sin embargo, la tecnología fotovoltaica existente puede ser vulnerable a factores ambientales como tormentas de arena y polvo y calor extremo, que pueden dañar los paneles y reducir la capacidad de producción.

Comprender los impactos de estos factores en las instalaciones solares apoyaría la suscripción y desbloquearía una mitigación de riesgos más sólida. También podría ayudar a permitir un diseño y construcción informados por seguros.

La tecnología nunca es una solución universal, por lo que el tercer paso que deberían dar las aseguradoras es integrar información más cualitativa en la toma de decisiones de suscripción. Esto es especialmente importante dado que las tecnologías y procesos de energías renovables —desde las baterías de estado sólido hasta la producción de hidrógeno verde— evolucionan en un contexto de escasez de ingenieros de riesgos capacitados para evaluar proyectos que emplean estas innovaciones. Los proyectos que emplean innovaciones de vanguardia presentan desafíos particulares.

Solo unos pocos especialistas en la materia pueden poseer conocimientos de vanguardia para cualquier nueva tecnología o proceso energético. Acceder e incorporar estos conocimientos proporcionará a las aseguradoras un perfil más matizado del riesgo de un proyecto innovador de energías renovables.

El sector asegurador ya ha desempeñado el papel de "desnaturalizador" al suscribir los riesgos asociados a los combustibles fósiles, como ha señalado el autor y empresario John Elkington. Si las aseguradoras suscribieron con precisión y rapidez proyectos emergentes de energías renovables, el sector podría transformarse en un "desnaturalizador", a la vez que realizaría una contribución significativa a la seguridad energética y al fomento de la prosperidad económica.