De la resiliencia climática a tensiones comerciales: qué dijeron los líderes de América Latina en Davos

Con la excepción de los conflictos entre estados, América Latina está expuesta a varias amenazas que aparecen en el Informe sobre Riesgos Globales 2025 del Foro Económico Mundial: fenómenos meteorológicos extremos, tensiones geopolíticas, información errónea y desinformación, y polarización social. Así pues, la agenda de la región en Davos 2025 giró en torno a cuestiones con potencial de impacto, especialmente el escenario geopolítico fragmentado y los esfuerzos para fortalecer la resiliencia ambiental.

La posición de la región en un mundo cada vez más fragmentado se examinó en una sesión titulada "¿Está cambiando la marea económica de América Latina?". Los participantes destacaron la contribución de las agroindustrias y los minerales de la región para alimentar a una población en crecimiento y lograr la transición energética. Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alberto van Klaveren, advirtió sobre el impacto de medidas proteccionistas, como sanciones y aranceles, así como sobre una escalada de las rivalidades entre Estados Unidos y China.

Un ejemplo de cómo el nacionalismo puede influir en el comercio, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino Quintero, reiteró que "el Canal de Panamá es de Panamá", en respuesta a la sugerencia de Donald Trump de establecer un control estadounidense sobre esta ruta comercial clave. Mulino dijo que "en el tiempo, hemos sido un país aliado y amigo de los Estados Unidos" y subrayó que los dos países pueden trabajar juntos en muchos temas, como la inmigración.

Los participantes en Davos 2025 también debatieron sobre las fracturas de las economías de América Latina, como los desafíos interconectados de mejorar la productividad laboral, las habilidades de la fuerza laboral y el aprendizaje permanente. En un discurso especial, el presidente de Argentina, Javier Milei, dijo que "el tiempo de cambio está tocando la puerta" y que las "las fórmulas que estuvieron vigentes por décadas se agotan".

Los pueblos que habitan algunos de los ecosistemas más valiosos del mundo participaron activamente en los debates sobre el medio ambiente. Las voces latinoamericanas aportaron experiencias del sector público y privado, así como de la sociedad civil. Fanny Castro, de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), destacó cómo los problemas sociales y ambientales están entrelazados. La mayor sequía en la Amazonía en 50 años no solo afecta a la biodiversidad de la fauna acuática, sino que también compromete la seguridad alimentaria y la autonomía de los pueblos indígenas, dijo.

Mindahi Crescencio Bastida Muñoz, coordinador de Earth Elders y del Consejo Regional Otomí-Toltéca en México, señaló que el cambio climático y la pérdida de biodiversidad no solo afectan a la naturaleza, sino también al patrimonio cultural de los pueblos indígenas, en particular en lo que respecta a los lugares sagrados.

En una sesión titulada "Abordar las líneas fallas de América Latina", la presidenta de Perú, Dina Ercília Boluarte, destacó uno de los desafíos ambientales a largo plazo de la región: el problema de la escasez de agua y la seguridad alimentaria. Recordó a la audiencia los efectos del ciclón Yaku, que provocó lluvias torrenciales en la región norte del país en 2023 – un recordatorio de la mayor probabilidad de que se produzcan fenómenos meteorológicos extremos en el futuro.

Con la próxima Cumbre del Clima de la ONU COP30 que se celebrará en Brasil el próximo mes de noviembre, los líderes de la región debatieron sobre cómo los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil están adoptando la innovación y metas ambiciosas para lograr la neutralidad de carbono. Maisa Rojas Corradi, ministra de Medio Ambiente de Chile, afirmó que la legislación ambiental chilena tiene como objetivo la neutralidad de carbono para 2050 abordando las causas y consecuencias del cambio climático.

Alicia Bárcena Ibarra, secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México, destacó las experiencias positivas dirigidas por las comunidades en su país, cuyos 11 000 kilómetros de costa están en riesgo ante los fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes y tormentas, debido a la destrucción de los sistemas de protección natural, como los manglares. Bárcena dijo que dichas experiencias la llenan de "optimismo" y destacó la importancia de la cooperación intergeneracional para luchar por la justicia ambiental.

Para los anfitriones, la COP30 es una oportunidad para mantener debates sobre el clima rodeados por la selva tropical más grande del mundo, ya que la ciudad anfitriona, Belém, es uno de los núcleos más importantes de la Amazonía brasileña. En una sesión en Davos titulada "Camino a la COP30", Hélder Barbalho, gobernador del estado anfitrión de Pará, dijo que uno de los objetivos clave de la cumbre será acordar normas que permitan un mercado mundial del carbono y "dejar un legado para el bosque".